domingo, 20 de febrero de 2011

VIENTOS DE CAMBIO: LA PRESUNCION HUMANA ORIGINA LA OSCURIDAD

VIENTOS DE CAMBIO: LA PRESUNCION HUMANA ORIGINA LA OSCURIDAD: "Escribe, hijo mío, soy Yo, Jesús.Quiero continuar la conversación de ayer con la que he querido hacerte ver cómo la presunci..."

LA PRESUNCION HUMANA ORIGINA LA OSCURIDAD


Escribe, hijo mío, soy Yo, Jesús.
Quiero continuar la conversación de ayer con la que he querido hacerte ver cómo la presunción humana origina ipso facto oscuridad en las mentes humanas, por lo que a veces se vuelven incapaces de hacer aun los más simples y fáciles razonamientos.
El Enemigo del hombre, que es un profundo conocedor de la naturaleza humana y que conoce su parte más vulnerable, sobre ésta se detiene, sobre ésta trabaja, a ésta acaricia y seduce y, creada la fisura, entra y da comienzo a su obra demoledora.
¿Con los Primeros Padres, qué hizo? también aquí se dirigió a la mujer, a Eva, más susceptible a la vanidad, "¿Por qué no coméis del fruto del árbol de la ciencia del Bien y del Mal?" "Porque el Señor nos lo ha prohibido diciéndonos que si comemos de él moriremos". "No", agregó el Enemigo, "si coméis de él, os haréis semejantes a Él…"
Hijo, el enemigo es siempre el mismo, y comprobada la eficacia del arma usada contra los Primeros Padres continúa con la misma astucia. ¡Cuántas veces ha entrado en almas que parecían fortalezas inexpugnables mientras en realidad cayeron en sus manos con una facilidad increíble!
Satanás odia terriblemente al Bautista que le arranca muchas almas, es necesario hacerlo a un lado... entonces se sirve de los "celos" de Herodías, de cuya hija se ha chiflado el tirano Herodes, y ¡la partida está ganada!

Muchas más las "víctimas" que los combatientes

Otra arma en la que se apoya Satanás es la mujer. No hay lugar donde ella no esté, cine, teatro, en muros de las ciudades y de los pueblos de montaña o de campiña; no hay lugar en el que ella no esté vestida provocativamente, en los periódicos, en la prensa de todo género, en los más diversos objetos; en ella está la concupiscencia de la carne presente por doquier, arma tremenda, cuyas víctimas son innumerables.
Él asedia a la humanidad con las dos concupiscencias, la del espíritu y la de la carne, y con éstas ha logrado adueñarse del mundo; con éstas ha logrado dominar a la mayor parte de los hombres; con estas dos armas ha logrado desfogar toda su espumosa rabia sobre los hombres, sobre los pueblos; y con esto llega a calmar su sed de mal, de sangre, de violencia y de toda otra maldad.

¿No hay nadie capaz de un poco de análisis de los males que sufre el mundo, que no pueda ver claramente el origen, la causa eficiente de ellos?
En mi misma Iglesia son más las víctimas, mucho más las víctimas que los combatientes de los males de hoy, ¿por qué es esto posible?
Porque ya no se cree en la lucha, porque ya no se cree en mis palabras, que no son como las palabras de los hombres, sino son palabras de Dios que no cambia ni muda jamás.
Sólo pocos santos han permanecido a salvo en sus puestos, porque su fe ha permanecido sólida, y con la fe, la esperanza y el amor; y así, armados de estas tres grandes virtudes, son los verdaderos "luchadores" contra las potencias de las tinieblas y del orgullo.

VIENTOS DE CAMBIO: Ningún "efecto" sin una "causa"

VIENTOS DE CAMBIO: Ningún "efecto" sin una "causa": "Que hoy en la humanidad y en Mi misma Iglesia se haya venido a menos la fe en las grandes realidades h..."

Ningún "efecto" sin una "causa"


Que hoy en la humanidad y en Mi misma Iglesia se haya venido a menos la fe en las grandes realidades históricas que forman la razón de su existencia, creídas y vividas durante milenios por el Pueblo elegido y por la misma Iglesia, que sin estas realidades no tendría razón alguna de "ser", es verdaderamente contra todo uso recto de la inteligencia, contra la historia, jamás en siglos pasados desmentida, contra la evidencia de esta realidad en ejercicio... Es sabido que no puede haber "efecto" sin su propia "causa", entonces entonces el mal (efecto), unido a la naturaleza humana, ¿de dónde trae su origen (causa) si Dios ha hecho "buenas todas las cosas?" ¿Dónde está el origen de la misma Iglesia, de Quién y por qué tuvo origen?

