lunes, 20 de febrero de 2012

MENSAJE DEL CIELO A VENEZUELA


MENSAJE DE NUESRA SEÑORA DE LA PRECIOSISIMA SANGRE AL PADRE THOMAS SMITH, 18/02/2012. MARACAIBO, ESTADO ZULIA - VENEZUELA "...Entonces hare algo que se verá en el país y en el mundo entero. Algo que nunca en su vida han visto antes...."

Mis hijos, estoy feliz de que estén ustedes hoy aquí. Como ustedes saben yo estoy en aquí para empezar el gran Rosario de La Armada en Venezuela y alrededor del mundo. La Armada es un conjunto de Barcos de guerra que van en contra de Satanás.  No se preocupen ustedes de Venezuela. Venezuela está dentro del Corazón de Mi Hijo y en mi corazón. Como lo he dicho varias veces y anteriormente conozco cuanto una persona ama a Dios por cuanto la persona le gusta rezar. Actualmente, todo el mundo está enfocado en lo que está pasando en el mundo;  y si todo es malo, es porque Satanás está metido en eso. Pero todo tendrá un fin; ese final está en manos de Dios; será el tiempo de Dios Padre.
Les pido que recen todos los días 15 minutos Alabando a Dios.  Alabar a Dios es lo que Satanás odia.  Cuando uno alaba a Dios le demuestra que le tiene confianza y que es obediente a Él.
Hay mucha pobreza en Venezuela por eso he mandado a mi hijo Thomas para que cubra a toda Venezuela. Actualmente, solamente falta el este del País que se cubrirá pronto.  Después que toda Venezuela este cubierta.  Entonces hare algo que se verá en el país y en el mundo entero.  Algo que nunca en su vida han visto antes. Sus oraciones hacen que muchas personas no vayan al infierno. Recen el Rosario, Recen el Rosario, Recen el rosario.  Después de La Santa Misa, la oración del Rosario es la que le sigue en orden de la fortaleza y efectividad de la oración. Recen por sus sacerdotes. Algunos de ellos están haciendo cosas que no deben hacer; pero acuérdense que todos somos humanos y pecadores.
La diferencia que existe entre una persona que hace cosas malas y una persona Satánica; es que la Satánica trata de destruir todo lo bueno y dice mentiras.  Si ustedes rezan bastante, ayudaran a estas personas a que no vayan sus almas al infierno. La brujería, la santería, etc.…todos esos cultos abundan  en el país y es muy malo, gran ofensa a Dios. Es una gran Idolatría que va en contra de Dios. Habrán muchos milagros en Venezuela. Venezuela es mi país escogido, el cual será ejemplo para La Iglesia y para todo el mundo.
Si tienen problemas en el matrimonio, problemas de alcoholismo, drogadicción, todas estas cosas; recen, recen. La Oración (Ofrecimiento de Vida) puede romper todas estas adicciones. Estoy muy orgullosa de Venezuela. Maracaibo está conectado con usa; donde yo empecé el Rosario de La Armada, en Village Plate, Luisiana. De Maracaibo saldrá este rosario también para Colombia, Portugal, Francia y España.  Esto se dará al final de este año. Quiero que sepan que estoy con ustedes y estoy feliz de que hubieran venido hoy.  Y estoy feliz de que también hay gente que está viviendo en paz. Los quiero muchísimo, todo lo que está en esta casa y todo lo que han traído con ustedes, yo personalmente lo bendije. Están conmigo hoy; el Santo P. Pio de Pietrelcina, Santa Teresa de los Andes, Santa Teresita del Niño Jesús.  Ellos están aquí y jugaran un papel muy importante alrededor del mes de Junio de este año. Es hora de que La Iglesia Católica empiece a evangelizar y eso vendrá. Esta conmigo también San Miguel Arcángel y hay millones de ángeles en esta casa y en sus alrededores; y también están el Ángel de La guarda de cada uno de ustedes.  Si tienen problemas pídanle a su ángel de La Guarda que los ayude, para eso es que están ellos con ustedes. Si no se han ido a confesar, por favor háganlo. La única manera de perdonar es a través del Sacramento de la Confesión. No hay Resurrección sino hay Cruz.
