lunes, 29 de abril de 2013

SEAN SENCILLOS COMO PALOMAS

El alma quiere comprender lo que encierran los instantes de
vida que le concedo, es decir, quiere saber qué pretendo al
hacerla pasar de un estado a otro. En este deseo, cae fácilmente
en la ansiedad, con la cual pone no poco obstáculo a Mi obra.
 Yo dije: Sean sencillos como palomas y esto se refiere a la fe
en las verdades que la Iglesia propone para esperar a todos los
hombres; pero la sencillez procede de la verdad, por tanto ya
está en la verdad quien es sencillo respecto de Mis verdades,
grado por grado hasta obtener la máxima sencillez que se
realiza en la unidad de la criatura y del Creador. Por eso es
largo el camino de la sencillez y se detiene el día de Mi llamada.
Están llenas de reservas, recónditas, las cuales no serían por sí
mismas dañinas, pero se vuelven, por el afecto no mortificado a
cosas y personas.
 Por esto hablan sin completa sencillez y por esto no pueden
penetrar y permanecer en el corazón de sus hermanos, antes
bien, siempre que se comportan así obtienen repulsas,
encubiertas unas veces y francas otras.
 Quiero decirles que en su mente están firmes algunas cosas
que les impiden penetrar más en el espíritu de quien las
escucha cuando hablan de Mí. Y Me urge mucho quitar estos
obstáculos porque veo que han aceptado con ardor Mi propuesta que
les hice hace tiempo. Por tanto, escúchenme.
 Hablando de Mí empleen todas las palabras que se adapten a
lo que su mente ve en el instante en que hablan; no tergiversen
sino conténtense con decir simplemente lo que ven. El esfuerzo
de hacer accesible su pensamiento al que escucha, lo admito
pero si, a pesar del esfuerzo, no logran hacerse entender, callen;
porque es mejor para ustedes y para quien los oye. No
suspendan su discurso si ven que quien los escucha divaga.
Persistan, pero manténganse sobre ella para aproximarse en
cuanto sea posible... como ya hacen.
Hijo Mío, considera además que otro obstáculo en tu mente
es creer que todos aquellos con quienes hablas, tienen tu misma
mentalidad; pero no siempre es así. Ten justa estima de los
dones que te He hecho y para que los guardes celosamente;
estos dones son fruto de Mi amor por tí y serán tu corona y tu
gozo.
Otro obstáculo que tu mente guarda, representan las
divagaciones a las que estás sujeto a causa de la vida de culpa
en que te pusiste cuando hacías compañía al maligno en las
veredas del infierno. Optimas ocasiones estas para golpear con
sabiduría al tentador que vuelve siempre más violento. Pues la
sabiduría consiste, en estos casos particulares, darte a tí y a
Satanás el más claro y rápido rechazo. Pero no insisto en esto
porque ya te He instruido. Te lo indico para ser completo en la
enumeración de los obstáculos de tu mente, que se contraponen
a una completa sencillez cual es la que quiero de tí.
 Habla, de lo que Yo manifiesto a tu inteligencia, sin escuchar
observaciones en contra. Por lo demás, Yo te mostraré que la
eficacia de tus palabras está asegurada por Mi amor.
 Sencillo como paloma, vuela al centro donde encuentras la
vida; vuela, paloma, transformada por los cuidados del más
tierno de los amantes, vuela y llega acá donde el Trino Amor
acoge y abraza a sus pequeños amores. Sé bueno como es el
amor; pero sé sabio como la Sabiduría para que uno y otra
tengan en tí complacencia en el eterno gozo del Padre. Alaba,
paloma Mía, la eternidad de bien que Me Ha dado Nuestro
adorado Padre, alaba Conmigo la eternidad del Amor que Me
Ha dado el Espíritu Santo, porque sublimando Mi Humanidad,
te ha hecho a tí y a todos los que Me aman, verdaderamente Mi
imagen, es decir, los ha divinizado.
 Bendice, paloma clara y veloz al eterno amor y bendícelo
para siempre, porque para siempre El te ha bendecido, para
siempre te ha hecho Suyo.
 Alza un Himno a Nuestra Madre, a Ella que se levanta
delante del demonio para evitarte sus instigaciones; bendícela
también porque entre todos Sus hijos, tú privado de Su ayuda,
serías verdaderamente uno de los peores. Ama mucho a la
LA GRAN CRUZADA DEL AMOR
Altísima Madre y ámala como Yo te enseño, hora por hora; es
decir, considerándola ante todo como Mi Madre. ¿Sabes que
sonríe todo el Cielo cuando La alabas sólo porque es Mi Madre?
 Vuela, paloma, al lado de María. Y tú, Madre Mía, lleva a
esta paloma a los brazos del Eterno, infinito Amor por ella
anhelado.







Extracto del Libro  LA GRAN CRUZADA DEL AMOR, AUTOR JESUCRISTO, escrito por Catalina Rivas.

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