Hoy escuchando el programa del locutor Gonzalez Oro, hablando de la
excomunión y comentaba su fase personal junto con el Dr. Sim de
divorciado que no podía comulgar; el doctor comentaba que el podía
comulgar si no estaba en pareja, por lo cual está en lo cierto, pero,
Oro decía que si el estando en pareja le decía al sacerdote que no tenia
pareja y en verdad tenia pareja, el podía comulgar.Este hombre o no se
da cuenta o no discierne, le puede mentir al sacerdote, pero no se da
cuenta que a Dios no puede mentirle porque ÉL lo sabe todo, y de todos
los corazones, lo que sucede es que el hombre de hoy no busca ni su
propia salvación y ni saber de que se trata LA VERDAD, porque la VERDAD
es una persona, Jesucristo que es EL AMOR, y el hombre de hoy sólo
busca la satisfacción de sus placeres temporales y no entender cuál es
LA VOLUNTAD DE DIOS PADRE.El verdadero Amor proviene de Dios, y el amor
del ser humano es imperfecto, y menos si no estamos al dia con los
Sacramentos y no buscamos el Amor de Dios para que se refleje en los
demás.
La excomunión como pena que impide recibir los Sacramentos 1463 del Catecismo de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Ciertos pecados particularmente graves están sancionados con la
excomunión, la pena eclesiástica más severa, que impide la recepción de
los sacramentos y el ejercicio de ciertos actos eclesiásticos, y cuya
absolución, por consiguiente, sólo puede ser concebida, según el derecho
de la Iglesia, por el Papa, por el Obispo del lugar, o por sacerdotes
autorizados por ellos. En caso de peligro de muerte, todo sacerdote, aun
el que carece de la facultad de oir confesiones, puede absolver de
cualquier pecado y de toda excomunión.
Ser ignorante no es pecado, pero se puede volver, pues si uno puede salir de ello en lo que concierne al bien eterno y no lo hace, la persona puede morir eternamente. Pues hoy dia la gente se preocupa por no ser ignorante al mundo pero si a las cosas de Dios, y esta ignorancia no la va a justificar Dios el día de su juicio, por eso los Apóstoles decían que era mejor hacerse necios ante las cosas del mundo que pasan, para ser agradable a Dios.
miércoles, 6 de febrero de 2013
martes, 5 de febrero de 2013
PAZ EN EL MUNDO
San Pablo: "En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios" (2Co 5,20)
La enemistad con Dios es el punto de partida de toda corrupción del hombre, superarla, es el presupuesto fundamental para la paz en el mundo.
Sólo el hombre reconciliado con Dios puede estar también reconciliado y en armonía consigo mismo, y sólo el hombre reconciliado con Dios y consigo mismo puede crear paz a su alrededor y en un todo el mundo.
El problema del pecado es el bien engañoso que trae hoy en un mundo secularizado. Las tes tentaciones del ser humano; de uno mismo, del mundo y del diablo.
La enemistad con Dios es el punto de partida de toda corrupción del hombre, superarla, es el presupuesto fundamental para la paz en el mundo.
Sólo el hombre reconciliado con Dios puede estar también reconciliado y en armonía consigo mismo, y sólo el hombre reconciliado con Dios y consigo mismo puede crear paz a su alrededor y en un todo el mundo.
El problema del pecado es el bien engañoso que trae hoy en un mundo secularizado. Las tes tentaciones del ser humano; de uno mismo, del mundo y del diablo.
viernes, 1 de febrero de 2013
Del libro "Jesús de Nazaret" Benedicto XVI- LA TENTACIÓN ACTUAL-
Mateo y Lucas hablan de tres tentaciones de Jesús en las que se refleja, su lucha interior por cumplir su misión, pero al mismo tiempo surge la pregunta sobre qué es lo que cuenta verdaderamente en la vida humana.
Aquí aprece claro el nécleo de toda tentación; apartar a Dios que, ante todo lo que parece más urgente en nuestra vida, pasa a ser algo secundario, o incluso superfluo y molesto. Poner en orden en nuestro mundo por nosotros solos, sin Dios, contando únicamente con nuestros propias capacidades, reconocer como verdaderas sólo las realidades polítitcas y materiales, y dejar a Dios de lado como algo ilusorio, esta es la tentación que nos amenaza de muchas maneras.
Es propio de la tentación adoptar una apariencia moral; no nos invita directamente a hacer el mal, eso sería muy burdo.
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