MENSAJE DE NUESTRA SEÑORA A SU MENSAJERO, GUSTAVO
“…
sus corazones están llenos de egoísmos, tristezas, dolores, enojos y
preocupaciones del mundo, no hay lugar para Nuestro Señor.”
DOMINGO, 1 DE ENERO DE 2012 – 11:00 HORAS
PROVINCIA DE SANTA FE – ARGENTINA
“Hijos
míos, un nuevo año ha comenzado y es mi deseo maternal llevarles a Mi
Hijo recién nacido y dejarlo en vuestros corazones, pero sus corazones
están llenos de egoísmos, tristezas, dolores, enojos y preocupaciones
del mundo, no hay lugar para Nuestro Señor. Un nuevo día se ha iniciado
pero veo en mis hijos e hijas mías, contiendas unos con otros, disputas y
rivalidades, no hubo un verdadero acercamiento y perdón entre hermanos,
no dejaron el pasado atrás, sino que conviven con él, pero en especial
se aferran al yo que los lleva a colocarse primero en todo y
avasallar a sus propios hermanos y prójimos. Mi Amado Jesús no vino al
mundo para que se maten mutuamente sino para que se amen, vivan en paz y
en el Amor de Dios; las fiestas que celebraron, donde se reunieron en
familia solo han sido un teatro, porque finalizadas éstas prosiguieron
con las peleas y críticas, de quien es mejor o quien tiene razón. En
este tiempo donde el mundo pareciera que ha caído en un pozo profundo y
oscuro, del cual no desea salir, esta Madre con Su Pequeño en brazos,
desea que hagan un pequeño lugar en su corazón, por más diminuto que
sea, para que mi Hijo descanse de tan largo viaje y cambie sus vidas de
la tristeza por la felicidad que proviene de lo Alto y no la del mundo
que dura como la brisa matutina. Depende de
ustedes mis amados, Mi hijo, pronto dejará de venir como un niño para
hacerlo como Justo Juez, el tiempo restante es casi efímero, pero en ese
instante no descansaré de llamarlos y hacerles conocer al Salvador y
Fuente de la Vida. Como todas las veces que les hablo a mis hijos, nuevamente les pido CONFESIÓN, AYUNO, SANTO ROSARIO Y EUCARISTIA,
es necesario que cumplan con mi pedido ya que es para el bien y
salvación de vuestras almas. Nadie de este mundo está seguro por sí
mismo, todo aquel que confía en su propia voluntad está perdido en
tinieblas porque primero confía en el yo y no en Dios. Cuando mis hijos
ponen su confianza en su propia persona el enemigo se hace fuerte y los
hace presa de sus artimañas. El tiempo
apremia mis niños, los acontecimientos pronto se desatarán y se
manifestarán en toda su potencia, Dios Padre lo ha permitido, pero antes
que todo suceda, ruego a Mis hijos que me ayuden a rescatar la mayor
cantidad de almas posibles. Usen los dones que Dios
Todopoderoso les ha otorgado, adminístrenlos con sabiduría, no los
guarden bajo la cama, son para hacerlos crecer en abundancia para el
bien de sus hermanos, los cuales necesitan de ustedes. Manténganse
en alerta, con un corazón atento al llamado del Cielo, observen con
detenimiento y dedicación las señales y signos de estos tiempos porque
están frente a sus ojos. No teman por lo que sucederá, porque hay
designios que deben llevarse a cabo para la salvación de la humanidad,
como Madre no es Mi deseo que se pierda ninguna criatura si no la
salvación de todas, pero por decisión propia del alma que
prefiere el camino de la noche, nada puedo hacer al no querer escuchar o
saber las noticias del Cielo. Oren
el Santo Rosario sin cesar, oren por las naciones, sus gobernantes y
pueblos, porque los flagelos del hambre, enfermedades y la guerra
azotarán la tierra. La naturaleza intentará recuperar aquello que el
hombre ha destruido y el dolor para mis hijos será grande. Oren
por Argentina, en especial por sus gobernantes porque sus errores
arrastrarán al pueblo a una crisis de padecimiento y llanto, oren por
ellos, por su salvación. Gracias por haberme recibido en sus corazones, vuestra Madre, María.”