¿Y la historia del pueblo hebreo con sus Profetas y con todas sus vicisitudes, y mi Doctrina, y el número sin número de Santos y de Mártires, si no son encuadrados en esa inmensa guerra en acción como realidad en la historia? ¿Y cómo podría tenerse en pie la verdadera historia humana sin la espina dorsal de la que se compone y por la que se rige, y la actual situación del mundo y de la iglesia cómo se podría explicar fuera del Bien y del Mal que chocan y que se enfrentan en un duelo continuo sin pausa?
Respondan los hombres: Detrás del Mal ¿quién está? ¿Quién siembra el mal y quién lo hace tan agresivo de suscitar violencias de todo tipo, revoluciones, guerras, discordias y ruinas en todo el mundo?
Y viceversa ¿Quién está detrás del Bien? ¿Quién anima el bien y quién lleva el bien a las más altas cumbres de la perfección? Y ¿Quién perpetúa este choque tremendo atropella a todos los hombres y a todos los pueblos y que dura más allá de la vida de las generaciones, que tiene vida tan larga y tan potente que perpetúa el conflicto sobre toda la tierra y con una duración que desde los primeros días de la humanidad no conoce ni pausa ni conoce ocaso?
¿Son acaso los hombres, los teólogos, los filósofos o los hombres de ciencia quienes coordinan y desarrollan esta tremenda lucha continua, y para fines tan precisos?
¿Por qué 1os hombres hacen tan inauditos esfuerzos con tal de subvertir las grandes realidades históricas de la vida humana en la tierra? ¿No sería mucho más honesto, más sencillo, más acorde con el recto uso de la inteligencia y de la voluntad humanas mirar de cara a la realidad sin exprimirse el cerebro buscando maneras de subvertir la historia y hacer de toda ella una gran mentira? ¿No es también ésta una confirmación y una consecuencia de la primera culpa, raíz y causa de todos los males imputables a la humanidad?

HISTORICIDAD DE JESUCRISTO



¿Existió Jesucristo?
A partir del siglo XIX, el racionalismo ha puesto en duda la existencia histórica de Jesucristo.  Por ejemplo, según Bauer (1809-1882) y otros de la escuela de Tubingen, Jesús es tan solo un símbolo inventado por la primera comunidad cristiana.  Sin embargo, la historicidad de Jesús está mas documentada que muchos grandes personajes de la historia.
Fuentes paganas
Aunque manifiestan una fuerte aversión al cristianismo, no dudan de la historicidad de Jesús. 
Cornelio Tácito, historiador latino, escribió sobre Jesús en sus "Anales" (116 AD.)
Escribe en el libro XV, 44: "Aquél de quien procede ese nombre [de cristianos], Cristo, fue entregado al suplicio siendo emperador Tiberio por el procurador [gobernador ecuestre de Judea] Poncio Pilato"
(Auctor nominis eius Christus Tiberio imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus est).
"Reprimida de momento esta superstición nociva, brotó de nuevo no sólo en Judea, punto de origen de tal calamidad, sino en la misma Roma donde convergen y hallan buena acogida las cosas más groseras y vergonzosas".
Suetonio, en su obra "Vida de Claudio" (120 AD.) dice que este emperador "expulsó de Roma a los judíos en continua agitación a causa de Cretos (Cristo)."

Plinio el Joven, gobernador de Bitinia (circa 112 A.D.), en carta a Trajano escribe que los cristianos "tienen por costumbre reunirse un día determinado, al amanecer, para alabar a Cristo a quien consideran su Dios."
Fuente judía:
Son escasos los judíos de los primeros siglos que escribieron sobre Jesús. Esto se entiende porque lo habían rechazado (Quienes lo aceptaron, como S. Pablo, escribieron como cristianos). Los judíos no negaron, sin embargo, que Jesús hubiese existido. 
Flavio Josefo, historiador judío romanizado. En su obra "Antigüedades Judías",
18,3,3: “Por aquella época apareció Jesús, hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la verdad. Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles. Este era el Cristo (el Mesías). Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz; pero los que antes le habían amado le permanecieron fieles en el amor. Se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de El ésta y otras mil cosas maravillosas. De él tomaron su nombre los cristianos, cuya sociedad perdura hasta el día de hoy”.
20,9,1 v.4.6: “entretanto subió al pontificado, según dijimos Anás, el más joven, de índole feroz y extremadamente audaz...Dado este su carácter, pensando que había llegado el momento oportuno...., convocó el consejo de jueces y, haciendo presentar a juicio a un pariente del que llamaban Cristo (por nombre Santiago) y algunos otros con él, habiéndolos acusado de reos violadores de la ley, los condenó a ser apedreados”

Algunos dicen que los textos de Josefo contienen textos interpolados posteriormente, pues se guardó en silencio hasta el año 311 en que lo recuerda Eusebio de Cesarea (M.J. Lagrange, Batiffol). Pero muchos otros, incluso el racionalista alemán A. Harnack lo consideran genuino, ya que aparece en todos los códices. El hecho de que no haya sido anteriormente citado no extraña pues las obras de F. Josefo no eran conocidas entre los cristianos. F. Josefo habló también de otros pretendidos mesías de su tiempo.

