martes, 4 de septiembre de 2012

MARIA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Bien contra el mal es una batalla entre Dios, Mi Padre Eterno y Satanás.Es así de simple.

Mi muy querida hija la batalla comienza ahora.
Para todas las leyes grave, aprobada por las naciones que se oponen a las leyes de Dios, las fuerzas del castigo azotará hacia ellos por la mano de mi Padre.
Cada ofensa mal, llevado a cabo en desafío a las leyes de Dios, será atacado y las naciones sufrirán por sus pecados.
Al igual que la misericordia de Dios es grande y va a cubrir la anchura más amplia posible con el fin de salvar las almas, también lo será el castigo de Dios se desataría a detener la propagación del mal.
Bien contra el mal es una batalla entre Dios, Mi Padre Eterno y Satanás. Es así de simple.
Aquellos que siguen las leyes de Dios se mantendrá
Aquellos para quienes rezan y ofrecen sacrificios personales para el perdón de sus pecados, serán tratados con indulgencia.
Los que se niegan a seguir a Dios, a pesar de saber la verdad, y que infestan a otras almas a través de las leyes perversas que hayan establecido entre sus naciones, serán castigados.
Habrá muchas tormentas, inundaciones y terremotos s adelante.
Por cada insulto contra Dios se encontrará con una resistencia feroz a fin de que, con el tiempo, la purificación será y se pueden cumplir.
Nunca olvidaré el amor a Dios debe venir del corazón.
Denegar la Palabra de Dios y vas a sufrir por esto.
El amor a Dios debe ser puro. El temor de Dios es una parte natural de la afinidad por la majestad del Creador de todas las cosas y es parte de ese amor.
Respeto a las Leyes de Dios debe ser demostrado.
Cuando la relación está ausente y cuando el hombre se burla de las leyes de Dios que la humanidad corrupta será la ira de Mi Padre desatadas.
Tu Jesús

MARIA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Si ustedes alaban a falsos dioses y piden gran abundancia, riquezas y otros regalos, únicamente para satisfacer sus pasiones, atraerán al Príncipe de las Tinieblas

Martes, 28 de agosto del 2012, a las 19:30 hrs.
 
Mi muy querida y amada hija, el mundo y la gente que vive en él están en negación.

Ellos no creen en el Verdadero Dios, Mi Padre Eterno.

Ellos, en sus miles de millones, corren en confusión y persiguen callejones sin salida, buscando un dios al que puedan dar lealtad.

El problema acerca de los dioses, los falsos dioses que ellos ponen sobre un pedestal, es que estos ídolos son de su propia hechura, su propia creación, hecha para que se adapte a su propia interpretación de quién debería se Dios.

Estos dioses, y Mi hija ellos han creado cientos de ellos, están formados por su pura imaginación.

Estos mismos dioses, solo sirven a un propósito y ese es el de maquillar las expectativas, nacidas del amor propio, de cómo su dios ideal debería ser.

Los dioses que ellos crean son elaborados. Ellos apelan a su sentido del derecho divino de sus almas. Estas almas creen que sus dioses de fabricación propia, promueven sus derechos a cosas maravillosas.

Aquellos de ustedes que no aceptan la Verdad, la Existencia del único y Verdadero Dios, sepan esto:

Solo el Verdadero Creador de la Humanidad puede darles a ustedes el libre albedrío.

Mi Padre, nunca los forzará o les ordenará hacer cualquier cosa, porque esto es imposible.

Cuando ustedes le piden a los dioses falsos que les den riquezas, que les hagan exitosos o cuando busquen favores, ustedes están siendo egoístas.

Solo cuando piden a Dios que les conceda dones, de acuerdo a Su Divina Voluntad, realmente pueden comunicarse con el único Verdadero Dios.

Si ustedes alaban a dioses falsos y les piden gran abundancia, riquezas y otros regalos, únicamente para satisfacer sus pasiones, ustedes atraerán al Príncipe de las Tinieblas. El está esperando el momento cuando él les conceda esos favores. No abran la puerta al Rey de las Mentiras, porque vendrá a un precio excepcional.

El intercambiará esos regalos mundanos a cambio de sus almas.

Su Jesús

MARIA DE LA DIVINA MISRICORDIA

Esta es la responsabilidad que les doy a ustedes, Mis Discípulos, convertir las almas de quienes anhelo más

Lunes, 27 de agosto del 2012, a las 19:20 hrs.

Mi muy querida y amada hija, Mi amor por Mis discípulos, que han respondido a Mis mensajes, ha inflamado Mi Sagrado Corazón a tales proporciones, que éste ahora prorrumpe con abundancia de Gracias.

Mis Gracias se derraman sobre ustedes, Mis amados seguidores, en este momento.

Ellas están siendo dadas a ustedes para fortalecer su propósito de difundir Mi Santa Palabra.

Mis mensajes del Cielo, nutrirán las almas, incluyendo las más ennegrecidas, con el oxígeno que necesitan, para sobrevivir las tinieblas vertidas por Satán sobre el mundo.

Su invisible, pero poderosa influencia, debilita incluso a los más fuertes de Mis creyentes, que empiezan a dudar de su fe.

Cuando Yo les doy estas gracias, lo hago por una razón.

Ustedes, Mis discípulos, son el ancla donde todas las almas que vagan sin rumbo en la confusión, se acercarán. Incluso si ellos no los escuchan al principio, ustedes deben perseverar.

Denles copias de Mis mensajes y de Mi Cruzada de Oración y aléjense silenciosamente.

Ellos serán tocados de alguna manera por Mi Santo Espíritu. Si ellos no los aceptan, encontrarán difícil simplemente el alejarse y tan solo olvidarlos. No, ellos volverán a Mí.

Algunos vendrán de mala gana. La curiosidad conseguirá lo mejor de ellos.

Algunos regresarán con el fin de rechazar estos mensajes y tratarán de convencerlos de hacer lo mismo.

Otros regresarán para discutir con ustedes, burlarse y desafiarlos.

Otros les dirán que estas Palabras no provienen de Mí y esto romperá sus corazones.

Pero entonces habrá los convertidos. Aquellos que vendrán corriendo a ustedes con alegría pura en sus corazones, suplicando por más.

Serán estas almas las que harán que todo valga la pena.

No obstante, son las almas en tinieblas por las que ustedes deben rezar más y es por ellos, que Yo derramaré Mis Gracias sobre ustedes, para que ayuden a salvar sus almas. Porque sin su ayuda no hay esperanza para ellos.

Esta es la responsabilidad que Yo les doy a ustedes Mis Discípulos, convertir las almas por las que Yo anhelo más.

Su Jesús