jueves, 30 de septiembre de 2021

LA NUEVA EVANGELIZACIÒN

San Juan 17 3. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. San Marcos 1 15. «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.» Catecismo RTÍCULO 1 EL HOMBRE , IMAGEN DE DIOS 1701 “Cristo, [...] en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación” (GS 22, 1). En Cristo, “imagen del Dios invisible” (Col 1,15; cf 2 Co 4, 4), el hombre ha sido creado “a imagen y semejanza” del Creador. En Cristo, redentor y salvador, la imagen divina alterada en el hombre por el primer pecado ha sido restaurada en su belleza original y ennoblecida con la gracia de Dios (GS 22). La voluntad humana de Cristo 475 De manera paralela, la Iglesia confesó en el sexto Concilio Ecuménico que Cristo posee dos voluntades y dos operaciones naturales, divinas y humanas, no opuestas, sino cooperantes, de forma que el Verbo hecho carne, en su obediencia al Padre, ha querido humanamente todo lo que ha decidido divinamente con el Padre y el Espíritu Santo para nuestra salvación (cf. Concilio de Constantinopla III, año 681: DS, 556-559). La voluntad humana de Cristo "sigue a su voluntad divina sin hacerle resistencia ni oposición, sino todo lo contrario, estando subordinada a esta voluntad omnipotente" (ibíd., 556). 460 El Verbo se encarnó para hacernos "partícipes de la naturaleza divina" (2 P 1, 4): "Porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del hombre: para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios" (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 3, 19, 1). "Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios" (San Atanasio de Alejandría, De Incarnatione, 54, 3: PG 25, 192B). Unigenitus [...] Dei Filius, suae divinitatis volens nos esse participes, naturam nostram assumpsit, ut homines deos faceret factus homo ("El Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre, hiciera dioses a los hombres") (Santo Tomás de Aquino, Oficio de la festividad del Corpus, Of. de Maitines, primer Nocturno, Lectura I). Nota; En Cristo, unidos en El No a nosotros solos, porque puede sonar a la nueva era (nwe age), que habla que el hombre debe llegar a ser dios, pero ellos jamàs se injertan en Jesùs. En la ùltima Cena, Jesùs les dice a sus Apòstoles: Jesùs habla con Su Padre;"Yo en ellos Tù en Mì, para que ellos sean uno con nosotros como Tù y Yo somos Uno. No en la unidad de lo que se viene acostumbrados a realizar, con dos, tres o mil personas juntas en penasamientos, edeas o acciones, eso es modo humano; sino en la misma forma y medida que El Padre y El Hijo, primera y segunda Persona de la Santìsima Trinidad. El nos quiere asociar en esa Unidad. Esto debe de ir en concordancia con las autoridades de la Iglesia Catòlica Apostòlica. El Espiritu Santo en su acciòn, debe estar enfocada en Jesùs. En la ùltima Cena Jesùs vuelve a decirles a sus Apòstoles; El Espiritu Santo les revelarà la Verdad Plena,y la Verdad Plena es Jesùs. Tambien les dice; Cuando les envie al Paraclito,no hablarà de lo suyo, sino hablarà de lo Mio. Jesucristo le dice a Luisa Picarreta, la pequeña hija de Su Divina Voluntad obrante, en los escritos del libro de Cielo, dictados por nuestro Seññor Jesucristo; En èsta tercera renovaciòn de la Humanidad toda aquì,va a dar a conocer còmo esa parte Divina interactuaba la Divinidad con la humanidad de Jesucristo, que hacia Jesùs en sus actos normaes, cuando comia, dormia, caminaba o trabajaba con su padre putativo Josè, que son partes que han quedado oscuras para conocer a Jesùs, debemos esperar forzosamente que sea por revelaciòn Divina, sino no la podemos prenetrar por nosotros, si El no las comunica, nunca estarà abierta a nuestro conocimiento. Jesùs les dice a sus apostòles: "Todavà tengo muchas cosas que contarles, pero ahora no pueden con ello.

sábado, 25 de septiembre de 2021

La humillación es portadora de gloria.

