Ene 19_12 Este consejo, Mis pequeños, es de lo más valioso que os puedo dar… |
Rosario vespertino
Temas:
- Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
- Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación.
- Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo.
- En vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
- Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros.
- Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, y la Santísima Virgen María a J. V.
Ofrecimiento, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Nuestro Dios y Señor Me permite estar aquí con vosotros y con toda la humanidad, para llevaros por caminos seguros, para llevaros a vuestra salvación eterna. Momentos difíciles ya están a la puerta y se vendrán incrementando al tiempo por venir.
Sobre: Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Nuestro Dios y Señor Me permite estar aquí con vosotros y con toda la humanidad, para llevaros por caminos seguros, para llevaros a vuestra salvación eterna. Momentos difíciles ya están a la puerta y se vendrán incrementando al tiempo por venir.
Será un año de cambios que deberéis
tomarlos en agradecimiento, porque ya os lo ha dicho Nuestro Padre y
Nuestro Dios, que deberéis tomarlo como purificación de vuestros
pecados y para vuestro bien futuro.
Ciertamente el mal sabe lo que
vendrá, satanás no quiere que las almas se salven, vosotros vinisteis a
llevar una misión para la salvación de las almas y la restauración del
Reino de Mi Hijo sobre la Tierra. Esa es la verdadera misión de los
hijos de Dios, amar y dejar amor.
¿Pero qué tanto habéis hecho cada uno
de vosotros?, porque ya se os ha dicho que seréis juzgados por el amor
que dejasteis en la Tierra. Las almas, distraídas están, buscan otros
intereses muy diferentes a los cuales vinisteis para cumplir con
vuestra misión, misión Divina, porque es una misión a la cual
prometisteis a Nuestro Padre y Nuestro Dios servirLe y cumplirla con
amor, con obediencia, con respeto y poco de ello habéis hecho, Mis
pequeños.
No estáis trabajando para vuestra
misión y con esto, para aliviar la maldad que os rodea y preparar
también a muchas almas a su salvación eterna. Ni vosotros mismos estáis
preparados para vuestra salvación eterna. Una gran mayoría de
vosotros, alejados estáis de vuestros deberes Divinos, que es el
cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Nuestro Dios.
Al contrario, mucho mal estáis
cometiendo y con ello os habéis vuelto francamente seguidores de
satanás. Como hijos Míos, Me da vergüenza y pena aceptar esta
situación. No os imagináis lo que vuestro Dios y Señor os ama y Yo también, Mis pequeños. Tanto
que se os ha dado con el don de la vida, con los cuidados que se os
han prodigado para vuestro crecimiento físico y espiritual. Tanto que
habéis tenido a lo largo de vuestra vida y Le pagáis así a Nuestro Dios
que tanto Nos da con todo Su Corazón. Le pagáis convirtiéndoos en ser
otros demonios, tratando de destruir lo que Él tanto os ha dado con
Amor.
Ciertamente hay mucha
maldad en vuestro corazón y todo esto tiene que ser purificado, Mis
pequeños, no se puede vivir en Dios aceptando lo que satanás os ofrece.
Ciertamente el pecado se irá incrementando, satanás
conoce vuestras debilidades y os irá atacando sobre éstas debilidades
que tenéis para que caigáis en sus garras y no podáis salir y así
venceros eternamente.
Cuando vosotros tenéis un malestar,
os proveéis de algo para evitar ése malestar y ya no tenerlo más. Usáis
los medicamentos adecuados para evitar ésas molestias y dolores. El
pecado lo conocéis, vuestras debilidades las conocéis y conocéis también
el remedio, que es la vida de la Gracia y los Sacramentos y, con eso,
podéis vosotros crecer y vencer a satanás. Pero no queréis tomarlo,
queréis seguir manteniéndoos contra los bienes de vuestro Dios, bienes
que os han hecho crecer, que os han cuidado, que os han dado todo. Su
Divina Providencia os ha provisto de tanto, tanto en lo material como
en lo espiritual, habéis sido cuidados toda vuestra vida contra los
ataques de satanás, y podríais decir que no lo habéis visto, pero
espiritualmente, esto ha sido una realidad.
