miércoles, 6 de mayo de 2015

¿Pueden recibir la comunión los divorciados vueltos a casar? (1º parte)

¿Pueden recibir la comunión los divorciados vueltos a casar? (1º parte)

Pregunta:
Una pareja de divorciados, ¿puede comulgar?

Respuesta:


Estimado:
Hay que distinguir varias situaciones diversas:
desposorio_virgen1. Los divorciados vueltos a casar (civilmente)
A su vez, entre estos, hay que distinguir quienes quieren llevar una vida marital activa y quienes no pueden -por algún motivo- separarse pero están dispuestos a vivir como hermanos.
1) Los que llevan una vida ‘marital’ activa
La Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe publicó una carta al respecto, el 14 de setiembre de 1994[1]. En la que se dice: ‘Si los divorciados se han vuelto a casar civilmente, se encuentran en una situación que contradice objetivamente la ley de Dios y, por consiguiente, no pueden acceder a la Comunión eucarística mientras persista esa situación’ (n.4). Más adelante, hablando en términos más generales: ‘El fiel que, de manera habitual, está conviviendo conyugalmente con una persona que no es la legítima esposa o el legítimo marido, no puede acceder a la Comunión eucarística’ (n.6). La misma doctrina se puede leer en el Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1650. Los motivos son dos: uno intrínseco, que es la situación objetiva (el estado de injusticia o pecado mortal) que hace de por sí imposible el acceso a un sacramento de vivos; otro pastoral: si se los admitiera a la Comunión ‘los fieles serían inducidos a error y confusión acerca de la doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio’[2].
2) Los divorciados vueltos a casar que deciden vivir como hermanos.
Son los que por algún motivo de peso no pueden separarse (generalmente está de por medio el bien de los hijos que han resultado de la presente unión, la necesidad de educarlos, de tener una familia, etc.) pero deciden de común acuerdo vivir ‘de manera que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio’ legítimo. De esta situación dice la Exhortación Familiaris consortio: ‘La reconciliación en el sacramento de la penitencia -que les abriría el camino al sacramento eucarístico – puede darse únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios -como, por ejemplo, la educación de los hijos -, no pueden cumplir la obligación de la separación, asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos’ (n.84). Sin embargo, en este caso también debe evitarse el peligro de inducir a los fieles al error: ‘En este caso pueden acceder a la Comunión eucarística, permaneciendo firme, sin embargo, la obligación de evitar el escándalo’ (Carta, n.4). La forma normal para evitar el escándalo y la confusión de los fieles será administrarles los sacramentos de forma privada.
2. Los divorciados no vueltos a casar (o vueltos a casar y luego separados)
También hay que distinguir dos situaciones.
1) Los que sufrieron injustamente el divorcio.
Es decir la parte inocente a la que se le ha impuesto el divorcio: ‘Parecido es el caso del cónyuge que ha tenido que sufrir el divorcio, pero que -conociendo bien la indisolubilidad del vínculo matrimonial válido – no se deja implicar en una nueva unión, empeñándose en cambio en el cumplimiento prioritario de sus deberes familiares y de las responsabilidades de la vida cristiana. En tal caso su ejemplo de fidelidad y de coherencia cristiana asume un particular valor de testimonio frente al mundo y a la Iglesia, haciendo todavía más necesaria, por parte de ésta, una acción continua de amor y de ayuda, sin que exista obstáculo alguno para la admisión a los sacramentos’ (Familiaris consortio, n. 83).
2) Cuando ha sido la parte culpable de la separación.
Si está arrepentida de la situación que ha causado y está dispuesta a poner los medios necesarios para reparar las eventuales injusticias que su acción pueda haber causado (abandono del cónyuge, de los hijos, etc.), y si está dispuesta a reanudar la vida conyugal con su legítimo cónyuge si esto fuera posible (en gran parte de los casos no es posible porque la acción ha causado heridas difícilmente reparables en el cónyuge inocente, el cual posiblemente no quiera restablecer la unión o se sienta incapaz afectiva o psicológicamente de hacerlo), entonces, una vez recibida válidamente la absolución sacramental por este pecado, no habría inconveniente en que reciba la Comunión eucarística (tal vez si en una comunidad determinada la recepción pública pudiera ser causa de escándalo y confusión -ya sea por la notoriedad de su acción culpable o por otra causa- la prudencia pastoral indique la conveniencia de la recepción privada de los sacramentos).
 P. Miguel A. Fuentes, IVE