(4) Y Jesús: “Hija mía buena, no temas, la humillación es portadora de gloria, al desprecio de las criaturas surge el aprecio divino, y el abandono de ellas es el llamado de la fiel compañía de tu Jesús, por eso déjame hacer. Si tú supieras cómo está armada la Divina Justicia, no te opondrías, más bien me rogarías que te hiciera sufrir para perdonar en parte a tus hermanos, serán devastadas otras regiones y la miseria está a las puertas de las ciudades y de las naciones. Mi corazón siente tales ternuras al ver a qué estado de desolación y de desorden se reducirá la tierra, y esta mi ternura tan sensible por las criaturas viene ofendida por la dureza del corazón humano. ¡Oh! cómo me es intolerable la dureza del corazón humano, mucho más ante el mío que es todo ternura amorosa y bondad hacia ellos. Un corazón duro es capaz de todos los males, y llega a tanto de hacer burla de las penas de otros, y cambia las ternuras de mi corazón para él en dolores y llagas profundas. La prerrogativa más bella de mi corazón es la ternura, todas las fibras, los afectos, los deseos, el amor, los latidos de mi corazón, tienen por principio la ternura, así que mis fibras son tiernas, mis afectos y deseos son ternísimos, mi amor y latidos son tan tiernos, que llegan a derretirme el corazón por ternura, y este amor tierno me hace llegar a amar tanto a las criaturas, que me contento de sufrir Yo, antes que verlos sufrir a ellos; un amor cuando no es tierno es como un alimento sin condimento, como una belleza envejecida que no sabe atraer a ninguno para hacerse amar, y como una flor sin perfume, como un fruto árido sin jugo y dulzura. Un amor duro, sin ternura, es inaceptable y no tendría virtud de hacerse amar por ninguno. Por eso mi corazón sufre tanto al ver la dureza de las criaturas, que llegan a cambiar mis gracias en flagelos”.

LIBRO DE CIELO- Dictado por nuestro Señor Jesucristo a su pequeña hija de Su Divina Voluntad

Jesús da el título al libro sobre su Voluntad. Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre amable Jesús me hacía ver al reverendo padre que debe ocuparse de la publicación de los escritos acerca de la adorable Voluntad de Dios, y Jesús poniéndose cercano a él le decía: “Hijo mío, el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será este: “El reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas. Libro de Cielo. La llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios.” Mira hija mía, también el título quiero que corresponda a la gran obra de mi Voluntad, quiero que la criatura comprenda que su puesto asignado por Dios es en mi Voluntad y hasta en tanto no entre en Ella estará sin puesto, sin orden, sin finalidad, será un intruso en la Creación sin derecho de permanencia, por eso irá errante, sin paz, sin herencia, y Yo, movido a compasión de él le gritaré continuamente: “¡Entra en tu puesto, regresa al orden, ven a tomar tu herencia, a vivir en tu casa, ¿por qué quieres vivir en casa extraña? ¿Por qué quieres ocupar un terreno que no es tuyo? Y no siendo tuyo vives infeliz y eres el siervo y el hazmerreír de todas las cosas creadas..., todas las cosas creadas por Mí, como permanecen en su puesto están en el orden y en perfecta armonía, están con toda la plenitud de los bienes que Dios les asignó, sólo tú quieres ser infeliz, pero infelicidad voluntaria, por eso, ven a tu puesto, a él te llamo y ahí te espero!” Por eso, aquel que se prestará a hacer conocer mi Voluntad será mi portavoz, y Yo le confiaré los secretos del reino de Ella.” + + + Agosto 27, 1926 Vol. 19 Necesidad de estos escritos que son espejo divino. “Mi sumo Bien, mi deseo es que no quisiera escribir más, cuánto me pesa, si no fuera por temor de salir de tu Querer y desagradarte, no lo haría.” Y Él, truncando mi hablar ha agregado: “Tú no lo quieres, pero Yo lo quiero, quiero aquello que te digo, y tú para obedecer escribe. Por ahora esto que escribes sirve de espejo a ti y a