A todas las almas que bajan a servir
a Nuestro Dios a la Tierra, a todas las ataca satanás a lo largo de su
vida y esto debéis aceptarlo como artículo de Fe, porque es una
realidad, pero Nuestro Dios, de muchas formas, manda protección a
vuestra alma y a vuestro cuerpo para que satanás no os destroce como él
quisiera hacerlo, especialmente en lo espiritual.
¡Qué ingratitud la vuestra, Mis
pequeños!, que teniendo todo lo bueno de Nuestro Dios, lo traicionéis,
estáis aceptando en vuestra vida lo que satanás os está dando por
muchos medios.
Os habéis vuelto sensuales,
solamente lo que vuestro cuerpo goce es lo que aceptáis y, además, le
dais más vida y goce a vuestros sentidos y olvidáis el valor tan grande
que tienen las Potencias del alma, infinitamente superiores a vuestras
capacidades humanas, pero vuestra falta de Fe a todas las Promesas de
Nuestro Dios, os hace preferir lo que vuestros sentidos pueden
apreciar.
Por eso os repito, Mis pequeños, que el
cambio que se ha de venir en estos meses por venir, serán para iros
purificando de vuestra sensualidad y crezcáis en vuestra
espiritualidad. Es un bien que os está regalando vuestro
Padre y vuestro Dios, porque ciertamente no llegaréis al Reino de los
Cielos si seguís creciendo en vuestros sentidos y no en vuestra
espiritualidad.
Aceptad, mis pequeños, de corazón y
con agradecimiento, lo que sucederá a nivel mundial y en lo particular,
en cada uno de vosotros, porque cada uno de vosotros sois muy valiosos para Nuestro Dios
y Él os cuida a cada uno de vosotros como perlas preciosas. A los Ojos
de Nuestro Dios, valéis muchísimo y tomadlo así, como un regalo
espiritual. Defended lo que Nuestro Dios os ha dado a cada uno de
vosotros, en dones, en virtudes, en capacidades físicas y espirituales y
dejaos mover por Su Gracia, por Su Voluntad, por Su Amor para servirLe
como Él se Lo merece. Ya no traicionéis a Nuestro Dios que tanto os da, que tanto os provee, que tanto os ama.
Si cambiáis, Mis pequeños, los
acontecimientos de la purificación mundial e individual, serán menores.
El cambio que debéis sufrir todos vosotros y aún el mundo entero, no
será tan drástico ni doloroso. Ciertamente el Universo entero cambiará y
cambiará para bien, Mis pequeños, todo esto os lo digo para que no
actuéis con pesimismo, porque muchos de vuestros hermanos, a vuestro
alrededor, ven los acontecimientos por venir como una situación
pesimista, de destrucción, de pérdida y no, Mis pequeños, ya
se os ha explicado que se os quitará todo aquello que os ha llevado a
darle la espalda a Nuestro Dios, a todo aquello que os quita la Gracia,
que os quita la belleza de vuestra alma.
Estáis acostumbrados a embellecer
vuestro cuerpo, ahora aprenderéis a embellecer vuestra alma con todo lo
que sucederá, porque lo que sucederá os llevará a que vosotros vayáis
apreciando lo que vuestra alma puede tener y con lo que puede crecer. Y
cuando gocéis de estos bienes de vuestra alma, es cuando reconoceréis
todo lo que Nuestro Padre y Nuestro Dios hizo por vosotros en la
Creación de cada uno de vosotros en lo individual. Todos vosotros sois Sus hijos, pero cada uno de vosotros sois diferentes, pero tendiendo hacia el Bien.
Buscad pues ésa relación íntima,
amorosa con Nuestro Dios, porque Él se lo merece, porque un Padre se
merece todo de sus hijos, porque un padre se da en totalidad por el
bien de los hijos y aquí tenéis, como Nuestro Padre se dio en totalidad,
a través de Su Hijo, de Mi Hijo Jesucristo.
