“Queridos hijos, con amor materno yo les pido: entréguenme sus manos, permitanme que yo los guie. Yo, como Madre, deseo salvarlos de la inquietud, de la desesperación y del exilio eterno. Mi Hijo, con su muerte en la cruz, ha demostrado cuanto los ama, se ha sacrificado a sí mismo por ustedes y por sus pecados. No rechacen su sacrificio y no renueven sus sufrimientos con sus pecados. No se cierren a ustedes mismos la puerta del Paraíso. Hijos míos, no pierdan tiempo. Nada es más importante que la unidad en mi Hijo. Yo los ayudaré, porque el Padre Celestial me envía, para que juntos podamos mostrar el camino de la gracia y de la salvación a cuantos no Lo conocen. No sean duros de corazón. Confíen en mí y adoren a mi Hijo. Hijos míos, no pueden estar sin pastores, que cada día estén en sus oraciones. ¡Les agradezco!”
Ser ignorante no es pecado, pero se puede volver, pues si uno puede salir de ello en lo que concierne al bien eterno y no lo hace, la persona puede morir eternamente. Pues hoy dia la gente se preocupa por no ser ignorante al mundo pero si a las cosas de Dios, y esta ignorancia no la va a justificar Dios el día de su juicio, por eso los Apóstoles decían que era mejor hacerse necios ante las cosas del mundo que pasan, para ser agradable a Dios.
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