MARIA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Dios Padre: Mensajero final que anuncia la Segunda Venida

Lunes, 16 de enero del 2012, a la 13:20 hrs.

Hija Mía, cuando Yo envío profetas al mundo, usualmente serán aquellos que tu menos esperas.

Nunca los encontrará en los escalafones más altos de Mi iglesia, ni tampoco serán las almas más aparentemente santas. En muchos casos, ellos no serán dignos de este don especial.

Sin embargo, escojo almas imperfectas, de raro y simple caminar en la vida, para que así Yo pueda moldearles en las creaturas que Yo así deseo.

Mis profetas para los últimos tiempos no son diferentes. No serán aceptados fácilmente, como al principio, cuando primero envié a Mis profetas para preparar a la Humanidad, para la llegada de Mi amado Hijo, Jesucristo, el Mesías, que encontraron difícil que sus voces fueran escuchadas. 

Las voces de Mis mensajeros del fin de los tiempos, no serán escuchadas al comienzo de su misión. No obstante con el tiempo serán reconocidas, porque será Mi voz que será fácilmente identificable. 

Tú, hija Mía, eres el último mensajero enviado a anunciar la llegada de Mi amado Hijo, Jesucristo, para su tan esperada Segunda Venida.

Esto es aterrador para ti y, a veces, muy difícil de digerir, sin embargo es la verdad.

Esta obra, cuando te sean dados mensajes Divinos para preparar el remanente de Mi Iglesia en la Tierra, para la Segunda Venida, será difícil.

Aunque, he seleccionado muchas almas escogidas hasta ahora y continuaré comunicándome con ellos, para el bien de toda la Humanidad, su situación será más fácil.

Tu situación será extremadamente difícil y serás perseguida por esto.

Te bendigo con toda gracia de Mi Reino Celestial.

Esta obra será protegida todo el tiempo.

Sí, tú serás atacada casi diariamente, pero sabe esto, si esta obra no fuera tan importante, crees que podría escapar de que la notaran Satán y sus dominios de ángeles caídos?

Ellos, hija Mía, se han infiltrado en la Tierra y han metido, en muchos casos insospechadamente, en los corazones y almas de muchos de Mis hijos.

El camino sagrado de tu trabajo, tú el mensajero final enviado a la Tierra a ayudar a salvar a la Humanidad de las garras de Satán, ha sido predicho en las escrituras.

El mundo ha estado esperando estas instrucciones de Mis sagrados comandos.

Muchos falsos profetas tratarán de bloquear esta, Mi Sagrada Palabra, a través de la difusión de mentiras y confusión.

Estos mensajes serán cuestionados y examinados por Mi Iglesia en busca de errores. Sin embargo, ella imparte solo la verdad.

Mucha de la verdad, ignorada por Mis iglesias a través de los siglos, emergerá otra vez.

Más revelaciones sobre la verdad de su vida eterna, hijos, serán reveladas a ustedes.

Esta obra causará escándalo, hija Mía. Serás escupida, ridiculizada, despreciada y bloqueada en toda forma imaginable.

Para aquellos que encuentran dificultad con la verdad dada a ti, el último profeta del final de los tiempos, oigan ahora Mis súplicas:

Deben pedirme el don del Espíritu Santo antes de que puedan abrir sus oídos para oír Mi voz, a la verdad de Mi Sagrada Palabra y a las instrucciones que les daré a todos ustedes, para que así puedan tener vida eterna.

Mis Palabras serán simples para que todo hombre, mujer y niño puedan seguir Mi Sagrada Palabra, pero deben saber esto, aunque habrá mucho amor y Luz brillando a través de Mi Palabra, también habrá un aire de autoridad divina, que ustedes encontrarán imposible de ignorar.

Esto es cómo ustedes sabrán que soy Yo, su Dios, su Padre Eterno, el que habla. Mi amor invadirá sus almas y levantará sus corazones en unión con el Mío.

Todos los preparativos están en su lugar. Después de la Gran Misericordia de Mi Hijo (el GRAN AVISO), el tiempo se reservará para preparar al mundo para su Segunda Venida.

Sí, niños, yo ahora Me estoy organizando para salvar a Mis hijos de la oscuridad. Estoy reclamando Mi creación, Mis hijos y les estoy llevando a ustedes a su legítimo hogar, su heredad, el Nuevo Paraíso.

Sean pacientes, hijos. Solo recuerden que les amo. Confíen en Mí y en Mi Sagrada Palabra, dada a ustedes a través de Mi profeta del fin de los tiempos, María de la Divina Misericordia.

Su Padre Eterno,
Dios Altísimo,
Creador de todas las cosas

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