Tenéis tanto, Mis pequeños, no
desperdiciéis lo que tenéis escondido en lo espiritual, éste será el
tiempo en el que renacerá. Muchos de vosotros tenéis las bases que
vuestros padres os dieron, pero que no quisisteis seguir. Se os dio de
pequeños una Evangelización de amor, amor hacia Nuestro Dios y os
apartasteis de ella, pero la Luz de Mi Esposo, el Santo Espíritu de
Amor, os ayudará a que todo lo que tenéis olvidado dentro de vuestro
ser, todas ésas oraciones bellas, todo el amor de vuestros padres
enseñándoos oraciones, cuando erais pequeños, brotarán nuevamente en
vuestra mente, en vuestro corazón y en vuestros labios.
Ayudaréis a muchos de vuestros
hermanos a que el paso, que tendréis que dar todos, sea más sencillo,
pero sobre todo, repito, amoroso y agradecido, porque Nuestro Dios es
Dios de Amor y todo lo que proviene de Él, es Amor y puntualizo esto,
Mis pequeños, nada se da sin Su Voluntad, si algo se
da, es porque Nuestro Dios lo permite y si Él lo permite, como os dije,
todo viene de Su Amor. Por eso, lo
que se vaya a dar, a nivel mundial, a nivel Universal y a nivel
particular, todo está permitido y controlado por la Voluntad de Nuestro
Dios y, todo, lleno de Su Amor.
Con un Padre así, Mis pequeños, no
podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra
respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación
total a Su Voluntad.
Espero lo entendáis, Mis pequeños y
que vuestra vida vaya cambiando hacia la Virtud en la que fuisteis
creados, en la que debéis crecer y en la que debéis morir para renacer
nuevamente en el Reino de los Cielos.
Os amo, Mis pequeños y siempre estaré con vosotros, Yo, vuestra Madre, os cuidaré en todo momento, porque son Mis tiempos.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación.
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad. Nada es desconocido para Mí, porque todo lo he creado Yo.
Sobre: Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación.
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad. Nada es desconocido para Mí, porque todo lo he creado Yo.
Vuestros Padres, vuestros Primeros
Padres, tenían el conocimiento infuso de lo creado, pero no tenían el
conocimiento total que tengo Yo, como Dios y Padre de ellos.
Les regalé infinidad de dones y
capacidades, sabiduría, inteligencia y amor pero, aún a pesar de todas
estas cualidades y capacidades grandiosas, cayeron en las redes de
satanás, en sus engaños, en su maldad.
Las capacidades de ellos no existen
en ningún ser humano en la actualidad, ni después de su caída. A lo que
voy, Mis pequeños, es explicaros que ellos tenían capacidades y
conocimiento infinitamente superior al que ahora tenéis, vivían en
santidad, porque Yo estaba con ellos.
Si vosotros ahora conocierais cómo
eran ellos antes del Pecado Original, envidiaríais tal situación, quizá
lloraríais de coraje por la pérdida de todas éstas capacidades por
haberse vuelto hacia satanás. Algún día lo conoceréis, pero por Amor a
ellos, los perdonaréis, como ahora ellos Me piden perdón por el mal que
causó su desobediencia, su pecado, su error, que echó a perder a la
Creación Universal.
Os explico esto, Mis pequeños, porque
si ellos tenían capacidades infinitamente mayores a las vuestras y
cayeron ante las mentiras de satanás, vosotros, si no pedís Mi ayuda,
si no os protegéis con Mi Santísima Trinidad, si no pedís ayuda a
vuestra Madre, la Siempre Virgen María, al Cielo entero, satanás
fácilmente os puede destruir. No os imagináis, Mis pequeños, su poderío, sus capacidades y por eso lo limito.
Ciertamente le doy permiso para que
os pruebe, pero conociendo Yo vuestra pequeñez, no le permito que os
ataque con todo su poderío, no lo soportaríais Mis pequeños y, aunque
satanás es infinitamente inferior a Mí, porque Yo Soy su creador,
también lo doté de capacidades inmensas, porque fue el arcángel más
importante en el Cielo.