Gracias por haber escuchado mi llamado. P. Thomas les dirá le dirá lo que él vio; los quiero mucho.
Padre Thomas, dijo: La Santísima virgen por unos segundos abrió las puertas del cielo y vi billones de almas adorando a Dios; eran de muchos colores difícil de describirlas, como luces tras otras, tras otras…y eso lo hizo ella para compartirlo con ustedes, lo que el Cielo es. Es un lugar bellísimo y que todo el mundo estaba orando y alabando a Dios. Y ellos también oraban por nosotros. Hoy es un gran día para Dios. Que Dios los bendiga.

SAN MIGUEL ARCANGEL



"¿QUIÉN COMO DIOS?" 
Se lo representa con el traje de Guerrero o de Soldado Centurión como Príncipe de Milicia Celestial que es.
¿Quién es San Miguel Arcángel? San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y le llama "Príncipe de los espíritus celestiales", "jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento.
Muy apropiadamente, es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.
La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego.
Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.
La Fidelidad de San Miguel para con Dios:
El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa "Quién como Dios".
Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: "¡¿Quién como Dios?!." Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.
San Miguel en las Sagradas Escrituras
En el Antiguo Testamento San Miguel aparece como el guardián de la nación hebrea.
En el libro de Daniel, Dios envía a San Miguel para asegurarle a Daniel su protección.
"Y ahora volveré a luchar con el príncipe de Persia...Nadie me presta ayuda para esto, excepto Miguel, vuestro príncipe, mi apoyo para darme ayuda y sostenerme." -Daniel 10:13.
"En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo" -Daniel 12:1
El pueblo del profeta eran los judíos. Por lo tanto, es aceptado que el ángel que el Señor había asignado a los Israelitas en los días de Moisés, para guiarles a través del desierto y llevarlos por las naciones idólatras que destruiría por medio de ellos, es el mismo San Miguel.
En el libro del Exodo el Señor dijo a los Israelitas:
He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. Pórtate bien en su presencia y escucha su voz: no le seas rebelde, que no perdonara vuestras transgresiones, pues en el esta mi Nombre. si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios. Mi ángel caminara delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré. No te postrarás ante sus dioses, ni les darás culto, ni imitaras su conducta; al contrario, los destruirás por completo y romperás sus estelas. Vosotros daréis culto a Yahveh, vuestro Dios". -Ex 23:20.
Después de la muerte de Moisés, según la tradición judía (referida en Judas 9) San Miguel altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés. En obediencia al mandato de Dios, San. Miguel escondió la tumba de Moisés, ya que la gente y también Satanás querían exponerla para llevar a los Israelitas al pecado de idolatría.
San Miguel recibió de Dios el encargo de llevar a término sus designios de misericordia y justicia para su pueblo escogido. Vemos como Judas Macabeos antes de iniciar cualquier batalla en defensa de la ley y del Templo clamaba la ayuda de San Miguel y le confiaban su defensa:
En cuanto los hombres de Macabeos supieron que Lisias estaba sitiando las fortalezas, comenzaron a implorar al Señor con gemidos y lagrimas, junto con la multitud, que enviase un ángel bueno para salvar a Israel.... Cuando estaban cerca de Jerusalén apareció poniéndose al frente de ellos un jinete vestido de blanco, blandiendo armas de oro. Todos a una bendijeron entonces a Dios misericordioso y sintieron enardecerse sus ánimos  -2 Mac 11:6
Tu, soberano, enviaste tu ángel a Exequías, rey de Juda, que dio muerte a cerca de ciento ochenta y cinco mil hombres del ejercito de Senaquerib. Ahora también, Señor de los cielos, envía un ángel bueno delante de nosotros para infundir el temor y el espanto. ¡Que el poder de tu brazo hiera a los que han venido blasfemando a atacar a tu pueblo santo! -2 Mac 15:22.
