Desde la fecundación hay un nuevo ser humano
En su número de diciembre de 2004, la Revista PALABRA, publicó una
entrevista con la Dra. Natalia López Moratalla, catedrática de Biología,
directora de nuestra sección de "Biología humana y Antropología
cristiana". No ha perdido actualidad, al contrario.
Cada día llegan a la opinión pública informaciones sobre
investigaciones científicas, proyectos legislativos o medidas políticas
referentes al origen de la vida humana: manipulaciones genéticas,
investigación con embriones, clonación de individuos (con fin
reproductivo o terapéutico), utilización de células madres embrionarias,
abortos tempranos, píldoras "del día después" (con efecto
antiimplantatorio, es decir, abortivo)
Formular una valoración ética de dichas prácticas implica un
conocimiento exacto, del que a menudo se carece, sobre lo que sucede en
las primeras fases de la vida humana. Precisamente con el título "Los
quince primeros días de una vida humana" (1), las biólogas Natalia López
Moratalla y María Iraburu Elizalde, investigadoras y profesoras de la
Universidad de Navarra, acaban de publicar un volumen que recoge la
bibliografía más reciente y los resultados de las investigaciones
científicas, desarrolladas en laboratorios de todo el mundo, acerca de
los primeros momentos del proceso embrionario. Lo más notable de esa
obra es que, a través de una rigurosa información biológico molecular,
explica los procesos del desarrollo embrionario y revela una
indiscutible continuidad de la vida humana a partir del "cigoto". Para
que nos hable de todo ello, hemos tenido ocasión de entrevistar a la
doctora López Moratalla, catedrática de Bioquímica desde 1981. Sus
investigaciones anteriores han versado acerca de los mecanismos de
potenciación del sistema inmunitario. G.B.
¿Por qué precisamente" los quince primeros días"?
El embrión humano necesita cinco días para hacer el primer viaje
de su vida desde las trompas cercanas al ovario, en que es concebido,
hasta el lugar preparado en el útero materno. En el día seis comienza a
implantarse y hasta el día catorce, en que completa este proceso de
anidación, el embrión va desarrollando su cuerpo, según el diseño
preciso de los ejes corporales establecidos ya en su primer día de vida.
Y así el día quince el embrión, embebido en el seno materno, tiene ya
el plano corporal completo: donde estará la cabeza, los pies, el
corazón, etc. En los quince primeros días ocurren los hitos más
importantes de la configuración corporal.
FECUNDACIÓN Y CIGOTO
¿En qué momento puede decirse que se ha efectuado la fecundación?
"enciende" una nueva vida desde esos peculiares materiales de partida.
El DNA de los cromosomas presentes en los gametos de los padres tuvo que
"rejuvenecerse", es decir quitar las marcas propias de la vida
transcurrida en el organismo de los progenitores, dejando el mensaje
genético preparado para dar vida a un nuevo ser. Durante la fecundación
el material genético heredado adquiere las nuevas marcas y la estructura
propia de inicio de una nueva existencia. Al mismo tiempo que este
proceso de "cambio de la impronta", tiene lugar otra serie de cambios en
el óvulo materno; al ser fecundado distribuye de una forma asimétrica
los componentes que contiene, de tal forma que deja de ser una simple
célula y se convierte en el cuerpo del hijo, en su estado más sencillo,
cigoto. La aparición de un cigoto es la muestra de que ya terminó el
proceso de fecundación y se ha concebido un nuevo ser humano.
¿Qué es exactamente y qué propiedades tiene el cigoto?
Un cigoto es un cuerpo humano en fase primordial. Todo el nuevo
ser esta ahí con las características y potencialidades propias de quien
inicia su primer día de vida. El cigoto es una realidad nueva y es más
que la simple célula producto de la fusión de los gametos de los
progenitores. El cigoto está polarizado porque tiene diseñados los ejes
corporales y una distribución de sus elementos asimétrica; por ello,
cuando se divide para convertirse en embrión de dos células, lo hace
según un plano perfectamente trazado de forma que estas dos células son
diferentes entre sí y diferentes al cigoto. Esto es, el cuerpo en estado
de cigoto se ha desarrollado a embrión bicelular. Luego lo hará a
embrión de tres, cuatro, ocho células en su día tres de vida, etc. Y en
cada etapa está todo el individuo con las potencialidades propias de ese
día de vida actualizadas y mostrando por tanto las propiedades que le
corresponden a esa edad.