aquellos que toman parte en tu dirección, pero vendrá el tiempo en que servirá de espejo a los demás, así que lo que tú escribes dicho por Mí, se puede llamar espejo divino, ¿y tú quisieras quitar este espejo a mis criaturas? Piénsalo seriamente hija mía, y no quieras restringir este espejo de gracia con no escribir todo.” Yo al oír esto he quedado confundida y humillada y con gran repugnancia de escribir estas últimas palabras suyas, pero la obediencia me lo ha impuesto absolutamente y sólo por obedecer he escrito. Deo Gratias + + + + Octubre 13, 1906 Vol. 07 La palabra de Jesús es sol. En estos días pasados no había escrito nada de lo que Jesús me había dicho, sentía una aversión, y Jesús al venir me ha dicho: “Hija mía, ¿por qué no escribes? Mi palabra es luz y así como el sol resplandece en todos los ojos, de modo que todos tienen luz suficiente para todas sus necesidades, así cada palabra mía es más que un sol, que puede ser luz suficiente para iluminar cualquier mente y enfervorizar cualquier corazón. Así que cada palabra mía es un sol que sale de Mí, que por ahora te sirve sólo a ti, pero escribiéndola servirá para otros; y tú no escribiéndola vienes a sofocar este sol en Mí y a impedir el desahogo de mi Amor y todo el bien que podría hacer un sol.” Y yo: “¡Ah, Jesús mío! ¿Quiénes leerán palabra por palabra todos estos escritos que Tú me dictas?” Y Él: “Esto no debe interesarte a ti, sino a Mí, y aunque no fuera ninguno, lo que no será, los tantos soles de mis palabras surgirán majestuosos poniéndose para bien de todos; en cambio, si no las escribes impides que el sol surja, y harías tanto mal como uno que pudiera impedir que el sol surgiera sobre el horizonte, ¿cuántos males no haría a la tierra? Él a la naturaleza y tú a las almas. Además, es gloria del sol resplandecer majestuoso y tomar como en un puño la tierra y a todos con su luz, el mal es para quien no la aprovecha. Así será del sol de mis palabras, será gloria mía el hacer surgir tantos diferentes soles encantadores y bellos por cuantas palabras digo, el mal será para quien no las aproveche.” + + + + Diciembre 27, 1918 Vol. 12 ​ "Mira cómo es necesario hacer entender que se necesita el pleno abandono para vivir en mi Voluntad,y tú dices que no era necesario escribir sobre esto, te compadezco, porque tú no ves lo que veo Yo, por eso lo tomas a la ligera; en cambio en mi Omnividencia veo que estos escritos serán para mi Iglesia como un nuevo Sol que surgirá en medio de Ella, y los hombres atraídos por su luz deslumbrante se aplicarán para transformarse en esta Luz y salir espiritualizados y divinizados, por lo cual renovándose la Iglesia, transformarán la faz de la tierra. La doctrina sobre mi Voluntad es la más pura, la más bella, no sujeta a sombra de materia o de interés, tanto en el orden sobrenatural como en el orden natural, por eso será, a manera de sol, la más penetrante, la más fecunda y la más bienvenida y acogida. Y como es Luz, por sí misma se hará entender y se abrirá camino. No estará sujeta a dudas, a sospechas de error, y si alguna palabra no se entenderá, será la demasiada Luz, que eclipsando la inteligencia humana no podrán comprender toda la plenitud de la verdad, pero no encontrarán una palabra que no sea verdad, a lo más, no podrán del todo comprenderla. Por eso, en vista del bien que veo, te incito a que nada dejes de escribir, un dicho, un efecto, una semejanza sobre mi Voluntad, puede ser como un rocío benéfico sobre las almas, como es benéfico el rocío sobre las plantas después de un día de sol ardiente, como una lluvia abundante después de largos meses de sequía. Tú no puedes entender todo el bien, la luz, la fuerza que hay dentro de una palabra, pero tu Jesús lo sabe, y sabe a quién debe servir y el bien que debe hacer.” Ahora, mientras esto decía me ha hecho ver en medio de la Iglesia una mesa, y todos los escritos sobre la Divina Voluntad puestos encima, muchas personas venerables