En la actualidad, los judíos invocan al Arcángel Miguel como el principal defensor de la sinagoga y como protector contra sus enemigos. En la fiesta de la expiación concluyen sus oraciones diciendo: "Miguel, príncipe de misericordia, ora por Israel".
En la Nueva Alianza  La posición de San Miguel es también muy importante en el N.T. donde continúa su poderosa defensa.  Con sus ángeles, el libra la batalla victoriosa contra Satanás y los ángeles rebeldes, los cuales son arrojados del infierno.  Es por eso venerado como guardián de la Iglesia.
"Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Angeles combatieron con el Dragón. También el dragón y sus ángeles combatieron pero no prevalecieron y no hubo ya en cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero"   -Apocalipsis 12,7-9
La carta de Judas se refiere a San Miguel en batalla contra Satanás.
El honor y la veneración a San Miguel, como testifican los padres de la Iglesia, ha sido parte esencial de la vida de la Iglesia desde sus inicios. Se le han atribuido un sin numero de beneficios espirituales y temporales. El emperador Constantino, atribuyó a este arcángel, las victorias sobre sus enemigos y por ello le construyo cerca de Constantinopla una magnifica iglesia en su honor. Esta se convirtió en lugar de peregrinación y muchos enfermos recibieron sanación gracias a la intercesión de San Miguel.
San Miguel y la Eucaristía
Se nos enseña en la Tradición que San Miguel preside el culto de adoración que se rinde al Altísimo y ofrece a Dios las oraciones de los fieles simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar. La liturgia nos presenta a San Miguel como el que lleva el incienso y esta de pie ante el altar como nuestro intercesor y el portador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios. En el Canon #1 de la Misa: "que tu ángel presente ante Ti las oraciones de tu Iglesia"
Es muy interesante notar en las apariciones marianas que han incluido manifestaciones de San Miguel, que su relación con la Eucaristía, y a la adoración debida a Jesús Eucarístico y a la Santísima Trinidad:
Fátima: En 1916 se les aparece el ángel por primera vez. Se arrodilla en tierra inclina la frente hasta el suelo y pidió que oraran con el: "Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman".
Segunda aparición: "¡Rezad, rezad mucho. Los corazones de Jesús y María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!"
Tercera aparición: Se aparece con un cáliz en sus manos sobre el cual esta suspendida una Hostia, de la cual caían gotas de sangre al cáliz. Dejando el cáliz y la hostia suspensos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces: "Santísima Trinidad, Padre , Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores".
Después se levantó y dio la Hostia a Lucia, y el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco, diciendo al mismo tiempo: "Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.
San Miguel, defensor de los moribundos:
San Miguel continua su ministerio angélico en relación a los hombres hasta que nos lleva a través de las puertas celestiales. No solo durante la vida terrenal, San Miguel defiende y protege nuestras almas, el nos asiste de manera especial a la hora de la muerte ya que su oficio es recibir las almas de los elegidos al momento de separarse de su cuerpo.
En la liturgia la Iglesia nos enseña que este arcángel esta puesto para custodiar el paraíso y llevar a el a aquellos que podrán ser recibidos ahí. A la hora de la muerte, se libra una gran batalla, ya que el demonio tiene muy poco tiempo para hacernos caer en tentación, o desesperación, o en falta de reconciliación con Dios. Por eso es que en estos momentos se libra una gran batalla espiritual por nuestras almas. San Miguel, esta al lado del moribundo defendiéndole de las asechanzas del enemigo.
Anécdota: San Anselmo cuenta de un religioso piadoso que a punto de morir recibía grandes asaltos de demonio. El demonio se le apareció acusándole de todos los pecados que había cometido antes de su bautismo (tardío). San Miguel se aparece y le responde que todos esos pecados quedaron borrados con el Bautismo. Entonces Satanás le acusa de los pecados cometidos después del Bautismo. San Miguel le contesta que estos fueron perdonados en la confesión general que hizo antes de profesar. Satanás, entonces, le acusa de las ofensas y negligencias de su vida religiosa. San Miguel declara que esos han sido perdonados por sus confesiones y por todos los buenos actos que hizo durante su vida religiosa, en especial la obediencia a su superior, y que lo que le quedaba por expiar lo había hecho a través del sufrimiento de su enfermedad vividos con resignación y paz.