No juguéis con el mal ni
broméis minimizando el poder de satanás, también él mismo permite eso,
para que vosotros no os protejáis con Mi Gracia y con Mi ayuda,
Mis pequeños, porque cuando bromeáis, os sentís superiores o le
quitáis importancia a un ser real, que existe y que es peligrosísimo
para vuestra vida eterna. Él os confunde, él os manipula, él os lleva
por caminos errados, para que no os protejáis con todo lo que Yo os
puedo dar para que lo podáis vencer y, esto es principalmente con el
amor. Y si realmente amáis y amáis de corazón, empezaréis con ello a
defenderMe a Mí, a buscarMe a Mí, a crecer en Mí y a transmitirMe a Mí
y, al hacer esto, Mis pequeños, estaréis también ayudando a hermanos
vuestros a protegerse contra las acechanzas del mal.
Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el
ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca
habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos
decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación, si no venís a Mí y pedís Mi ayuda y Mi protección, si os mantenéis en vuestra negligencia, en vuestra tontería, satanás os destruirá. Él no tiene corazón, no se detendrá en tratar de destruiros, en él no hay nada de bondad, por eso os prevengo, Mis pequeños.
Ciertamente no permitiré que os
ataque con todo su poder, pero será inmenso para aquellos que no estén
protegidos. Los que están Conmigo, aunque sufran su ataque, no morirán
en la maldad y en el pecado, vivirán, porque están Conmigo, porque
cuando Yo estoy en un alma, no estoy parcialmente, estoy en totalidad y
a ésas almas no las puede destruir satanás, porque Yo Soy Completo en
ellas. CuidadMe en vuestro ser, cuidadMe con vuestros pensamientos
sanos y con un corazón limpio y caritativo, mientras Me mantengáis en
vuestro ser, satanás no os destruirá, os atacará, pero venceremos
juntos, porque Yo estoy en totalidad con vosotros. Sed sabios y
entended todo esto que os estoy dando, porque creáis o no creáis, sucederán todas éstas cosas.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo.
Hijitos Míos, Mi Evangelización fue de Amor. En el tiempo en que llegué a la Tierra, era un tiempo de confusión, como el que estáis viviendo ahora. Ciertamente, había mal y bien, como ahora también existe, pero Yo os vine a enseñar el Bien en el que debéis vivir y transmitir, porque os he dicho que aquel que se llena con Mi Bien, necesariamente lo transmite, porque no podéis detener Mi Amor en vuestro ser, porque aquél que se llena con Mi Amor, se le vuelve una necesidad el darla a sus hermanos.
Sobre: Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo.
Hijitos Míos, Mi Evangelización fue de Amor. En el tiempo en que llegué a la Tierra, era un tiempo de confusión, como el que estáis viviendo ahora. Ciertamente, había mal y bien, como ahora también existe, pero Yo os vine a enseñar el Bien en el que debéis vivir y transmitir, porque os he dicho que aquel que se llena con Mi Bien, necesariamente lo transmite, porque no podéis detener Mi Amor en vuestro ser, porque aquél que se llena con Mi Amor, se le vuelve una necesidad el darla a sus hermanos.
Mi Amor es Vida, Mi Amor es cambio, es un regalo Divino para los hombres y entendedlo así,
Mis pequeños. Yo, siendo Dios, el Hijo del Dios Verdadero, vine a la
Tierra a dar un regalo inmenso, un regalo Divino, que no se conocía en
la Tierra. Todo un Dios entre los hombres y no se apreció éste hecho.
Os he dado toda una Evangelización de Amor y no de temor, como muchos quieren ver estos momentos de la humanidad.
Vivís en las tinieblas, como se vivía en aquél tiempo, pero ahora
estáis peor, Mis pequeños, porque tuvisteis Mi Evangelización y la
hicisteis a un lado, no estáis viviendo las Bondades que Yo os Enseñé,
por eso la obscuridad, ciertamente ya os cubre, porque vosotros mismos
habéis hecho a un lado la Luz que Yo traje, la Luz que debía rodearos y
daros vida íntima y Divina, pero despreciasteis todas Mis Bondades
Divinas y preferisteis seguir en la obscuridad y, por eso ahora, el
mundo se debate en estos errores, en esta maldad que vosotros mismos
habéis permitido que creciera.