rodeaban esa mesa y salían transformadas en luz y divinizadas, y conforme caminaban comunicaban aquella Luz a quien encontraban. Y Jesús ha agregado: “Tú verás desde el Cielo el gran bien, cuando la Iglesia recibirá este alimento celestial, que fortificándola la hará resurgir en su pleno triunfo.” + + + + Febrero 10, 1924 Vol. 16 ​ “Hija mía, cuánto me interesa mi Voluntad, cómo amo, suspiro que sea conocida, es tanto mi interés que estoy dispuesto a dar cualquier gracia a quien quiera ocuparse de hacerla conocer. ¡Oh! cómo quisiera que se hiciese pronto, porque veo que todos mis derechos me serán restituidos y el orden entre Dios y la criatura será restablecido; no daré más mis bienes por mitad a las generaciones humanas, sino todos enteros, ni recibiré más de ellas cosas incompletas, sino todas enteras. ¡Ah! hija mía, el poder y el querer dar y no encontrar a nadie a quién dar, es siempre una pena y un peso sin esperanza de ser aligerado; si tú supieras con cuánto celo de amor estoy en torno al alma cuando la veo dispuesta a hacer sus actos en mi Voluntad: Antes de que comience el acto, en él hago correr la luz y la virtud de mi Voluntad, a fin de que el acto tenga su principio sobre la virtud que contiene mi Voluntad; conforme la criatura lo va formando, así la luz y la virtud divina lo inviste y desenvuelve, y conforme lo cumple, la luz se sella sobre él y le da la forma de un acto divino, y ¡oh! cómo goza mi suprema Bondad al ver que la criatura posee este acto divino; a estos actos mi eterno Amor no dice jamás basta, da y da siempre, porque ante estos actos divinos formados por la criatura en mi Voluntad, mi Amor no sabe limitarse, porque siendo divinos debe recompensarlos con amor infinito y sin límites. ¿No ves tú misma con cuánto amor te guío, te acompaño y llego muchas veces a hacer junto contigo lo que haces tú? Y esto para dar un valor divino a tus actos. Cómo soy feliz al ver que en virtud de mi Voluntad tus actos son divinos, similares a los míos, no hay más distancia entre tu pequeño amor y el mío, entre tu adoración y la mía, entre tus adoraciones y las mías, pues todo, investido por la luz del Querer eterno, pierde lo finito, las apariencias humanas, y adquieren lo infinito y la sustancia divina, y transformando todo junto el obrar de Dios y del alma, forma de ellos uno solo; por eso sé atenta y tu vuelo en mi Voluntad sea continuo.” ​ Agosto 18, 1926 Vol. 19 ​ ​ Después de esto pensaba en el gran sacrificio de escribir, en mis repugnancias, en las luchas que he sufrido para escribir, y que sólo el pensamiento de poder disgustar a mi amado Jesús me ha hecho hacer el sacrificio de obedecer a quien me ordenaba el hacerlo; no obstante decía entre mí: “¿Quién sabe donde irán a terminar estos escritos, en qué manos podrán estar? ¿Quién sabe cuántas cavilaciones, cuántas oposiciones harán, cuántas dudas? Y me sentía intranquila, mi mente era afligida por tal aprensión que me sentía morir, y mi dulce Jesús para tranquilizarme haregresado diciéndome: “Hija mía, no te turbes, estos escritos son míos, no tuyos, y no importa en qué manos puedan estar, ninguno podrá tocarlos para deteriorarlos, Yo los sabré custodiar y defender, porque me pertenecen, y cualquiera que los tome con buena y recta voluntad encontrará en ellos una cadena de luz y de amor, con las cuales amo a las criaturas. Estos escritos los puedo llamar desahogo de mi Amor, locuras, delirios, excesos de mi Amor, con el cual quiero vencer a la criatura, a fin de que regrese en mis brazos para hacerle sentir cuánto la amo. Y para hacerle conocer mayormente cuánto la amo quiero llegar al exceso de darle el gran don de mi Voluntad como vida, porque sólo con Ella el hombre podrá ponerse al seguro y sentir las llamas de mi Amor, mis ansias de cuánto la amo. Así que quien lea estos escritos con la intención de encontrar la verdad, sentirá mis llamas y se sentirá transformado en amor y me amará de