Según algunos, lo que arriba aparece en cursiva serían interpolaciones de un copista cristiano. Pero aun si se eliminasen esas líneas, el testimonio histórico de la existencia de Jesús permanece.

Testimonio Cristiano:
Más importantes son los testimonios de San Pablo. La primera carta a los Tesalonicenses se escribió en el invierno del 55 y en ese tiempo ya es evidente que el cristianismo se fundamenta en el seguimiento de una persona histórica llamada Jesús.

Los cuatro Evangelios relatan la vida de Jesús. Los escritores fueron testigos de los hechos. Al escribir no tenían nada que ganar en este mundo, mas que persecución, sufrimiento y muerte. La muerte de Jesús en la Cruz, desde el punto de vista humano hubiese sido el fin del cristianismo. Sin embargo, algo ocurrió que transformó a los apóstoles haciéndoles capaces de comunicar la verdad sobre Cristo por todas partes. 
Los Hechos de los Apóstoles y las Epístolas enseñan la importancia no solo de una vida moral sino de una adhesión a la persona de Jesús.
Los Padres dan testimonio de la autenticidad de los Evangelios:
San Ireneo (170), obispo de Lyon. Era discípulo de Policarpo, quien a su vez era discípulo de Juan el Evangelista. S. Ireneo escribe: "Mateo escribe cuando Pedro y Pablo evangelizaban Roma, hacia el 50, en lengua hebrea; Marcos transmite la predicación de Pedro, hacia el 65; Lucas, colaborador de Pablo, escribe el evangelio enseñado por éste a los gentiles entre los años 67 y 70; Juan escribe en Efeso hacia fines del siglo primero"
-Tertuliano, Africa, (160-223). Afirma que los cuatro evangelistas tienen la misma autoridad .
-Orígenes, Egipto (185-255), menciona a los cuatro evangelistas y el orden en que escribieron.
-Clemente Alejandrino (Circa 200), relata sobre los cuatro evangelios, sobre los cuales conoce una tradición.
Ellos enseñaron sobre la importancia de la adhesión a Jesús y estaban dispuestos a morir por dar ese testimonio.

Libros apócrifos: 
Son libros no reconocidos en el canon de las Sagradas Escrituras pero que hablan sobre Jesucristo como un personaje histórico. Hay divergencias sobre su naturaleza y doctrina pero no dudan de que fue una persona real.
La extraordinaria transformación de los Apóstoles después de Pentecostés y la propagación del Cristianismo no es comprensible sin no se toma en cuenta a Jesús como una persona real que inspiró y dio fuerza a sus seguidores para semejante empresa.
Desde el primer siglo hasta hoy, todos los que abren su corazón y creen en El reciben la gracia de conocerle de una manera real y poderosa que transforma radicalmente sus vidas haciéndoles posible participar en la vida divina. Ellos son testigos de Cristo vivo. 
No faltan los que rechazan a Cristo y han anunciado la desaparición del cristianismo
Ellos sin embargo son los que desaparecen mientras la Iglesia continúa. 
John Lennon, miembro de los Beatles: "el Cristianismo va a acabar, va a encogerse, desaparecer. Yo no preciso discutir sobre eso, estoy seguro de ello. Jesús fue bueno, pero sus disciplinas muy simples. Hoy, nosotros somos mas populares que Jesucristo (1966)". 

VIENTOS DE CAMBIO: ENSEÑANZA DE LOS DOCE APÓSTOLES -DIDAJÉ

VIENTOS DE CAMBIO: ENSEÑANZA DE LOS DOCE APÓSTOLES -DIDAJÉ: "TABLA DE CONTENIDO ENSEÑANZA DE LOS DOCE APÓSTOLES ............................................................................................"