En el cigoto se pone en acto la emisión del mensaje que contiene
el genoma que ha heredado y con ese "encendido de la vida" da la
primera orden, que es precisamente una división asimétrica. Es
impresionante observar como aparece el cigoto al final del periodo de
tiempo de la fecundación: su característica polarización produce un halo
de luz que ha permitido "ver" ese encendido de la nueva vida que ya ha
comenzado.
"DÍA DESPUÉS"
¿Cuánto tiempo transcurre desde la unión corporal de los padres hasta la constitución de ese cigoto?
Los espermios tardan unas seis horas en llegar al extremo de las
trompas que recogen el óvulo liberado del ovario. En ese tiempo se
capacitan y adquieren capacidad de recorrer el camino y reconocer la
zona pelúcida, o corteza que rodea el óvulo, y comenzar a penetrar por
ella. Se inicia así la fecundación, que tarda aproximadamente unas doce
horas hasta que queda autoconstituido el cigoto y comienza su división a
embrión bicelular.
La aparición del cigoto es, pues, signo de que ya está
completada la constitución de un individuo humano, una persona; es
importante tener en cuenta que el periodo de tiempo anterior, el proceso
de fecundación con sus etapas ordenadas en el tiempo, es
asignificativo. Transmitir vida humana, dar vida a un hombre, es una
alianza entre Dios (que le dona su imagen y semejanza) y los padres que
engendran. La llamada a la existencia por parte de Dios otorga el
carácter de persona al hombre que están concibiendo los padres. De esa
forma el resultado de la acción de Dios y de los padres es único y el
mismo: la persona del hijo. Respetar la vida incipiente del hijo es
también respetar el engendrarle.
Siendo eso así, ¿hasta qué punto cabe asegurar que una "píldora
del día después" (o "de un rato después") tiene carácter sólo
anticonceptivo?
Un rato o un día después no tiene nada que ver con que sea
anticonceptiva o abortiva. Que el efecto sea impedir que se inicie una
fecundación o que una vez iniciada destruya la vida incipiente o
naciente, se debe al mecanismo por el que el producto actúa. Esta
píldora no evita la fecundación sino que en caso de haberse producido y
por tanto iniciado la vida del hijo, ésta quedará más tarde
interrumpida. La ambigüedad no es si su mecanismo es o no abortivo, que
lo es de suyo, sino simplemente que la mujer que la toma desconoce si se
había quedado o no embarazada.
Es importante conocer que, hoy por hoy, no hay ninguna píldora
que impida que una vez que se ha iniciado una fecundación, se corte este
proceso y no se alcance la constitución del hijo cigoto. Y si algún
día" se encontrara un compuesto de este tipo también seria abortivo: se
habría interrumpido la vida naciente en un momento anterior.
EMBRIONES CONGELADOS
Cuando se habla de transferencia de embriones o de embriones congelados, ¿de qué fase se está hablando?
"blastocisto" y en el seis tiene que comenzar a anidar en el útero para
sobrevivir. Por ello no se puede mantener en el laboratorio más que esos
cinco o seis días en que alcanza la configuración corporal de
blastocisto.
A1 comienzo de las prácticas de fecundación in vitro se
transferían a la madre o se congelaban en el día uno de vida. Después se
acertó con algunos medios de mantenerlos en cultivo a fin de
seleccionar los de "mayor vitalidad", para una primera transferencia al
útero; y se congelaron el resto en fase de 2,4 e incluso 8 células, es
decir hasta su tercer día de edad. Más recientemente, el deseo de hacer
un diagnóstico genético, que permitiera elegir o rechazar los que
pudieran potencialmente portar alguna predisposición hacia alguna
enfermedad concreta, ha llevado a mantenerlos en cultivo hasta el día
cinco.
En el libro alude usted a la gemelación. Si un embrión puede dar
origen a dos o más gemelos, no puede decirse que el embrión fuera "un"
individuo (ni que, por tanto, eliminarlo fuera matar a una persona)...
Planteado dentro modo, en lo casos de hermanos gemelos ¿cuándo se ha
producido la distinción?
