viernes, 14 de diciembre de 2012

LLAMADO DE SAN MIGUEL A LA HUMANIDAD- ENOCH


¡OH MORTALES, NO SIGÁIS CAMINANDO EN TINIEBLAS, NO DEJÉIS PARA ÚLTIMO MOMENTO VUESTRA CONVERSIÓN, PORQUE VUESTRAS ALMAS PODRÍAN PERDERSE AL PASO DE LA JUSTICIA DIVINA!
SEPTIEMBRE 27 DE 2012 – 2:15 P.M.
LLAMADO DE SAN MIGUEL A LA HUMANIDAD
Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios.
Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Que la paz del Dios Altísimo esté con todos vosotros, hombres de buena voluntad.
Simiente del Dios Altísimo, heredad de mi Señor, permaneced en el amor de nuestro amado y santo Padre Yhavé. Hermanos, los días de vuestra liberación están cerca, no os canséis de alabar la gloria de Dios. El poder de la alabanza derrumba toda fortaleza y os acerca a la misericordia de mi Padre. La noche muy pronto caerá sobre la humanidad y son muy pocos los que están preparados con sus lámparas aceitadas con la oración. ¡Oh mortales, no sigáis caminando en tinieblas, no dejéis para último momento vuestra conversión, porque vuestras almas podrían perderse al paso de la justicia divina!.
¡Oh almas que estáis en pecado mortal, si supierais del dolor de las almas condenadas, os aseguro que os convertiríais y volveríais al amor de Dios!.Acordaos que la voluntad de mi Padre lo que quiere es vuestra salvación, no sigáis con vuestra sordera espiritual; alejaos del pecado y la maldad y reconciliaos lo más pronto posible con Dios, para que podáis alcanzar su misericordia. Hermanos, pedid nuestra protección e intercesión, estamos para serviros y ayudaros en todas vuestras necesidades y batalla espirituales; nuestro Padre nos ha concedido la gracia de estar en común unión con vosotros para protegeros en estos tiempos de tanta oscuridad y guiaros por el camino de la salvación. No tengáis miedo en acudir a nuestra protección, somos vuestros hermanos, invocadnos y gustosos vendremos en vuestra ayuda.
Hermanos terrenales, yo vuestro hermano Miguel, en compañía de Gabriel, Rafael, y mis otros hermanos, los Arcángeles y Ángeles del reino de mi Padre, queremos que nos tengáis en cuenta; nuestra misión es protegeros y llevaros seguros a la gloria de Dios. Hermanos, estad preparados para la llegada del aviso, para que podáis resistir la presencia de nuestro Padre y podáis al regresar hacer su santa voluntad. Todas las almas que estén en la gracia de Dios, se les encomendará misiones que deberán cumplir en el tiempo del milagro; misiones todas encaminadas a reunir el rebaño de mi Padre aquí en la tierra.
Todo mortal conocerá el estado de su alma y tendrá una visión más clara de la existencia de Dios, de la existencia del cielo, purgatorio e infierno. Aquellas almas que andan en este mundo en tinieblas o en tibieza espiritual, su paso por la eternidad le servirá para darse cuenta del estado en que se encuentran las almas condenadas y el estado en que yacen las almas en el purgatorio. Mi Padre quiere mostrarles la existencia del más allá para que tomen conciencia y se arrepientan de sus pecados y sean hombres y mujeres nuevos cuando regresen a este plano terrenal.
Las almas que por falta de amor hacen el mal en este mundo, pero que no están consagradas, ni le han vendido el alma al príncipe de la oscuridad, mi Padre les dará una última oportunidad en el aviso para que se conviertan. Les mostrará el averno y sentirán el fuego con que se queman las almas condenadas y verán sus tormentos. Su paso por la eternidad les mostrará todo el daño que han hecho, será doloroso, pero necesario para su conversión.
Las almas consagradas al príncipe de este mundo y que le han dicho no a la misericordia de Dios, ya no regresarán; se perderán eternamente en las profundidades del abismo. Recapacitad pues hermanos y arrepentíos y convertíos de una vez, porque el tiempo de misericordia está por cumplirse. No os apartéis del amor de Dios y contad con nosotros. Somos portadores de la voluntad del Padre, nuestra misión es protegeros y llevaros seguros a la gloria de Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya, somos vuestros hermanos: Miguel, Gabriel, Rafael y demás lumbreras que ardemos de amor por hacer la voluntad de nuestro Padre. Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.
Dad a conocer nuestros mensajes a toda la humanidad.