domingo, 25 de noviembre de 2012

ORAD POR VUESTROS ANTEPASADOS Y DIFUNTOS



Marzo 10 de 2010 12:45 p.m.
Llamado urgente a la Humanidad!
Hijos míos, mi paz este vosotros.
Las almas de vuestros familiares difuntos y antepasados, necesitan de vuestras oraciones; muchas almas penan en el Purgatorio porque no hay quien ore por ellas. Generaciones enteras han pasado sin que nadie se acuerde de orar por ellas; estas pobres almas necesitan oraciones y ayunos y obras de caridad de vosotros los de aquí, para que puedan ser liberadas. Acordados hijos míos, que yo vuestro Padre Celestial, todo lo hago dependiendo de vuestras oraciones y suplicas, pues respeto mucho vuestro libre albedrio. De vuestras oraciones, ayunos, obras de caridad y suplicas, a favor de las almas, depende la sanación de vuestro árbol genealógico. Todas las bendiciones que tengo para vosotros y vuestras heredades están interrumpidas por la falta de oración intergeneracional. Acordaos: un árbol bueno da buenos frutos; mas un árbol malo da frutos malos; por eso debéis orar por vuestro árbol genealógico paterno y materno, para que sean cortadas de raíz, todas las ataduras y maldiciones en las generaciones, y así podáis vosotros y vuestras heredades vivir en bendición.
Entregadme en mi sacrificio diario, en el momento de La consagración, a vuestros familiares difuntos y antepasados, y yo, vuestro Padre, cortaré todo vínculo negativo entre ellos y vosotros. Todas las enfermedades, impurezas sexuales, envidias ocultismos, resentimientos y pobreza espiritual y material, tiene su raíz en vuestro árbol genealógico. Si vosotros oráis por vuestros antepasados difuntos, no solo seréis liberados vosotros y vuestras descendencias, sino también ellos. Orar por vuestros bisabuelos y abuelos maternos y paternos, para que sean rotas las cadenas intergeneracionales y podáis vosotros ser libres y bendecidos.
No sigáis arrastrando cadenas y llevando cargas de antepasados; ¡parad de sufrir!, entregadme vuestro árbol genealógico paterno y materno, orad ayunad y haced obras de caridad por su liberación y veréis grandes cambios en las generaciones. Acordaos: “Yo he venido para que tengáis vida y vida en abundancia”. No me complazco viéndoos sufrir; romped pues las cadenas que os atan intergeneracionalmente, para que podáis ser fruto agradable a los ojos de vuestro Padre Celestial. Que mi paz os acompañe y la luz de mi Espíritu os guíe. Soy vuestro Padre Jesús Sacramentado.