"un" individuo. Con la embriología actual esta hipótesis ha quedado sin
fundamento: un embrión asimétrico no se parte en dos mitades iguales, y
el embrión es asimétrico desde que es cigoto. Se plantean por tanto
nuevas hipótesis para explicar el origen de los gemelos: los mecanismos
que regulan la fecundación pueden ocasionar que una sola termine en dos
cigotos, dos individuos que arrancan independiente a vivir su día uno de
vida.
CÉLULAS MADRE
Una última pregunta. ¿A qué etapa se refiere la cuestión de las células madres embrionarias utilizables terapéuticamente?
"domesticables". Estas células madre son las que forman la llamada masa
interna del blastocisto. Aparecen con éste en el día cinco de vida. En
ese estado el embrión tiene dos tejidos diferentes: la parte externa a
través de la cual se implanta en el útero y que formará la placenta y un
montoncito de células, llenas de potencial de crecer, y que según el
sitio que ocupan en el cuerpo del embrión dan lugar a todos los tipos
celulares que forman los órganos y tejidos. Estas células tienen su
propio etiquetado por el que saben qué sitio ocupan y por tanto si deben
ir hacia hacer la cabeza o los pies o la espalda o la tripa. Por ello
han sido un rotundo fracaso los experimentos dirigidos a un supuesto uso
terapéutico; se han destruido embriones, tomado estas células madre
embrionarias y se ha intentado dirigirlas en el laboratorio hacia un
tipo u otro, con la idea de transplantarlas luego al tejido del enfermo y
que sustituyan a las que tiene dañadas por la enfermedad. El resultado
es que no se logra ni que vayan en la dirección deseada, ni controlar su
crecimiento por lo que son un tumor en potencia, ni tampoco que una vez
producidas en cantidad y conservadas como "línea celular" sean
estables; de hecho, van alterándose genéticamente con el paso del
tiempo.
Este resultado es lógico y era esperable de unas células cuya
función es dar el cuerpo entero y no simplemente sustituir las dañadas
en el organismo propio. Esta función de "regenerar" lo estropeado por
accidente o por enfermedad degenerativa es la propia de las células
madre de adulto. Se están usando con éxito para curar a enfermos.
(1) «LOS PRIMEROS QUINCE DÍAS DE LA VIDA HUMANA»
EL volumen, prologado por el catedrático Esteban Santiago,
consta de cinco capítulos. En el primero se consideran los principios
básicos que presiden la autoconstrucción de un organismo, con
implicación de la dotación genética y de factores del medio: cooperación
dinámica que regula la expresión de los genes a lo largo del tiempo y
dirige con acierto la diferenciación del individuo según su programa de
desarrollo. El segundo muestra cómo la fecundación da lugar al cigoto,
que no es simple suma del material genético paterno y materno dentro del
óvulo, sino que una unidad celular con un fenotipo característico y un
estado propio, primer momento del nuevo individuo humano vivo. El
tercero pone de manifiesto la aparición de polarizaciones y asimetrías
durante el desarrollo, que se dan ya en el propio cigoto, y que llevan
al establecimiento de los ejes corporales cabeza-cola, dorso-ventral y
derecha-izquierda, de gran importancia para la diferenciación celular y
la organización del desarrollo. Los dos últimos capítulos describen los
procesos por los que en los primeros seis días el cigoto se va
transformando en blastocisto; y los que tienen lugar en los nueve
siguientes en que se produce la implantación del embrión en la pared
uterina, sigue su desarrollo y se establece su vida en simbiosis con el
organismo materno.
El libro será de gran provecho para médicos y biólogos de
cualquier especialidad, para quienes deseen formarse criterio ético
desde una perspectiva científica, y para quienes hayan de intervenir en
la legislación en ese campo. Aunque se trata de una obra rigurosa en sus
análisis científicos, también el lector culto no especialista puede
hacerse una idea de sus líneas generales y de su alcance, en parte
gracias a las abundantes ilustraciones, de Carlos Cruchaga Gómez, que
facilitan su comprensión. • S.L.
Ser ignorante no es pecado, pero se puede volver, pues si uno puede salir de ello en lo que concierne al bien eterno y no lo hace, la persona puede morir eternamente. Pues hoy dia la gente se preocupa por no ser ignorante al mundo pero si a las cosas de Dios, y esta ignorancia no la va a justificar Dios el día de su juicio, por eso los Apóstoles decían que era mejor hacerse necios ante las cosas del mundo que pasan, para ser agradable a Dios.
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