La Reina de la Paz de Medjugorje se aparece en una cueva en la que estuvo hace 2000 años [2012-11-20]
La Virgen María, Reina de la Paz de Medjugorje, se apareció el sábado 17 de noviembre al vidente Iván, en un sitio muy querido por ella, en la cueva donde esperó a Jesús cuando fue a predicar a las regiones de Tiro y de Sidón, según cuenta la historia.
María volvió a la cueva de Maghdouche, en el Líbano actual, que había sido transformada en un lugar de peregrinación por los primeros cristianos por la presencia de María orando, y para lo cual se cuenta que Santa Helena regaló un ícono de la Virgen con Jesús, aparentemente pintado por el taller de San Lucas. Luego los cristianos huyeron de la región por persecuciones, la cueva fue sellada, y se perdió en el olvido por más de 1000 años, hasta que en 1721 la redescubrieron.
El sábado 17 de noviembre la Virgen María volvió a un lugar donde ella pasó un tiempo en la tierra. Sus 8 minutos de aparición al vidente Ivan Dragicevic se llevaron a cabo en el Santuario de Nuestra Señora de la Espera en Maghdouche, el Líbano, un lugar venerado por los lugareños como un lugar histórico de reposo de María desde la época paleocristiana.
Durante el tiempo de la Virgen María en la tierra, el lugar era una cueva donde esperó el regreso de Jesús a partir de su predicación pública en Sidón, según la tradición compartida por las iglesias católica maronita y griega, las dos principales iglesias cristianas de la zona. En la aparición de Iván, ambas estuvieron representadas con un obispo maronita, y dos griegos católicos. Más de 40 sacerdotes estaban presentes, y más de 4.000 personas.
“Creo que la Virgen quería aparecer aquí porque quiere decirnos que ella nos está esperando para volver a casa – a la Iglesia. Así como ella, en su vida, estaba esperando aquí para que Jesús regresara a casa”, dice Charbel Maroun, el presidente del Movimiento Mariano de los laicos en Galilea.
Durante la aparición, la Virgen dio el mensaje “Queridos hijos, os pido que oren por la paz. Oren conmigo por la paz, la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado”. Mientras que en frente del vidente,María también oró en su lengua materna, el arameo, un evento que sucede de vez en cuando, como ha atestiguado la vidente Marija Pavlovic-Lunetti.
En su charla, Iván dijo que la Virgen María ama a todos sus hijos, que ella es la Madre de todos, y que su amor por cristianos, musulmanes y drusos es el mismo. Los musulmanes también estuvieron presentes en aparición de Iván.
El tema fue repetido en el sermón del arzobispo católico griego Elie Bechara Haddad de Sidón:
“La Virgen nos ama como somos, de dónde venimos, y aquí nos encontramos, cristianos, musulmanes, drusos. Ella nos llama “mis hijos” lo que significa todos somos sus hijos, no sólo los cristianos. Incluso si no la vemos, ella nos está viendo a todos nosotros “, dijo el arzobispo.
“El mundo se ha dado cuenta de que gracias enormes y especiales se otorgan a partir de Medjugorje. Debemos reconocer y admitir que el Espíritu está obrando en Medjugorje. Hoy nuestro país necesita a María más que nunca antes“, continuó el arzobispo Haddad.
La misa fue celebrada fuera de la iglesia del santuario desde donde las colinas de Galilea se pueden ver. Muchos alcaldes y otros políticos locales libaneses estaban presentes. “Esperamos que escuchen el mensaje de María, y empiecen a trabajar por la paz”, dijo Charbel Maroun a Medjugorje Today.
NUESTRA SEÑORA DEL MANTARA O DE LA ESPERA, DE MAGHDOUCHÉ
El pueblo de Maghdouche está habitado por 5000 melquitas católicos. Está situado en una colina sureste de la ciudad bíblica de Sidón, donde Jesús predicó con frecuencia. A la entrada del pueblo, hay una torre alta con una estatua de la Virgen en la parte superior. Este es el santuario de “Nuestra Señora de Mantara” o “Nuestra Señora de la Espera”.
El Santuario de Nuestra Señora de Mantara tiene sus raíces en el Evangelio: San Marcos menciona en el capítulo 7, versículo 24, que Cristo, habiendo dejado Galilea, en Palestina, fue a la región de Tiro y Sidón (Saida ahora) para predicar las buenas nuevas y sanar a los enfermos.
En Sidón sana a la hija de la mujer cananea poseída por el demonio: “Mujer, grande es tu fe”. San Lucas, por su parte, cita en el capítulo 6:17 que Jesús, después de elegir a sus doce apóstoles “bajó con ellos y se detuvo en una meseta (Galilea). Había un gran número de sus discípulos y una gran multitud de gente de la costa de Tiro y de Sidón para escuchar y para ser sanados de sus enfermedades“.
La sagrada tradición cuenta que la Virgen acompañó a su hijo en sus viajes a Tiro y Sidón. Sin embargo, se sabe que a las mujeres judías no se les permitía entrar en las ciudades paganas. Y como Sidón era una ciudad cananea, por lo tanto pagana, la Virgen María esperó a su hijo en esta cueva Maghdouchéporque la calzada romana que cruzaba la costa libanesa a Jerusalén, pasaba por el pueblo. Aquí ella esperó en oración y meditación, de ahí el nombre de Nuestra Señora “la espera” – al Mantara.
Los primeros cristianos transformaron a la cueva en un lugar de culto y peregrinación donde venían a venerar a la Virgen y buscar su gracia.
La Emperatriz Helena alrededor de 326 DC envió un icono de la Virgen y de Jesús como un regalo de la realeza bizantina, se dice que había sido pintado por el mismo San Lucas, y también construyó una torre en el sitio. Más tarde, los cristianos de Maghdouche huyeron de la persecución a los pueblos de Zahle y Zouk, ocultando cuidadosamente la entrada de la gruta con piedras antiguas y vides.
Después de los tiempos difíciles experimentadas por esta región, la cueva quedó en el olvido, pero fue redescubierto por una feliz coincidencia, en 1721, la época del obispo Eftemios Saïfi, Obispo Católico Melkita de Saida, que hizo restaurar la cueva.
Desde entonces, muchas familias la vienen a visitar, especialmente con ocasión de su fiesta, 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen.
La historia del re descubrimiento de la cueva cuenta el siguiente hecho:un pastor estuvo días alrededor de la cueva con su rebaño. Sentado debajo de una encina, tocaba su flauta. De pronto se oyó a sus cabras balando alborotadas. Corrió en su dirección del grito y el niño cayó enun pozo (este es el agujero que hay en el techo de la cueva sobre el altar). Tomó su cuchillo para limpiar el lugar y encontrar un camino. Y su su alegría fue grande cuando descubrió un camino estrecho que conducía a una cueva. Se arrastró para adentro y encontró en el fondo de la cueva un icono de la Virgen en un altar antiguo. Salió muy rápidamente, dejando a su rebaño y se fue a anunciar las buenas nuevas a la gente de Maghdouché.
Multitudes acudieron de inmediato para ver la cueva que había sido abandonada por tanto tiempo, y contemplar el icono de la Virgen. Entonces sonaron las campanas para anunciar el evento y se organizaban procesiones en el pueblo. Así, el culto continuó en esta cueva.
Nuestra Señora de Mantara, ruega por nosotros.
Fuentes: Mons. Georges Kwaiter Arzobispo Católico Griego Melquita, Medjugorje Today, Signos de estos Tiempos