Si el mal hubiera sido atacado con
todo lo que Yo os vine a Enseñar, estaríais viviendo el Paraíso. En el
Paraíso no había maldad y eso es lo que debéis vosotros ahora buscar y
recuperar y solamente es a través de ése cambio personal. Para ello
debéis pedir Mi ayuda, porque vosotros mismos no podéis, Mis pequeños.
Necesitáis de Mí, necesariamente,
pero sobre todo, empezando a vivir lo que ya se os enseñó. No debéis
tomar todo aquello que satanás os da, porque estáis desperdiciando Mis
Enseñanzas y Mi Venida a la Tierra.
Quiero que entendáis esto
perfectamente bien, Mis pequeños, el Dios del Universo Infinito,
Creador, se hizo pequeñito para venir a vosotros y Me tuvisteis
personalmente. Me tocaron, vivieron Conmigo, Me conocieron y aún así,
Me despreciaron. Aquellos que ahora han aceptado en su corazón todas
Mis Enseñanzas y que Yo permito Me gocéis, cuando entráis en oración
profunda, cuando vivís en Mí, sentís lo que aquella gente buena sintió
cuando Me tuvieron aquí en la Tierra.
Cada uno de vosotros Me puede tener
en su corazón, sentirMe y vivirMe, pero debéis desearlo de corazón y
debéis poner todo vuestro empeño para que Yo pueda vivir en vosotros.
Dad el primer paso, Mis pequeños y Yo haré todo lo posible después para
estar en vosotros y permanecer tanto como vosotros queráis que Yo
permanezca en vuestro ser. Yo no Me impongo, Yo no interfiero con
vuestros planes, Yo Soy Dócil y acepto lo que Me deis, acepto hasta los
mendrugos de amor que Me dais. Ojalá pudierais vivir atentos a Mi Vida
en vosotros, pero os distraéis demasiado y Yo sufro porque no Me
hacéis caso. Quiero ser el amigo íntimo, quiero ser aquél amigo en el
que confiéis plenamente, aquél amigo al que le confiáis todo vuestro
ser, vuestro conocimiento, vuestras preocupaciones, vuestros logros,
vuestros errores y que, además, os puedo ayudar y puedo recuperar
perfectamente para vosotros vuestra pureza y llevaros a la santidad de
vida, porque un amigo, por más amigo que sea, no os puede dar lo que Yo
os puedo dar.
Estos son tiempos en los que debéis
tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación
habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede
hacerlo, Mis pequeños, porque lo hizo con vuestros Primeros Padres, que
tenían capacidades mucho más grandes de las que vosotros ahora tenéis.
LlevadMe en lo profundo de vuestro ser. Os va a tratar de distraer con
tantas cosas negativas y pecaminosas que hay a vuestro alrededor y que
podréis obtener fácilmente, pero si vosotros cedéis a sus encantos, a
sus engaños, a sus maniobras malas, os va a destruir, pero si Me lleváis plenamente en vosotros, ante la duda, Me podréis preguntar y os responderé,
os llevaré por buenos caminos, os protegeré de tantos males que habrá a
vuestro alrededor y, si Me lo permitís, también os llevaré a una
santidad de vida tal, que ahora no conocéis, y que os ayudará a pasar
fácilmente de la Tierra al Reino de los Cielos.
DejadMe pues vivir plenamente en
vosotros, como ya lo han permitido hermanos vuestros en el tiempo y,
ésa es la santidad de vida, ésos son los santos que conocéis. Me
dejaron vivir plenamente en ellos y, los que convivían con ellos,
creían verlos a ellos, pero realmente Me estaban viendo a Mí. Lo que
sale de un alma santa, es Mi Presencia, es Mi Vida y ahora lo podéis
tener cada uno de vosotros, pero dejadMe actuar, Mis pequeños, y ése
será un gran regalo para vuestras almas, el dejarMe vivir plenamente en
vosotros.
Gracias, mis pequeños.