En los escritos de San Alfonso de Ligorio encontramos: "Había un hombre polaco de la nobleza que había vivido muchos años en pecado mortal y lejos de la vida de Dios. Se encontraba moribundo y estaba lleno de terror, torturado por los remordimientos, lleno de desesperación. Este hombre había sido devoto de San Miguel Arcángel y Dios en su misericordia permitió que este arcángel se le apareciera.   San Miguel le alentó al arrepentimiento, diciéndole que había orado por el y le había obtenido mas tiempo de vida para que lograra la salvación. Al poco rato, llegan a la casa de este hombre 2 sacerdotes dominicos, que dijeron se les había aparecido un extraño joven pidiéndoles que fueran a ver a este hombre moribundo. El hombre se confesó con lágrimas de arrepentimiento, recibió la Santa Comunión y en brazos de estos dos sacerdotes murió reconciliado con Dios.
ORACIONES A SAN MIGUEL
    La oración a San Miguel del Papa León XIII
En Octubre 13, 1884, el Papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se incorporo, levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Que le sucede su Santidad? ¿Se siente mal?  El respondió: "¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!", y se encerró en su oficina.
¿Qué vio León XIII?  "Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que el podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo." También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.
Después de media hora, llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel y le ordeno que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenia que ser recitada después de cada misa, la oración que ahí el había escrito.
Oración:
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén."  (Aunque no es obligación, se puede continuar con gran provecho  la práctica de rezar esta oración después de la Santa Misa como se hacía antes del Conc. Vat. II.) 
Coronilla de San Miguel:
Un día San Miguel Arcángel apareció a la devota Sierva de Dios Antonia De Astónac. El arcángel le dijo a la religiosa que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve salutaciones. Estas nueve plegarias corresponden a los nueve coros de ángeles. La corona consiste de un Padrenuestro y tres Ave Marías en honor de cada coro angelical.
Promesas: A los que practican esta devoción en su honor, San Miguel promete grandes bendiciones: Enviar un ángel de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión. Además, a los que recitasen estas nueve salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su asistencia continua. Es decir, durante esta vida y también después de la muerte. Aun mas, serán acompañados de todos los ángeles y con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados del Purgatorio.
En esta coronilla invocaremos a los nueve coros de ángeles. Después de cada invocación rezaremos 1 Padre Nuestro y 3 Avemarías. Ofreceremos esta coronilla por la Iglesia, para que sea defendida de todas las asechanzas del demonio, y por los que están mas alejados de Dios.
CORONILLA A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
Se comienza la Corona rezando en la medalla, la siguiente invocación:
En el Nombre del Padre....
Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, etc.
I. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios Nuestro Señor prepare nuestras almas y así recibir dignamente en nuestros corazones, el fuego de la Caridad Perfecta. Amén.
1 Padre Nuestro  3 Avemarías
II. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado, y seguir el camino de la Perfección Cristiana. Amén.
1 Padre Nuestro  3 Avemarías
III. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.
1 Padre Nuestro  3 Avemarías
IV. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Potestades, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén.
1 Padre Nuestro  3 Avemarías
V. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro Señor proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.
1 Padre Nuestro  3 Avemarías
VI. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.
1 Padre Nuestro  3 Avemarías
VII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén.
1 Padre Nuestro  3 Avemarías
VIII. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras, y así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.

IX. Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal, y nos guíen a la Gloria Eterna. Amén.