más. Ahora, quien los lea para encontrar cavilaciones y dudas, su inteligencia quedará cegada y confundida por mi luz y por mi Amor. Hija mía, el bien, mis verdades, producen dos efectos, uno contrario al otro: ‘Para los dispuestos son luz para formar el ojo en su inteligencia, y vida para dar la vida de santidad que mis verdades encierran; a los indispuestos los ciega y les priva del bien que mis verdades encierran.” Después ha agregado: “Hija mía, date valor, no quieras turbarte, lo que ha hecho tu Jesús era necesario a mi Amor y a la importancia de lo que te debía manifestar acerca de mi Divina Voluntad, puedo decir que debía servía a mi misma Vida y para hacerme cumplir la obra de la Creación, por eso era necesario que al principio de éste tu estado usara contigo tantas estratagemas de amor, que haya tenido tantas intimidades contigo que llega a parecer increíble el como llegué a tanto, y también por qué te hice sufrir tanto para ver si tú te sometías a todo, y después te ahogaba con mis gracias, con mi Amor, y te sometía nuevamente a las penas para estar seguro de que no me habrías negado nada, y esto para vencer tu voluntad. ¡Oh, si Yo no te hubiera mostrado cuánto te amo, si no te hubiera dado generosamente tantas gracias, ¿crees tú que hubiera sido fácil someterte a este estado de pena, y por tan largo tiempo? Era mi Amor, mis verdades, que te tenían y te tienen aún como imantada en Quien tanto te ama. Todo lo que he hecho al principio de éste tu estado era necesario, porque debía servir como fondo, como decencia, decoro, preparación, santidad y disposición a las grandes verdades que te debía manifestar sobre mi Divina Voluntad. Por eso, de los escritos tendré más interés Yo que tú, porque son míos, y una sola verdad sobre mi Fiat me cuesta tanto, que supera el valor de toda la Creación, porque la Creación es obra mía, en cambio mi verdad es Vida mía, y Vida que quiero dar a las criaturas, y lo puedes comprender por lo que has sufrido y por las gracias que te he hecho para llegar a manifestarte mis Verdades sobre mi Santo Querer. Por eso tranquilízate y amémonos hija mía, no rompamos nuestro amor, porque nos cuesta demasiado a los dos, tú con tener tu vida sacrificada a mi disposición y Yo con el sacrificarme por ti.” Mayo 19, 1938 Vol. 36 ​ ​ ​ Jesús mismo se hará vigilante custodio de estos escritos, y el interés será todo suyo. Después de esto me sentía pensativa acerca de estos benditos escritos, y por la insistencia de mi amado Jesús al querer que continúe escribiendo y además, después de tantos sacrificios, ¿a donde irán a terminar? Y mi amado Jesús interrumpiendo mi pensamiento me ha dicho: “Hija mía, no te preocupes, Yo seré vigilante custodio, porque me cuestan demasiado, me cuestan mi Voluntad, la Cual entra en estos escritos como vida primaria. Podría llamarlos: ‘Testamento de Amor que hace mi Voluntad a las criaturas.’ Ella se hace donadora de Sí misma y las llama a vivir en su heredad, pero con modos tan suplicantes, atrayentes, amorosos, que sólo los corazones de piedra no se moverán a compasión y no sentirán la necesidad de recibir un bien tan grande. Entonces, estos escritos están llenos de Vidas Divinas, las cuales no se pueden destruir, y si alguno quisiera intentarlo, le sucedería como a aquél que quisiera destruir el cielo, el cual, ofendido, le caería encima por todas partes y lo aniquilaría bajo su bóveda azul, así que el cielo permanecería en su puesto y todo el mal caería sobre aquél que quisiera destruir el cielo; o bien quien quisiera destruir el sol, el sol se reiría de éste y lo quemaría; o como otro que quisiera destruir las aguas del mar, el mar lo ahogaría. Demasiado se necesita para tocar lo que te he hecho escribir sobre mi Voluntad, porque puedo llamarlo nueva creación viviente y hablante. Todo esto será el último alarde, el último desahogo de mi Amor hacia las generaciones humanas; es más, tú debes saber que a cada palabra que te hago