Gracias, mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: En vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra os aconsejo, Mis pequeños, en vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
Sobre: En vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra os aconsejo, Mis pequeños, en vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
Ahora os ha llevado la
ciencia, os han llevado los espectáculos a haceros creer que podéis
luchar frente a frente contra la maldad y no importa el grado de
maldad, siempre habrá armas poderosas que podrán vencer al mal y, así
se os engaña en vuestro ser, porque vosotros creéis que necesitáis armas
poderosas para vencer al mal que os pueda atacar. No
importa qué tipo de mal sea, pero contaréis siempre con un arma
poderosísima para vencer a ése mal y estas son ilusiones con las que os
engaña satanás también.
La sencillez, la humildad y sobre todo, buscando el respaldo Divino, es como realmente podréis destruir la maldad de satanás.
Ved a todos aquellos, grandes santos,
grandes hombres de las Sagradas Escrituras, cómo fueron venciendo a la
maldad cuando se iba a presentar ante ellos, era la humildad, era la
sencillez, apoyados en el Poder Divino, pidiendo siempre ayuda a
Nuestro Dios, abajándose ellos ante la realidad que estaban viviendo y
que tenían que vencer que, ciertamente, veían imposible, con sus propias
fuerzas, vencer la maldad que se venía contra ellos pero, al abajarse,
al aceptar su pequeñez, su debilidad y pidiendo ayuda con humildad,
obtuvieron la ayuda Divina y vencieron.
Os he dicho que sois ésos Davides en
este tiempo, luchando contra Goliat. Si la fantasía actual os lo
enseñara, como ahora lo veis en los medios de comunicación, David
saldría a luchar contra Goliat con un arma poderosa, con un arma que
todo lo destruye, poniéndose David superior a Goliat por el arma
poderosa que traería, pero la realidad fue otra. Primeramente oró,
aceptando su pequeñez y pidiendo que, a través de él, la Fuerza Divina
le diera ésas capacidades para vencer a Goliat, al satanás de ése
momento y así debe ser vuestra posición actual ante los ataques del
enemigo. Primeramente, la oración y si es posible, la oración conjunta,
que será más poderosa, al reconocer vosotros vuestra pequeñez,
sabiendo que no podréis vencer con vuestras fuerzas humanas al mal que
se os venga. En ése momento, la Fuerza Divina caerá sobre vosotros y
podréis vencer ése mal y, no por vosotros, porque vosotros seréis
solamente instrumentos, la Fuerza Divina pasará a través de vosotros y
podréis vencer al mal.
Yo, como Madre vuestra estaré
aconsejándoos y llevándoos de la mano. En ningún momento crezcáis en
soberbia, creyendo que algún arma que tengáis por ahí, podrá vencer el
mal que os aceche. La oración es infinitamente más
poderosa que cualquier arma que tengáis sobre la Tierra, porque la
oración, unida al Cielo, se vuelve infinita. Este
consejo, Mis pequeños, es de lo más valioso que os puedo dar, porque la
vida de un santo, que vence las dificultades contra el mal, siempre va
a estar respaldada en la oración, en la sencillez y en la humildad.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros.
Hijitos Míos, el Pecado os llevó a la división, empezando Conmigo, con vuestro Dios. El hombre, vuestros Primeros Padres, vivían unidos a Mí, pero prefirieron pecar y no se imaginaron lo que su Pecado iba a traer para ellos y para su descendencia, que sois todos vosotros, y vino la división.
Sobre: Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros.
Hijitos Míos, el Pecado os llevó a la división, empezando Conmigo, con vuestro Dios. El hombre, vuestros Primeros Padres, vivían unidos a Mí, pero prefirieron pecar y no se imaginaron lo que su Pecado iba a traer para ellos y para su descendencia, que sois todos vosotros, y vino la división.
Satanás os quiere separar de Mí y os
quiere separar a cada uno de vosotros de vivir como hermanos y lo ha
ido logrando, porque cada vez más os veis con temor unos a otros. No os
buscáis como hermanos, os peleáis por cualquier cosa pero,
principalmente, no acudís a Mí, ya no hay una unión perfecta entre
vosotros y Yo, vuestro mismo corazón está dividido, no habito Yo
perfectamente en vuestro ser.