1 Padre Nuestro  3 Avemarías
Se reza un Padre Nuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles:
*En honor a San Miguel ...... 1 Padre Nuestro *En honor a San Gabriel...... 1Padre Nuestro *En honor a San Rafael........ 1 Padre Nuestro *En honor a nuestro ángel de la Guarda..... 1 Padre Nuestro
O Glorioso Príncipe San Miguel, Jefe Principal de la Milicia Celestial, Guardián fidelísimo de las almas, Vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel Servidor en el Palacio del Rey Divino,...Sois nuestro admirable Guía y Conductor.
Vos brilláis con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libradnos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a vos. Asistidnos con vuestra afable protección para que seamos mas y mas fieles al servicio de Dios todos los días de nuestra vida.
V. Rogad por nosotros, O Glorioso San Miguel,  Príncipe de la Iglesia de Jesucristo....
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor.
Oración
Omnipotente y Eterno Dios, os adoramos y bendecimos. En vuestra maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, habéis escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel, como Príncipe de Vuestra Iglesia.
Humildemente os suplicamos, Padre Celestial, que nos libréis de nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor Nuestro, guiadnos por medio de este mismo Arcángel. Enviadle que nos conduzca a la Presencia de Vuestra Excelsa y divina Majestad. Os lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Novena a San Miguel Arcángel
¿Por qué necesitamos a San. Miguel en estos tiempos?
Como remedio contra los espíritus infernales que se han desencadenado en el mundo moderno, somos llamados a invocar y buscar la ayuda de San. Miguel Arcángel. Dice el Cardinal Mermillod: "En estos tiempos, cuando la misma base de la sociedad esta tambaleándose como consecuencia de haber negado los derechos de Dios, debemos revivir la devoción a San Miguel y con el gritar: "¡¿Quién como Dios?!"
San Francisco de Sales: "La veneración a San Miguel es el mas grande remedio en contra de la rebeldía y la desobediencia a los mandamientos de Dios, en contra del ateísmo, escepticismo y de la infidelidad."
Precisamente, estos vicios son muy evidentes en nuestros tiempos. Mas que nunca en nuestra era actual necesitamos la ayuda de San. Miguel en orden a mantenernos fieles en la Fe. El ateísmo y la falta de fe han infiltrado todos los sectores de la sociedad humana. Es nuestra misión como fieles católicos confesar nuestra fe con valentía y gozo, y demostrar con celo nuestro amor por Jesucristo.
Como individuos, como naciones, como Iglesia, estamos en gran batalla espiritual. Es nuestro deber de amor usar todas las armas espirituales para batallar con amor, fortaleza y astucia. La Virgen dijo a la Venerable María Agreda: "Mi hija, no hay palabras humanas que puedan describir el horror del mal que hay en Lucifer y en sus secuaces; y como sus dardos están dirigidos a la destrucción del hombre. Su gran malicia, su astucia, sus mentiras, sugerencias, sus insinuaciones y tormentos se dirigen a la mente y al corazón humano. El trata de aplastar toda obra buena, de destruirla, de esconderla. Toda la malicia que su mente es capaz de poseer quiere inyectarla en las almas. Contra estos ataques, Dios da su admirable protección, si el hombre tan solo cooperara y correspondiera.
En 1994, antes de la Conferencia en el Cairo, donde se libraba una gran batalla entre la luz y la oscuridad; donde se determinaban temas de gran impacto para el futuro moral y social de la humanidad, su SS Juan Pablo II, pidió a todos los fieles católicos, que rezáramos la oración de San Miguel por la intención de esa conferencia.
Si en tiempo de tentación, tenemos el coraje de reprender al maligno y clamar la asistencia de San Miguel, el príncipe de la milicia celestial, el enemigo por seguro saldría huyendo. Si deseamos tener su protección, debemos imitar sus virtudes, especialmente su humildad y su celo por la gloria de Dios.
APARICIONES DE SAN MIGUEL
San Miguel ha aparecido en muchas ocasiones a aquellos que invocaron su ayuda. He aquí algunas:
ESPAÑA Garabandal
FRANCIA: Juana de Arco, Santa.  Un caso muy conocido y autentico es la asistencia que este arcángel dio en la extraordinaria misión que el Señor le había encomendado de ayudar al rey francés a restaurar la paz y prosperidad en su reino y expulsar a los enemigos de sus costas. Monte de San Miguel. En Francia, también se apareció en el Monte San Miguel, donde hay un famoso santuario consagrado a este Arcángel. Tiene la característica de que 2 veces al mes, las olas cubren la carretera de acceso y el lugar se convierte temporalmente en isla.
