Cada acto de la criatura que no hasido hecha en la Unión con la Voluntad Divina,es una deuda que tenemos con Dios, porque cada uno de estos actos que se hubieran hechos en la Voluntad Divina habrían generado una vida Divina,buen hijo de Dios, por lo tanto tenemos deudas de vidas Divinas.
Deudas que a nosotros nos sería imposible de pagar, porque ninguno de nosotros tenemos vida Divina como para poderle pagar a Dios Padre Celestial, por eso.
Por todo lo que habíamos realizado haciéndole muertes a tantísimas vidas de Él.
Y es Jesús que viene y da la vida por las vidas y el amor Divino se convierte en su verdugo interior, y le aplica la muerte por cada acto de voluntad humana.
Es por eso que un Dios, teniendo la naturaleza Divina ido pagarle al Padre Celestial.
Jesús tubo que llegar a sentir el no sentir ser Dios.
Por lo expuesto, el padre nuestro es deuda y no ofensas, las ofensas se perdonan pero las deudas se deben pagar. Por ejemplo: si un niño rompe un vidrio dela casa de un vecino con su pelota, el vecino lo puede perdonar, pero se debe pagar el vidrio roto, y di el niño no puede será su responsable el que debe reponer el vidrio roto.
Nota: El escrito del título es tomado del libro de Cielo de Luisa Picarreta hija del Reino de la Divina Voluntad.