En vosotros mismos hay Bien y hay mal
y no lucháis por tener un mayor Bien en vosotros ni en vuestros actos
hacia vuestros hermanos. Vuestro mundo está dividido, os separan
fronteras, os separan idiomas, os separan culturas, os separan
religiones.
Yo Soy Uno en Mi Santísima Trinidad y
todos deberéis volver nuevamente a la unidad y ésta purificación que
se vendrá, para la humanidad y para el Universo entero, os llevará otra
vez a la unidad, todo volverá a ser bello, todos unidos en Mi Amor,
todos unidos en Mi Amor Divino, todos unidos en familia, todos unidos
para nuevamente vivir Mi Voluntad y actuar en Mi Voluntad.
¿Acaso esto se os hace temeroso, os
da miedo esto, Mis pequeños? ¿Se os hace malo esto que os quiero dar?
¿Entonces por qué teméis a lo que se os va a dar, si será para vuestro
bien, para el mundo entero, para el Universo entero? Habrá amor por
todos lados, os trataréis como verdaderos hermanos, pero llenos de Mi
Amor, con el Amor que se vive en los Cielos y que aún no conocéis. Es
un Amor de donación total hacia vuestro hermano necesitado.
Conoceréis las bellezas del Amor
Perfecto, del Amor Verdadero, del Amor que no busca dar para luego
recibir. Vuestro mundo ya no tendrá fronteras, hablaréis el mismo
idioma, habrá alegría entre todos los hombres. La maldad os dejará por
un tiempo y gozaréis de los Bienes Celestiales. Conoceréis lo que se
había Creado para vosotros y Me agradeceréis Mis regalos, Mis Bondades,
Mis cuidados para con cada uno de vosotros. Os sentiréis hijos
consentidos, porque eso es lo que hago con cada uno de vosotros, sois
Mi Creación cada uno de vosotros y Yo consiento a Mi Creación.
Sabiduría habrá en vosotros,
Conocimiento infuso se os dará. Recuperaréis, en gran porcentaje, de
los Bienes que vuestros Primeros Padres tenían y eso os ayudará a que
luchéis y os apliquéis a seguir buscando más, porque eso os pertenece,
ése regalo que di a vuestros Primeros Padres, os pertenece, pero quiero
que vosotros también trabajéis por obtener mucho más de lo que ahora
tenéis.
Os estoy prometiendo tiempos
bellísimos que ni siquiera imagináis, sois tan pequeños, tan inseguros
que no podéis imaginar la magnificencia de Mis regalos.
Creed pues en todo esto que os digo y
que podréis obtener si os mantenéis en Mi Gracia, creciendo en el
Amor, viviendo en las Virtudes.
Con todo esto que os
prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo
que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis
pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos
hacia vosotros. Yo no os engaño, porque Soy la Verdad Absoluta, no os
pongo trampas, porque en Mí, solamente hay ésa Verdad que no os puede
engañar y que siempre quiere vuestro Bien.
La Verdad también debe habitar en vosotros, ya desde ahora, para que el gran engañador no os haga caer en sus redes.
PedidMe os ayude a que seáis transparentes ante Mis Ojos,
que no haya nada de maldad, que no se pueda esconder ningún mal en
vuestro ser en vuestros actos, ni en vuestros pensamientos, os quiero
perfectos, pero también debéis luchar por esa perfección, Yo os ayudaré
y veréis que, con Mi Amor Infinito, lo lograréis porque os quiero como
Creé a vuestros Primeros Padres, con ésa perfección que solamente Mi
Divinidad puede crear.
Debéis cerrar ya vuestra mente,
vuestros labios, vuestro corazón, a los ataques de satanás, porque él
tratará de impedir que vosotros alcancéis la perfección de Mi Amor en
vosotros.
Venid a Mí y os levantaré, si estáis
caídos, no hay pecado que no pueda perdonarse, no hay pecador que no
pueda alcanzar la santidad. Yo puedo transformar la maldad en Bien si
vosotros os arrepentís de corazón. Sed humildes y sencillos y buscadMe,
para que alcancéis Mis Bienes.