ENSEÑANZA DE LOS DOCE APÓSTOLES -DIDAJÉ

TABLA DE CONTENIDO
ENSEÑANZA DE LOS DOCE APÓSTOLES .......................................................................................... 1
(«DIDACHÉ» O «DIDAJÉ» O «DIDAKHÉ») .......................................................................................... 1
1. INSTRUCCIÓN MORAL............................................................................................................................ 1
2. EL BAUTISMO........................................................................................................................................ 3
3. AYUNO Y ORACIÓN. .............................................................................................................................. 3
4. FÓRMULAS PARA LA CENA EUCARÍSTICA............................................................................................... 3
5. INSTRUCCIÓN SOBRE LOS APÓSTOLES Y PROFETAS. ............................................................................... 4
6. EL DÍA DEL SEÑOR. ............................................................................................................................... 5
7. OBISPOS Y DIÁCONOS............................................................................................................................ 6
8. ESCATOLOGÍA....................................................................................................................................... 6
UN SACRIFICIO PURO ................................................................................................................................ 7
(DIDACHÉ O ENSEÑANZA DE LOS DOCE APÓSTOLES, CAP. IX Y X)............................................................ 7
Enseñanza de los Doce Apóstoles
(«Didaché» o «Didajé» o «Didakhé»)
1. Instrucción moral.
Hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y grande es la diferencia que hay entre estos
dos caminos. El camino de la vida es éste: «Amarás en primer lugar a Dios que te ha creado, y en
segundo lugar a tu prójimo como a ti mismo. Todo lo que no quieres que se haga contigo, no lo
hagas tú a otro.» Tal es la enseñanza de este discurso: «Bendecid a los que os maldicen y rogad por
vuestros enemigos, y ayunad por los que os persiguen. Porque ¿qué gracia hay en que améis a los
que os aman? ¿No hacen esto también los gentiles? Vosotros amad a los que os odian, y no tengáis
enemigo.» Apártate de los deseos carnales. Si alguno te da una bofetada en la mejilla derecha,
vuélvele la izquierda, y serás perfecto. Si alguien te fuerza a ir con él durante una milla, acompáñale
dos. Si alguien te quita el manto, dale también la túnica. Si alguien te quita lo tuyo, no se lo
reclames, pues tampoco puedes. A todo el que te pida, dale y no le reclames nada, pues el Padre
quiere que se dé a todos de sus propios dones. Bienaventurado el que da conforme a este
mandamiento, pues éste es inocente. ¡Ay del que recibe! Si recibe porque tiene necesidad, será
inocente; pero si recibe sin tener necesidad, tendrá que dar cuenta de por qué recibió y para qué:
1
puesto en prisión, se le examinará sobre lo que hizo, y no saldrá hasta que no devuelva el último
cuadrante.
También está dicho acerca de esto: que tu limosna sude en tus
manos hasta que sepas a quién das. Segundo mandamiento de la doctrina: No matarás, no
adulterarás, no corromperás a los menores, no fornicarás, no robarás, no practicarás la magia o la
hechicería, no matarás el hijo en el seno materno, ni quitarás la vida al recién nacido. No codiciarás
los bienes del prójimo, no perjurarás, no darás falso testimonio. No calumniarás ni guardarás rencor.
No serás doble de mente o de lengua, pues la doblez es lazo de muerte. Tu palabra no será
mentirosa ni vana, sino que la cumplirás por la obra. No serás avaro, ni rapaz, ni hipócrita, ni
malvado, ni soberbio. No tramarás planes malvados contra tu prójimo. No odiarás a hombre alguno,
sino que a unos los convencerás, por otros rogarás, a otros los amarás más que a tu propia alma... Sé
manso, pues los mansos heredarán la tierra. Sé paciente, compasivo, sin malicia, tranquilo y bueno,
temeroso en todo momento de las palabras que has oído. No te exaltarás, ni entregarás tu alma a la
temeridad. No se junte tu alma con los soberbios, sino que andarás con los justos y humildes. Los
sucesos que te sobrevengan los aceptarás como bienes, sabiendo que no sucede nada sino por
disposición de Dios. Hijo mío, te acordarás de día y de noche del que te habla la palabra de Dios, y
le honrarás como al Señor. Porque donde se anuncia la majestad del Señor, allí está el Señor.
Buscarás cada día los rostros de los santos, para hallar descanso en sus palabras. No harás cisma,
sino que pondrás paz entre los que pelean. Juzgarás rectamente, y no harás distinción de personas
para reprender las faltas. No andarás con alma dudosa de si sucederá o no sucederá: No seas de los
que extienden la mano para recibir, pero la retiran para dar. Si adquieres algo por el trabajo de tus
manos, da de ello como rescate de tus pecados. No vaciles en dar, ni murmurarás mientras das, pues
