El hilo se cortó por lo más delgado, el país más laico de América es el pionero en despenalizar el aborto [2012-10-23]
En el país más laico de América Latina, uno de los de más bajo crecimiento poblacional de la región, en el que su tasa de natalidad no le permite reponer la población que se muere, sucedió lo que estaba escrito en la tapa del libro, se despenalizó el aborto, convirtiendo a Uruguay en el primer país sudamericano con una despenalización amplia del aborto, solo existente hasta ahora en Cuba, Guyana, Puerto Rico y el Distrito Federal de México.
En toda la región se están tratando proyectos más o menos con los mismos contenidos, con gobiernos presionados por organismos internacionales para que establezcan programas de control de la población, sin importar que los países se puedan hundir más en la despoblación, como el caso uruguayo.
El presidente uruguayo, José Mujica, ex guerrillero Tupamaro, acaba de ratificar la ley aprobada por el Parlamento despenalizando el aborto hasta la semana 12 de gestación, por la sola decisión de la mujer, siempre que se realice bajo la supervisión del Estado, variando la posición de su antecesor en el cargo, Tabaré Vázquez (un oncólogo de izquierdas que se auto define como católico y masón), que en el 2008 vetó la despenalización.
El presidente Mujica y su grupo Movimiento de Nacional Liberación Tupamaros, que pertenece al Frente Amplio, está realizando una reingeniería social más profunda que su antecesor. Ya ha indicado que el siguiente paso será la legalización del consumo de drogas, ya que considera que la mujer embarazada y los drogadictos son las mayores víctimas indefensas de la sociedad, y no ve mejor forma de defenderlos que profundizar la cultural del error.
Desde hace un tiempo, la Virgen María, en los mensajes de Santa María del Pinar (aparición que se produce en Uruguay desde 1990), pide orar por los gobernantes, por los errores que están cometiendo. Ver Los Mensajes de Santa María del Pinar
LA NUEVA LEY
La nueva ley uruguaya no legaliza técnicamente el aborto, sino que lo despenaliza, siempre que se sigan ciertos procedimientos regulados por el Estado.
Estas medidas incluyen pasar por una comisión formada por psicólogos, ginecólogos y trabajadores sociales que asesorarán a las mujeres sobre sus posibilidades y cumplir con un plazo de cinco días de reflexión antes de someterse a la intervención.
Una vez cumplido el trámite, las mujeres podrán abortar si lo desean en cualquier centro público o privado de salud del país, quienes estarán obligados a realizar la intervención o a garantizar que ésta se haga por terceros en casos de objeción de conciencia.
Los abortos que se realicen fuera de este procedimiento seguirán siendo ilegales y por tanto penalizados.
La norma es cuestionada por los profesionales sanitarios, pues amenaza directamente a los médicos: los ginecólogos uruguayos que expresen su objeción de conciencia y se nieguen a realizar un aborto, seguirán obligados a hacerlo si no consiguen otro médico o institución que lo realice en su lugar, de lo contrario, puede configurarse el delito de omisión de asistencia, como ha denunciado la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (FLASOG), de la que forma parte la Sociedad Ginecotocológica del Uruguay, en un encuentro sobre objeción de conciencia que acaba de realizarse en Costa Rica.
Entre las posibilidades que analizará la comisión pro vida están la de interponer recursos de inconstitucionalidad de la nueva ley, apelar a la Corte Interamericana de Justicia, alegando que la ley violenta el Pacto de San José de Costa Rica, o juntar firmas para convocar un referéndum sobre la norma.
Mientras tanto los obispos uruguayos recordaron que los católicos que apoyaron la iniciativa quedan excluidos en forma automática de la eucaristía, pues ya no están en comunión con la Iglesia y lamentan que el país haya retrocedido en valores humanos.
Pero no apoyan plebiscitar un posible referéndum contra la ley porque “la vida no puede ser plebiscitada“.
Fuentes: periódicos uruguayos, Signos de estos Tiempos
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