[1] Cf. L’Osservatore Romano, edición española, 21 de octubre de 1994, p. 5.
[2] Carta, n. 4; Familiaris consortio, n, 84.

Mensajes urgentes en San Nicolás, Argentina‏

Maria del Rosario

Mensajes urgentes en San Nicolás, Argentina

Mensajes de María

Bendito el momento que el Señor eligió a este pueblo, y bendito porque lo eligió para que yo tenga mi gran Casa, que será de paz y sosiego. Lugar donde acunaré a millares de hijos que vendrán en busca de amor. Asistiré a los enfermos, a los caídos, a todo hijo perteneciente a la gran familia de Dios, porque mi misión es atender al rebaño del Señor. Gloria a Dios.
Nada podrá devorar la llama del amor que el Señor ha encendido en tu pueblo. Nada podrá oscurecer la luz del Señor.
Es en el Santuario donde María, Madre de Cristo, espera a los hijos heredados desde la Cruz. Es en el Santuario que María obra en las almas, para bien de las almas. Mis amados hijos ya lo veis, delante de vosotros estoy. Mientras unos habitan en su propia desolación, otros habitarán en la casa de la Madre del Salvador.
Aquí está el Templo, para el pueblo de Dios. Aquí se arraigará profundamente el amor a Cristo y a María.
Mi Casa será morada para los que se consideran hijos de Dios. Alegraos ya que desde aquí os bendeciré.
Hija, el Templo es protección de Dios para sus hijos. Se acude allí para rendir culto al Señor, para pedir por la salud física y un espíritu firme cimentado en la fe.
El Templo es protección de Dios para el alma que habita en la tierra y aspira al cielo.
Tu ciudad es la Ciudad de María y será por siempre un lugar de encuentro con Jesús y con su Madre. No quiera nadie interponerse en mi paso. Quien quiera seguir al Señor que me siga.
Hija mía, te dije una vez que desde aquí renacería la fe por Jesús y María. Desde aquí invito al mundo a buscar la fuente vivificadora, la fuente de paz y de gracias.
Quiero sanar a mis hijos de esa enfermedad que es el materialismo y que muchos padecen, quiero ayudarlos a descubrir a Cristo, a amar a Cristo y decirles que Cristo prevalece por sobre todo.
En todos los lugares del mundo donde han sido dado mis mensajes parecería que se predicó en cementerios. No hubo la respuesta que quiere el Señor.
El demonio actúa ferozmente, no os asombréis. Ataca sin compasión envolviendo todo lo que pueda tocar. Orad mis hijos, que la oración fortalece. Sois llamados por Jesucristo para orar.
El príncipe del mal vierte hoy su veneno con todas las fuerzas, porque ve que está concluyendo su triste reinado. Es poco lo que le queda, su fin está cerca.
Oh mis pobres hijos, pocos sois los que profundizáis en Cristo, y muchos los que estáis altamente destruidos por el pecado.
Es en realidad este tiempo, un precioso tiempo que no debe ser desperdiciado sino aprovechado. El Redentor le está ofreciendo al mundo la manera de enfrentar a la muerte que es satanás, le está ofreciendo como lo hizo desde la Cruz, a su Madre, medianera de toda gracia.
Hijos míos, mi Corazón quiere que vuestra alma perdure por los siglos de los siglos.
Repetidas veces golpean mi Corazón, lo siento así, cada vez que es ofendido Cristo Jesús.
El enemigo me está desafiando despiadadamente, está tentando abiertamente a mis hijos. Es un combate entre la luz y las sombras. Una constante persecución a mi querida Iglesia.
Todos sois partes del cuerpo místico que es la Iglesia y del cual Cristo es la cabeza. En la tierra el Vicario de mi Hijo es el responsable de que ese cuerpo siga en pie, por eso seguid junto a vuestro Papa, siguiendo su enseñanza que es, en definitiva, la enseñanza de Cristo. Hágase la voluntad de mi Hijo.
Orad por la Santa Iglesia. Herido está mi Corazón porque frecuentemente es atacada, día a día se ve empañada su luz. Como Madre de la Iglesia sufro el más agobiante dolor. Mis sufrimientos están unidos a los del Papa, porque su pena es mi pena.
La intensísima luz de Cristo resurgirá, ya que así como en el Calvario después de la crucifixión y muerte vino la resurrección, también la Iglesia renacerá por la fuerza del amor.
El Señor os está revelando por medio de los mensajes y las Sagradas Escrituras lo que espera de los hombres. No le cerréis las puertas. Entregaos a Jesús como Él se entregó a vosotros.
Dad a conocer lo que te doy, el ateísmo inunda las naciones, hay por doquier ausencia de Dios; es por eso que la palabra del Señor debe ser escuchada y no despreciada. La acción de su palabra mucho hará si el corazón se abre a ella.
Mirad hacia el sol naciente y veréis nacer el nuevo día, que haya en vosotros esperanza y fe, que crezca el deseo cada mañana de ser verdaderos hijos de Dios. No hagáis que aparte su rostro de vosotros, confiad en Él.