ITALIA Roma, Santa María la Mayor Gargano
KOREA Naju Donde una estatua de la Virgen ha estado llorando sangre y dando mensajes a Julia Kim, han habido ya siete milagros Eucarísticos. Entre ellos en presencia de Obispos y Cardenales, Julia recibió la Eucaristía de parte de San Miguel Arcángel.
MEXICO San Miguel del Milagro, Tlaxcala
PORTUGAL Fátima Ver San Miguel y la Eucaristía, arriba
Estas son solo unas pocas de las conocidas apariciones de San Miguel. Aparte de las extraordinarias apariciones visibles, el arcángel San Miguel está invisiblemente activo para ayudarnos, ya que el Señor le dio un amor compasivo por los hombres y no hay alma que escape su atención.
San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS


Pruebas de la existencia de Dios Audiencia General de SS Juan Pablo II del 10 de julio de 1985, acerca de la existencia de Dios.  
Audiencia General del 10 de julio de 1985
1. Cuando nos preguntamos: «¿Por qué creemos en Dios?», la primera respuesta es la de nuestra fe: Dios se ha revelado a la humanidad, ha entrado en contacto con los hombres. La suprema revelación de Dios se nos ha dado en Jesucristo, Dios encarnado. Creemos en Dios porque Dios se ha hecho descubrir por nosotros como el Ser supremo, el gran «Existente». 
Sin embargo esta fe en un Dios que se revela, encuentra también un apoyo en los razonamientos de nuestra inteligencia. Cuando reflexionamos, constatamos que no faltan las pruebas de la existencia de Dios. Estas han sido elaboradas por los pensadores bajo forma de demostraciones filosóficas, de acuerdo con la concatenación de una lógica rigurosa. Pero pueden revestir también una forma más sencilla y, como tales, son accesibles a todo hombre que trata de comprender lo que significa el mundo que lo rodea.
2. Cuando se habla de pruebas de la existencia de Dios, debemos subrayar que no se trata de pruebas de orden científico-experimental. Las pruebas científicas, en el sentido moderno de la palabra, valen sólo para las cosas perceptibles por los sentidos, puesto que sólo sobre éstas pueden ejercitarse los instrumentos de investigación y de verificación de que se sirve la ciencia. Querer una prueba científica de Dios, significaría rebajar a Dios al rango de los seres de nuestro mundo, y por tanto equivocarse ya metodológicamente sobre aquello que Dios es. La ciencia debe reconocer sus límites y su impotencia para alcanzar la existencia de Dios: ella no puede ni afirmar ni negar esta existencia. De ello, sin embargo, no debe sacarse la conclusión que los científicos son incapaces de encontrar, en sus estudios científicos, razones válidas para admitir la existencia de Dios. Si la ciencia como tal no puede alcanzar a Dios, el científico, que posee una inteligencia cuyo objeto no está limitado a las cosas sensibles, puede descubrir en el mundo las razones para afirmar la existencia de un Ser que lo supera. Muchos científicos han hecho y hacen este descubrimiento.
Aquel que, con un espíritu abierto, reflexiona en lo que está implicado en la existencia del universo, no puede por menos de plantearse el problema del origen. Instintivamente cuando somos testigos de ciertos acontecimientos, nos preguntamos cuáles son las causas. ¿Cómo no hacer la misma pregunta para el conjunto de los seres y de los fenómenos que descubrimos en el mundo?