Os bendigo, Mis pequeños y que Mi
Bendición abra vuestras capacidades para que busquéis la perfección de
vida y la santidad de vuestro ser.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
Hijitos Míos, entre Mis Enseñanzas hacia vosotros, os dije: “Buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”.
Sobre: Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
Hijitos Míos, entre Mis Enseñanzas hacia vosotros, os dije: “Buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”.
El Reino de Dios es la vida
espiritual, es el Amor, es el alimento que debéis darle a vuestra alma y
vuestra alma tiene capacidades inmensas, inconmensurables. Vuestro
cuerpo y vuestra alma, ahora no están en sintonía, vuestro cuerpo,
ahora está como cárcel para vuestra alma.
Con vuestros Primeros Padres, su
cuerpo y su alma, eran una unidad, caminaban al unísono, vivían en Mi
Ser, como Dios y en Mi Voluntad. La Bondad iba unida en cuerpo y alma,
hasta que cometieron el Pecado Original.
Ahora vuestro cuerpo tiende al mal,
vuestra alma tiende al Bien, hasta eso dividió el Pecado, vuestro mismo
ser no camina al unísono.
Vuestra tarea, Mis pequeños, es hacer
que vuestro cuerpo y vuestra alma, estén Conmigo, trabajen para Mí y
se llenen de Mí, de Mi Gracia de Mi Gloria, que vivan en pureza y
santidad, es un trabajo de todos los días, es el vencerse a sí mismos,
buscando un Bien Superior.
Vuestra alma, que tiene
capacidades más fuertes, tiene que dominar a vuestro cuerpo y también
llevar a vuestro cuerpo a la santidad de vida. Vuestra
alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de
Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de
rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
Cuando estáis llenos de Mí, Mis
pequeños, porque buscasteis primero el Reino de Dios, la añadidura son
la infinidad de regalos que vosotros obtenéis por Mi conducto y, es
cuando se os dan los dones especiales, cada uno empieza a tener
capacidades grandes, dones que Mi Santo Espíritu os concede para el
Bien vuestro y el de vuestros hermanos. Mi Gracia fluye a través de
vosotros y milagros se obtienen a través de vuestra intercesión, de
vuestra oración, de vuestra donación. Empezáis a vivir una vida
espiritual muy profunda y Conmigo y empezáis a tener experiencias
espirituales bellísimas, que son los regalos que Yo le doy a las almas
que primero Me buscaron y que no buscaban primero la añadidura, porque
en éste tiempo se busca más la añadidura y nada más a nivel mundano
pero, desgraciadamente, ahora os ha atacado más satanás y os está llevando a buscar una añadidura espiritual, pero maligna
y así engaña, llevándoos a buscar poderes satánicos para destruir todo
lo bueno que Yo os di y, por eso, veis ahora a vuestro alrededor tanto
mal, tantas desviaciones, tanta mentira, pero sobre todo, tanto ataque
hacia Mí y hacia lo Mío. Ya se os había profetizado que llegaría un
momento en que veríais tanta maldad en el mundo, que satanás se
sentaría en su trono, haciéndoos creer que venció a Mi Gracia, que
venció a Mi Amor, que venció a Mi Poder y esto nunca podrá ser, Mis
pequeños, pero ya lo estáis viendo a vuestro alrededor, cómo se habla
más de maldad y de todo aquello que pertenece a satanás y poco se habla
de Mí, de Mi Amor, de Mis Leyes, de Mi Ejemplo sobre la Tierra.
Buscad pues, Mis pequeños, primero lo
espiritual, venciendo todo aquello con lo que satanás os quiera dar un
placer efímero, pecaminoso y destructivo para vuestra alma y, al
luchar por tenerMe a Mí y no soltarse de Mí, obtendréis los regalos,
que es la añadidura, espiritual y humana que os daré. Son Mis regalos
de Amor con los que Yo consiento a las almas que se mantienen
buscándoMe, que tarde o temprano Me encontrarán y que también
encontrarán una nueva vida, de la cual ya no querrán soltarse.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.