sábado, 24 de marzo de 2012

MARIA DE LA DIVINA MISERICORDIA


Dile a la Humanidad que todo está ahora en Mis Santísimas Manos

Miércoles, 21 de marzo del 2012, a las 20:30 hrs. 

Vengo a ti esta tarde, Mi muy querida y amada hija, para decirle a la Humanidad que todo está ahora en Mis Santísimas Manos.

Me refiero a los planes puestos en marcha por el grupo global que quiere controlar su moneda, su sistema de salud y su soberanía.

A ellos, no se les permitirá controlarlos a ustedes y la Mano de Mi Padre caerá rápidamente, si ellos tratan de hacerles daño a ustedes, hijos. 

Todos los creyentes que tienen el Sello de Protección de Mi Padre Eterno, el Sello del Dios Viviente, no serán dañados. 

Esto es por lo tu, hija Mía, debes asegurarte de que a muchos de los hijos de Dios les sea dado inmediato acceso a esto, instantáneamente, en todos los rincones de la Tierra.

Sus oraciones, hijos, han sido poderosas y especialmente aquellos de ustedes que rezan Mi Cruzada de Oración, Mi Coronilla de la Divina Misericordia y el Santo Rosario, diariamente.

Ya mismo, ellas han retasado y evitado una guerra nuclear, salvado a millones de almas del fuego del Infierno, como también, han evitado muchos terremotos.

Nunca olviden que son sus oraciones, las que son sus más grandes armas contra el mal. Su amor por Mí, Jesucristo, se ha extendido debido a su lealtad a Mí.

Ustedes, hijos, son Mis discípulos de los días modernos y a ustedes ahora se les ha dado autoridad y el don del Espíritu Santo, para difundir Mi Santísima Palabra.

Con el fin de recibir el poder del Espíritu Santo, ustedes deben invocar Mi ayuda, para que así ustedes hablen la verdad todo el tiempo, cuando proclamen Mi Santísima Palabra.

La Cruzada de Oración (39) está ahora siendo dotada a ustedes, para que así puedan caminar entre todos los hijos de Dios y ayudarles a preparar sus almas, para el Nuevo Paraíso y para Mi Segunda Venida:

Oh Jesús, mi amado Salvador,
yo Te pido que me cubras con Tu Santo Espíritu,
para que así yo pueda hablar con autoridad tu Santísima Palabra,
para preparar a todos los hijos de Dios, para Tu Segunda Venida.
Te suplico, Señor Jesús, por todas las gracias que yo necesito,
para que así yo pueda alcanzar a todas las religiones, credos y nacionalidades, por donde sea que yo vaya.
Ayúdame a hablar con Tu lengua, aliviar a las pobres almas con Tus labios
y amar a todas las almas con especial y divino amor,
el cual brota de Tu Sagrado Corazón.
Ayúdame a salvar las almas muy cercanas a Tu corazón
y permíteme consolarte a Ti, querido Jesús,
cuando las almas continúen rechazando Tu misericordia.
Jesús, yo soy nada sin Ti, pero con Tu generosa ayuda,
yo lucharé en Tu Nombre, para ayudar a salvar a la Humanidad entera. Amén.


Mi ejército, el cual ha emergido de estos Mis Santos mensajes, ya ha alcanzado 700.000 almas.

Ayúdenme a convertir más hijos de Dios, para que así ni una sola alma se pierda para Satán, en el momento del Juicio.

Yo les mantendré fortalecidos en todo su trabajo para Mí, hijos.

Yo amo ustedes, Mi preciosa Iglesia remanente.

Su amado Jesús

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