Padre Pedro, una consulta.

Querido Padre Pedro, quiero consultarle sobre un hecho que ocurre a diario aqui en Buenos Aires Argentina en una ciudad de la provincia, en una parroquia, resulta que una amiga estuvo preparando para su comunión a unos chicos, y los preparó para comulgar en la boca.
El sacerdote alegó que es mas higienico comulgar en la mano, cosa rara de este ungido de Dios, mi amiga esta triste por esta situación, creo que el sacerdote deberia dar a elegir a los niños la manera de comulgar.
Pienso que el ejemplo lo da el Cielo osea la Iglesia Triunfante, en Garabandall nuestra Madre La Virgen María y San Miguel Arcangel hicieron comulgar en la boca a las niñas de Garabandall, y esto quedó filmado y desde el año pasado está siendo estudiado de nuevo por la iglesia Católica Apostólica y Romana.
Nosotros deberiamos seguir su ejemplo que nos dió nuestra Madre Maria y San Miguel Arcangel.
Le quiero sitar unas entrevistas que le hicieron a Juan Pablo II y la madre Teresa de Calcuta en Alemania en el año 1980;
Periodista:Santo Padre, ¿cuál es su opinión sobre la Comunión en la mano?
Juan Pablo II : "Hay una carta apostólica sobre la existencia de un permiso especial válido para esto.Pero yo le digo a Usted que nos estoy a favor de esta práctica ni tampoco la recomiendo. El permiso fue otorgado debido a la insistencia de algunos Obispos diocesanos".
Concidentemente, el 24 de marzo de 1989 el padre George Rutlet, en su sermón habitual, expresó su experiencia durante el diálogo con la Madre Teresa de Calcuta. En presencia de numerosos sacerdotes que atestiguan la veracidad del mismo, y que por distintos medios lo han hecho conocer, él personalmente la interrogó de la siguente manera:"Madre, ¿cuál es para usted el problema más grave en el mundo en estos momentos?. Luego de unos segundos de silencio, respondió con seguridad: "En todas las partes del mundo en que estuve, lo que más me entristece y más daño está haciendo es que la gente reciba la Comunión en la mano."
Una sabia reflexión de dos almas de Dios para tener en cuenta a la hora de acercarnos a la Eucaristiía.