Miércoles, 7 de Septiembre del 2011, a las 23:45 hrs.
Mi muy querida hija, di a Mis preciosos hijos que
no tengan miedo ante el GRAN AVISO. Muchos se sentirán atemorizados, y
Yo puedo entenderlo. Pero tienen que escucharme atentamente. Voy a
venir a cada uno de vosotros. Vosotros Me veréis y Me sentiréis en
vuestro corazón y en vuestra alma. Mi Presencia desbordará vuestra
alma con el amor más puro y con misericordia; por tanto deberíais estar
llenos de alegría. Por fin Me veréis, y vuestra alma se llenará de amor
y entusiasmo.
En lo que respecta a los pecadores y a los que no
tienen fe: la mayoría de ellos estarán simplemente aliviados de que Yo
exista. Porque su testimonio de Mi Presencia será la sangre, que es
necesaria para inundar sus almas del alimento que durante tanto tiempo
les ha faltado. Muchos sufrirán los tormentos, como Yo los soporto,
cuando vean cómo serán presentados sus pecados ante sus ojos. Serán
desgraciadísimos cuando vean cómo Me han herido y Me pedirán que les
perdone.
Los niños que han llegado a la edad de tener uso de razón (~7 años),
verán igualmente cómo también ellos Me han herido por sus pecados. En
muchos casos, correrán hacia Mí aquellos niños que rechazan Mi
existencia, aunque sean conscientes de la verdad. Me pedirán que los
abrace y no querrán que les deje ir.
Incluso la mayoría de los pecadores empedernidos
no lograrán que no les turbe interiormente este suceso sobrenatural.
Hijos, debéis ignorar los rumores. No os aflijáis con historias
sensacionalistas. No hay nada de lo que tengáis que atemorizaros. El
GRAN AVISO ha de ser esperado con verdadera alegría en vuestros
corazones.
Con mucho amor en Mi Corazón espero este momento
en el que derramaré Mi Misericordia Divina sobre cada uno de vosotros,
en todo el mundo. Este es el momento en el que vosotros –más tarde-
comprenderéis qué suerte tiene esta generación. ¿Cómo es que no podéis
reconocer la Misericordia que se muestra a la humanidad? En el pasado
murieron tantas almas en pecado mortal. Ahora entenderán todos los
pecadores, por fin, la verdad.
No es fácil para Mis hijos reconocer Mi Existencia
o la de Mi Padre Eterno. Sin una prueba de tipo material, muchos no
quieren conocerme. Muchos no tienen ningún interés en el Reino de Dios o
no creen en él. Este acontecimiento les hará reconocer, con sus
propios ojos, el sencillo hecho de que la vida no acaba aquí en la
Tierra. Continúa por toda la Eternidad. Por esta razón tienen que
preparar sus almas.
El GRAN AVISO les mostrará lo que tienen que hacer
para rectificar esto. No olvidéis, hijos, que Yo soy vuestro Salvador.
Os amo a todos de un modo incomprensible para vosotros. Esperan Mi
llegada con amor y serenidad. No temáis el dramático espectáculo del
Cielo ni los colores de los rayos que se extenderán por todas partes
como señales de Mi Llegada. Esto os preparará para el momento.
Por favor, rezan para que todos los hombres
sientan alegría en sus corazones, pues este acontecimiento va a
significar la salvación para la humanidad, en una magnitud tal que
salvará a muchas almas y les dará la posibilidad de entrar en el Nuevo
Paraíso en la Tierra.
Vuestro amado Salvador Jesucristo
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