No se puede vivir sin hacer una plegaria diaria a nuestro Padre del cielo. Ves esta corona, porque esto es lo que deseo que hagáis, una verdadera corona de rosarios. ¡Oración hija mía, oración! Cuántas bocas permanecen aún calladas sin conocer siquiera una oración que las acerque al Señor.
El Santo Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo. Es también el refugio de los que buscan alivio a sus pesares, y es la puerta para entrar en mi Corazón. Gloria al Señor por la luz que da al mundo.
Hija mía, en estos momentos hay extrema necesidad de oración. El Santo Rosario será escuchado en este día por el Señor como si fuera mi voz.
La oración es un pedido mío y está dirigido a todos los pueblos. La oración debe nacer de un corazón dispuesto, debe también ser frecuente y hecha con amor. Jamás sea dejada de lado, ya que la Madre quiere que por ella lleguen los hijos a Dios y con el cual logra vencer al enemigo.
Jesús Eucaristía es cuerpo vivo y verdadero. Adoradlo y amadlo.
Hijos míos, es en la Eucaristía donde podéis sentir cómo se da a vosotros. Es en la Eucaristía donde vuelve a ser cuerpo y sangre, y es desde la Eucaristía que quiere salvar a las almas preparadas para recibirlo.
Hoy como nunca mis mensajes deben ser difundidos. Hoy como nunca debe el mundo conocer mis palabras, mi urgente llamado a la conversión, mi pedido de consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Aún aguarda el Señor a las almas. Gloria al Señor.
Deben saber mis hijos que los llamo a la consagración, porque siendo consagrados a mi Corazón, pertenecen a la Madre y al Hijo.
Digo a mis hijos: Sois para mí como niños recién nacidos, que necesitan el amor de su madre, el calor de su madre y el alimento de su madre. Os conduciré y os ayudaré a crecer en el amor al Señor, sólo os pido, dejaos guiar. Gloria a Dios.
No descanséis en vuestro andar. Noche y día debéis predicar. Insiste sin descanso. Mis mensajes deben ser leídos despaciosamente, para que puedan ser digeridos como yo lo deseo.
En estos tiempos en que el veneno del maligno parece contaminarlo todo, el Señor se manifiesta para que sea posible la salvación de las almas.
Estas palabras pueden llegar a debilitarse si se guardan, si no se extienden; deben ser anunciadas en toda la tierra.
Hablo a mis hijos para pedirles humildad, os pido humildad, porque en la humildad seréis gratos a los ojos de Dios. Os pido humildad porque el Señor quiere a los humildes y rechaza a los soberbios. Seguid el ejemplo de Cristo Jesús, las glorias sean a Él.
Querida hija, para muchos he desaparecido en la Cruz donde Jesús entregó su vida, siendo que fue allí donde mi maternidad comenzó a crecer, y mi amor de madre se extendió hacia todos los hombres por voluntad de mi Hijo.
Hoy con más fuerza voy fortaleciendo al inseguro, volviendo puro al impuro y justo al injusto.
Muchos son los hijos que conocen y veneran a la Madre. Muchos más son los que no la conocen. Hoy es tiempo de escucharla y conocerla porque el que la desprecia, desprecia a Cristo y se daña a sí mismo. Nadie tenga dudas, el amor no tiene revés. El que ama a Cristo, ame también a su Madre. Alabado sea el Señor. Que todos conozcan mi mensaje.
Yo soy el ancla, yo he anclado aquí. Yo soy el arca que quiere llevar a los hijos al Señor.
En estos momentos la humanidad toda está pendiente de un hilo. Si ese hilo se rompe, muchos serán los que no tengan salvación, por eso os llamo a la reflexión, apuraos que el tiempo se termina, no habrá lugar para aquél que tarde en venir. El Señor quiere que todos gocen de su reino. A los que están alejados de Él les digo: acercaos, Cristo Jesús está al alcance de vuestra mano.
La venida del Señor es inminente, y como dicen las Escrituras nadie sabe el día ni la hora, pero será; y ciertamente para esa hora debe el alma del cristiano prepararse. Hasta las piedras sabrán de Él.
Es así hija mía como quiere esta Madre dar a conocer la palabra de su Hijo.
Hoy el mundo está confundido, muy confundido. El mal se le presenta como única salida. La humanidad está siendo conducida por satanás al más profundo de los abismos, a la total perdición del alma. Bienaventurados los que quieran ver claro en su corazón. Bienaventurados los que se detengan a meditar. Bienaventurados los que se dejen conducir por la Madre. Gloria al Eterno.
En estos tiempos de grandes confusiones y tan poca luz en las almas, mi purísima luz será la que os guíe en medio de tanta oscuridad. Yo os ayudaré a vencer toda incertidumbre. Esta Madre hará posible vuestro encuentro con el Hijo. Para esto es necesario hacerse pequeño y abandonarse a mi Corazón. Amén. Amén.

