jueves, 6 de octubre de 2011

UN CUENTO SOBRE LA HUMILDAD

Es importante darnos cuenta de lo poco que somos humanamente y de lo frágil que es la vida para que no seamos soberbios y podamos vivir humildemente agradecidos a Dios por cada momento de nuestra existencia, sin tratar de acumular tesoros en este mundo.
Un día un turista fue a visitar a un maestro espiritual y quedó estupefacto al ver que su casa sólo tenía una estancia llena de libros con una mesita y un banco, que eran sus únicos muebles. Y le preguntó:
- Maestro, ¿dónde tienes tus muebles?
- Y los tuyos, ¿dónde están?, replicó el maestro.
- ¿Los míos? Yo sólo estoy de paso.
- Yo también, respondió el maestro.
Por eso, no hay que pensar tanto en tener y tener cosas materiales. No hay que alardear de lo que somos o tenemos. Hay que vivir para la eternidad y ser humildes.

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