Mensaje extraordinario dado por la Virgen a Iván el día 4 de marzo de 2012 en Buenos Aires, Argentinaby Rosas para la Gospa |
«La Virgen vino alegre, contenta. Ella nos ha saludado con su saludo maternal "Sea alabado Jesús, queridos hijos míos".
Después de eso ella ha orado por cada uno de los Sacerdotes aquí
presentes, oró ante ellos un largo tiempo en su lengua aramea, después
extendió sus manos sobre cada uno de los presentes y oró por cada uno
de ellos. Ella oró especialmente por los enfermos allí presentes, oró
por los Obispos, por los Sacerdotes y por los Cardenales. Después de eso
nos bendijo con su bendición maternal y ha bendecido todo lo que
ustedes han traído para la bendición. Luego la Virgen dijo:
“Queridos
hijos: los invito hoy a que se abran a la oración, hijitos, viven en un
tiempo en el que Dios les da grandes gracias y ustedes no la saben
aprovechar, se preocupan por todas las otras cosas menos por vuestra
alma y por vuestra vida espiritual. Despiértense de este mundo cansado,
del sueño cansado de vuestra alma y díganle a Dios con toda fuerza: Si.
Decídanse por la santidad y la conversión. Queridos hijos yo estoy con
ustedes y los llamo a la perfección y a la santidad de vuestra alma y
de todo lo que hagan. Gracias por haber respondido a mi llamado.”
Luego
yo encomendé a todos los presentes, todas sus necesidades, sus
intenciones, sus familias y todas las intenciones que han traído; de
manera especial he encomendado a los sacerdotes presentes y los enfermos
que han venido. Luego la Virgen continuó orando un tiempo sobre todos
nosotros, y en particular por los Cardenales que estaban en el Vaticano
rezando. Después se marchó en oración, se marchó en el signo luminoso de
la luz y de la cruz con su saludo: “Vayan en paz, queridos hijos míos.”»