escribir sobre mi Fiat, duplico mi Amor hacia ti y hacia quienes las leerán, para hacerlos quedar embalsamados por mi Amor. Así que conforme escribes me das el campo para amarte de más; veo el gran bien que harán, siento en cada palabra mía las vidas palpitantes de las criaturas que conocerán el bien de mi palabra y formarán la Vida de mi Voluntad en ellas. Por eso el interés será todo mío, y tú abandona todo en Mí. Tú debes saber que estos escritos han salido del centro del gran Sol de mi Voluntad, cuyos rayos están llenos de las verdades salidas de este centro, los cuales abrazan todos los tiempos, todos los siglos, todas las generaciones. Esta gran cantidad de rayos de luz llena Cielo y tierra, y por caminos de luz llama a todos los corazones, y ruega y suplica que reciban la Vida palpitante de mi Fiat, que nuestra Paterna Bondad se ha dignado dictar desde dentro de su centro con los modos más insinuantes, atrayentes, afables, llenos de dulzura, y con Amor tan grande que da en lo increíble y hace quedar estupefactos a los mismos ángeles. Cada palabra puede llamarse un portento de Amor, uno más grande que otro, por eso, querer tocar estos escritos es quererme tocar a Mí mismo, el centro de mi Amor, mis finezas amorosas con las cuales amo a las criaturas. Yo sabré defenderme a Mí mismo y confundir a quien quiera mínimamente desaprobar aún una sola palabra de lo que está escrito sobre mi Divina Voluntad. Por eso continúa escuchándome hija mía, no quieras estorbar a mi Amor, ni me quieras atar los brazos con el hacer retroceder en mi seno lo que quiero que continúes escribiendo. Demasiado me cuestan estos escritos, me cuestan cuanto cuesto Yo mismo. Por eso tendré tal cuidado, que ni siquiera una palabra dejaré que se pierda.” ​ + + + Junio 20, 1938 Vol. 36 ​ Deo Gratia<

viernes, 24 de septiembre de 2021

DIVINA VOLUNTAD

Febrero 10, 1924 Vol. 16 ​ “Hija mía, cuánto me interesa mi Voluntad, cómo amo, suspiro que sea conocida, es tanto mi interés que estoy dispuesto a dar cualquier gracia a quien quiera ocuparse de hacerla conocer. ¡Oh! cómo quisiera que se hiciese pronto, porque veo que todos mis derechos me serán restituidos y el orden entre Dios y la criatura será restablecido; no daré más mis bienes por mitad a las generaciones humanas, sino todos enteros, ni recibiré más de ellas cosas incompletas, sino todas enteras. ¡Ah! hija mía, el poder y el querer dar y no encontrar a nadie a quién dar, es siempre una pena y un peso sin esperanza de ser aligerado; si tú supieras con cuánto celo de amor estoy en torno al alma cuando la veo dispuesta a hacer sus actos en mi Voluntad: Antes de que comience el acto, en él hago correr la luz y la virtud de mi Voluntad, a fin de que el acto tenga su principio sobre la virtud que contiene mi Voluntad; conforme la criatura lo va formando, así la luz y la virtud divina lo inviste y desenvuelve, y conforme lo cumple, la luz se sella sobre él y le da la forma de un acto divino, y ¡oh! cómo goza mi suprema Bondad al ver que la criatura posee este acto divino; a estos actos mi eterno Amor no dice jamás basta, da y da siempre, porque ante estos actos divinos formados por la criatura en mi Voluntad, mi Amor no sabe limitarse, porque siendo divinos debe recompensarlos con amor infinito y sin límites. ¿No ves tú misma con cuánto amor te guío, te acompaño y llego muchas veces a hacer junto contigo lo que haces tú? Y esto para dar un valor divino a tus actos. Cómo soy feliz al ver que en virtud de mi Voluntad tus actos son divinos, similares a los míos, no hay más distancia entre tu pequeño amor y el mío, entre tu adoración y la mía, entre tus adoraciones y las mías, pues todo, investido por la luz del Querer eterno, pierde lo finito, las apariencias humanas, y adquieren lo infinito y la sustancia divina, y transformando todo junto el obrar de Dios y del alma, forma de ellos uno solo; por eso sé atenta y tu vuelo en mi Voluntad sea continuo.” ​ A