domingo, 15 de marzo de 2015

HO HAN ENTENDIDO MUCHO

A todos los corazones:
Hoy es un día bello sobre Buenos Aires, y quiero sacar de mi pequeño corazón que está ligado a mi alma creada por la Sublime Majestad Dios Uno Y Trino, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo.
Hoy los pueblos están a la expectativa de sus gobernantes en su gran mayoría, presos por sus promesas de bienestar temporal, pero el tiempo pasa y muchos mueren sin ver esas promesas incumplidas, aunque al principio habrán sido honestas de dichos "políticos", que en su gran mayoría y me atrevo a decir que ninguno se encuentra en gracia de Dios, Porque si estuvieran en gracia de Dios, Dios los ayudaría porque se encontrarían fieles a ÉL y en obediencia, en ese caso todo iría en la voluntad de Dios, que seria el bien para todos, os hombres de buena voluntad, varón y mujer.
Hoy la humanidad se encuentra atea, confundida, y paganizada, teniendo amor propio y olvidándose del fin de sus vidas, que es después de esta única vida, Dios; se encontrará en su juicio particular, que es más importante que el juicio final. sea ateo, pagano, judío, musulmán, comunista, socialista, cristiano, budista, de la nueva era etc. todos, pero todos pasarán por la ÚNICA PUERTA, QUE ES NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, cuando nos pregunte: "Traes tus manos llenas de que?, sino es de amor al prójimo y uno mismo, estamos fritos. Estamos en tiempo de Misericordia, estando en la tierra, los pueblos deben reconocer que en general son inducidos en su gran mayoría por no buscar LA VERDAD que los salva y hacerlos felices tanto aquí en la tierra como en el Cielo.
Sepan que en los pueblos que se votará para presidente de la Nación, suba quién suba, toda autoridad proviene de Dios, y a ÉL deben rendir cuentas, pero cuando asumen se olvidan, pero no olviden que esos presidentes los que ya partieron ya han rendido cuentas ante Dios.
Esto es una realidad que no se ve pero sucede todo el tiempo, lo material y lo espiritual queda en la tierra, pero lo gracia es un bien muy solicitado en la eternidad. Salven sus almas y si tienen corazón lean lo que viene.   
A.M.G.D B.V.M

22 de noviembre de 1975
NO HAN ENTENDIDO MUCHO
Muchos sacerdotes y hasta algunos sucesores de mis Apóstoles no han entendido mucho de la historia de la humanidad. 
Los cristianos poco o nada entienden, pero son menos responsables porque nadie ha provisto a iluminarlos. 
¡Pocas son las almas de mis consagrados que poseen la visión exacta de la historia del mundo! 
Toda esta historia se basa en la lucha entre Satanás y Dios. Dios es combatido por Satanás y sus legiones en sus criaturas. 
Satanás sabe bien que no puede enfrentarse a Dios directamente, entonces, lo combate indirectamente en el género humano. 
¿Qué es, hijo mío, la historia del Misterio de la salvación, sobre la que los teólogos se exprimen el cerebro para encontrar, incluso en este campo, alguna novedad, y se afanan de todas las formas en complicar las verdades reveladas por Mí? 
¿Qué han entendido de la simplicidad y profundidad de mi doctrina, es decir, de las Sagradas Escrituras, de mi Evangelio? 
¿La historia de la Iglesia qué otra cosa es sino el áspero antagonismo entre el bien y el mal? 
Te he dicho hijo, que la historia de la humanidad tiene dos puntos focales: 
La creación del hombre con todos sus dones naturales, preternaturales y sobrenaturales. Es importante tener presente esto para entender la gravedad de la caída de los primeros padres. He aquí que Satanás finalmente ha encontrado el objeto sobre el cual desfogar su odio, su veneno, sus desenfrenadas y desesperadas pasiones: 
— el hombre rico hecho pobre 
— el hombre sabio hecho ignorante 
— el hombre fuerte vuelto débil 
— el hombre feliz vuelto infeliz 
— el hombre inmortal vuelto mortal 
No pudiendo Satanás enfrentarse con Dios, ahora puede ensañarse desesperadamente sobre el hombre, sobre todo el género humano. 
Cuando después vino a conocer la Encarnación de Mí, Verbo Eterno de Dios, concibió su loco plan de aniquilarme a Mí y a mi Iglesia, y de hacer nulos los frutos de la Redención. 
Necio y perverso plan de guerra. Guerra tejida de innumerables batallas, sirviéndose de todo y de todos los que se prestan a su acción devastadora, a servir a su desenfrenado orgullo. 
El segundo punto focal de la historia humana es la Encarnación, Pasión y Muerte de Mí, Hijo de Dios hecho hombre. Es también la pasión, muerte y resurrección de Mi Cuerpo Místico, es decir, de mi Iglesia salida de mi Corazón Misericordioso.
Historia auténtica
Esta es la auténtica historia del género humano, que se desenvuelve progresivamente, y cuya última página será escrita al fin de los tiempos. 
Por lo tanto, es historia en acción, que revela de manera clara la lucha sin tregua entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas, entre el amor y el odio, entre la fe y el ateísmo, entre el gozo y el dolor, entre la luz y las tinieblas. 
Detrás del bien, de la luz, de la verdad, del amor está Dios; al contrario, detrás del mal está Satanás. 
Ahora, hijo, con infinita amargura se ve cómo por parte de mi Iglesia, por culpa de muchos de mis pastores y sacerdotes, no se ha planeado como se debiera la defensa contra las incansables e insidiosas fuerzas del Infierno, la defensa de los valores de la Redención, y cómo no han sido preparados los medios de defensa contra los asaltos del Enemigo. 
Esta es responsabilidad de los pastores y de los sacerdotes que hoy se debaten como si hubieran caído en arenas movedizas. Y aún, mientras la casa arde y el derrumbe está ocurriendo, se pierden en mil actividades improductivas, porque no encuadran la visión real de la situación. 
Te confirmo que la guerra en curso desembocará en la más pavorosa batalla jamás combatida hasta ahora sobre la tierra, y que no tiene comparación sino en la batalla celeste de los Ángeles rebeldes contra los Ángeles de la luz. 
Quiero que absolutamente todos sepan lo que no Yo sino los hombres, aliados con Satanás están locamente realizando. 
¡No Yo! No a Mí por tanto debe imputarse esta próxima lucha. Yo, Justicia y Misericordia de la maldad de otros sabré sacar una Iglesia nueva y un mundo renovado. 
Sabré dar a esta Iglesia y a este mundo un largo período de paz y de justicia. 
Sabré salvar de las penas del Infierno a todos aquellos que con humildad y arrepentimiento acojan a tiempo estos mensajes, testimonio de mi amor. 
Te bendigo hijo mío, y contigo bendigo a todos aquellos que creerán. 
(“Confidencias de Jesús a un Sacerdote” – Mons. Ottavio Michelini)

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