Mensajes de Jesús

Días gloriosos os esperan. En Mí os regocijáis amados hijos míos.
Deben las criaturas venir a Mí, porque sólo conmigo las almas vivirán eternamente.
Es mi Madre la que impedirá que marchen a la deriva, la que hará que vengan directamente a Mí.
Hoy advierto al mundo lo que el mundo no parece advertir: las almas peligran, muchas se perderán, la salvación llegará a pocos si no soy aceptado como el Salvador.
Debe Mi Madre ser recibida, debe Mi Madre ser escuchada en la totalidad de sus mensajes. Debe el hombre descubrir la riqueza que Ella trae a los cristianos. Los hijos del pecado crecerán en él, si la incredulidad se acrecienta en ellos.
Quiero una renovación del espíritu, un desprendimiento de la muerte y un apego a la vida. El Corazón de Mi Madre es el escogido para que se haga realidad lo que Yo pido. Las almas se encontrarán conmigo por medio de su Corazón Inmaculado.
Antes fue salvado el mundo por medio del arca de Noé. Hoy el Arca es Mi Madre. Por medio de Ella se salvarán las almas porque Ella las traerá hacia Mí. Aquél que rechaza a Mi Madre, a Mí me rechaza.
Muchos están dejando pasar la gracia de Dios en estos días.
Id y evangelizad. No os fijéis dónde. En el lugar donde estéis, evangelizad a vuestros hermanos que nada conocen de la palabra de Dios. No lo olvidéis. Evangelizad.