3. Una hipótesis científica como la de la expansión del universo hace aparecer más claramente el problema: si el universo se halla en continua expansión, ¿no se debería remontar en el tiempo hasta lo que se podría llamar el «momento inicial», aquel en el que comenzó la expansión? Pero, sea cual fuere la teoría adoptada sobre el origen del universo, la cuestión más fundamental no puede eludirse. Este universo en constante movimiento postula la existencia de una Causa que, dándole el ser, le ha comunicado ese movimiento y sigue alimentándolo. Sin tal Causa suprema, el mundo y todo movimiento existente en él permanecerían «inexplicados» e «inexplicables», y nuestra inteligencia no podría estar satisfecha. El espíritu humano puede recibir una respuesta a sus interrogantes sólo admitiendo un Ser que ha creado el mundo con todo su dinamismo, y que sigue conservándolo en la existencia.
4. La necesidad de remontarse a una Causa suprema se impone todavía más cuando se considera la organización perfecta que la ciencia no deja de descubrir en la estructura de la materia. Cuando la inteligencia humana se aplica con tanta fatiga a determinar la constitución y las modalidades de acción de las partículas materiales, ¿no es inducida, tal vez, a buscar el origen en una Inteligencia superior, que ha concebido todo? Frente a las maravillas de lo que se puede llamar el mundo inmensamente pequeño del átomo, y el mundo inmensamente grande del cosmos, el espíritu del hombre se siente totalmente superado en sus posibilidades de creación e incluso de imaginación, y comprende que una obra de tal calidad y de tales proporciones requiere un Creador, cuya sabiduría trascienda toda medida, cuya potencia sea infinita.
5. Todas las observaciones concernientes al desarrollo de la vida llevan a una conclusión análoga. La evolución de los seres vivientes, de los cuales la ciencia trata de determinar las etapas, y discernir el mecanismo, presente una finalidad interna que suscita la admiración. Esta finalidad que orienta a los seres en una dirección, de la que no son dueños ni responsables, obliga a suponer un Espíritu que es su inventor, el creador. La historia de la humanidad y la vida de toda persona humana manifiestan una finalidad todavía más impresionante. Ciertamente el hombre no puede explicarse a sí mismo el sentido de todo lo que le sucede, y por tanto debe reconocer que no es dueño de su propio destino. No sólo no se ha hecho él a sí mismo, sino que no tiene ni siquiera el poder de dominar el curso de los acontecimientos ni el desarrollo de su existencia. Sin embargo, está convencido de tener un destino y trata de descubrir cómo lo ha recibido, cómo está inscrito en su ser. En ciertos momentos puede discernir más fácilmente una finalidad secreta, que transparenta de un concurso de circunstancias o de acontecimientos. Así, está llevado a afirmar la soberanía de Aquel que le ha creado y que dirige su vida presente.
6. Finalmente, entre las cualidades de este mundo que impulsan a mirar hacia lo alto está la belleza. Ella se manifiesta en las multiformes maravillas de la naturaleza; se traduce en las innumerables obras de arte, literatura, música, pintura, artes plásticas. Se hace apreciar también en la conducta moral: hay tantos buenos sentimientos, tantos gestos estupendos. El hombre es consciente de «recibir» toda esta belleza, aunque con su acción concurre a su manifestación. El la descubre y la admira plenamente sólo cuando reconoce su fuente, la belleza trascendente de Dios.
7. A todas estas «indicaciones» sobre la existencia de Dios creador, algunos oponen la fuerza del caso o de mecanismos propios de la materia. Hablar de caso para un universo que presenta una organización tan compleja en los elementos y una finalidad en la vida tan maravillosa, significa renunciar a la búsqueda de una explicación del mundo como nos aparece. En realidad, ello equivale a querer admitir efectos sin causa. Se trata de una abdicación de la inteligencia humana que renunciaría así a pensar, a buscar una solución a sus problemas. En conclusión, una infinidad de indicios empuja al hombre, que se esfuerza por comprender el universo en que vive, a orientar su mirada hacia el Creador. Las pruebas de la existencia de Dios son múltiples y convergentes. Ellas contribuyen a mostrar que la fe no mortifica la inteligencia humana, sino que la estimula a reflexionar y le permite comprender mejor todos los «porqués» que plantea la observación de lo real.