has de saber quién es el buen recompensador de tu limosna. No rechazarás al necesitado, sino que
tendrás todas las cosas en común con tu hermano, sin decir que nada es tuyo propio; pues si os son
comunes los bienes inmortales, cuánto más los mortales. Tu mano no se levantará de tu hijo o de tu
hija, sino que les enseñarás desde su juventud el temor de Dios. No mandarás con aspereza a tu
esclavo o a tu esclava que esperan en el mismo Dios que tú, no sea que dejen de temer a Dios que
está sobre unos y otros... Vosotros, los esclavos, someteos a vuestros señores como a imagen de
Dios con reverencia y temor...
En la asamblea confesarás tus pecados, y no te acercarás a la oración con mala conciencia.
Este es el camino de la vida (cap. 1-5).
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2. El bautismo.
En lo que se refiere al bautismo, tenéis que bautizar así: Habiendo dicho todas estas cosas,
bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo, en agua viva. Si no tienes agua viva,
bautiza con otra agua. Si no puedes con agua fría, hazlo con caliente. Si no tienes ni una ni otra,
derrama agua sobre la cabeza tres veces, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Antes del Bautismo, ayunen el bautizante y el bautizando y algunos otros que puedan. Pero al
bautizando le ordenarás que ayune uno o dos lías antes (cap. 7).
3. Ayuno y oración.
No ayunaréis juntamente con los hipócritas (es decir, los judíos), que ayunan el segundo y el
quinto día de la semana. Vosotros ayunaréis el día cuarto y el de la preparación. Tampoco hagáis
vuestra oración como los hipócritas, sino, como lo mandó el Señor en el Evangelio, así oraréis:
Padre nuestro... Oraréis así tres veces al día (cap. 8).
4. Fórmulas para la cena eucarística.
En lo que toca a la acción de gracias, la haréis de esta manera: Primero sobre el cáliz: Te
damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David tu siervo, la que nos diste a conocer a
nosotros por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.
Luego sobre el trozo (de pan): Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento,
que nos diste a conocer por medio de Jesús tu siervo. A ti la gloria por los siglos. Como este
fragmento estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los
confines de la tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, por los siglos.
Que nadie coma ni beba de vuestra comida de acción de gracias, sino los bautizados en el
nombre del Señor, pues sobre esto dijo el Señor: No deis lo santo a los perros. Después de saciaros,
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daréis gracias así: Te damos gracias, Padre santo, por tu santo nombre que hiciste morar en nuestros
corazones, y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado a conocer por medio de
Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos.
Tú, Señor omnipotente, creaste todas las cosas por causa de tu nombre, y diste a los hombres
alimento y bebida para su disfrute, para que te dieran gracias. Mas a nosotros nos hiciste el don de
un alimento y una bebida espiritual y de la vida eterna por medio de tu siervo. Ante todo te damos
gracias porque eres poderoso. A ti la gloria por los siglos.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu caridad, y
congrégala desde los cuatro vientos, santificada, en tu reino que le has preparado. Porque tuyo es el
poder y la gloria por los siglos.
Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se
acerque. El que no lo es, que se arrepienta. «Maran Atha» Amén.
A los profetas, dejadles dar gracias cuanto quieran (cap. 9 y 10).
5. Instrucción sobre los apóstoles y profetas.
Al que viniendo a vosotros os enseñare todo lo dicho, aceptadle. Pero si el mismo maestro,
extraviado, os enseña otra doctrina para vuestra disgregación, no le prestéis oído; si, en cambio, os
enseña para aumentar vuestra justicia y conocimiento del Señor, recibidle como al mismo Señor.
Con los apóstoles y profetas, obrad de la siguiente manera, de acuerdo con la enseñanza
evangélica: todo apóstol que venga a vosotros, sea recibido como el Señor. No se detendrá sino un
solo día, y, si fuere necesario, otro más. Si se queda tres días, es un falso profeta. Cuando el apóstol
se vaya no tome nada consigo si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso
profeta.
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No pongáis a prueba ni a examen ningún profeta que habla en espíritu.
Porque todo pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado. Con todo, no todo el que
habla en espíritu es profeta, sino el que tiene el modo de vida del Señor. En efecto, por el modo de
vida se distinguirá el verdadero profeta del falso. Todo profeta que manda poner una mesa en
espíritu, no come de ella: de lo contrario, es un falso profeta. Todo profeta que predica la verdad, si
no cumple lo que enseña es un falso profeta. Todo profeta probado como verdadero, que trabaja en
el misterio de la Iglesia en el mundo, si no enseña a hacer lo que él hace, no lo juzgaréis, pues su
juicio está en Dios. Así lo hicieron también los antiguos profetas. Pero al que dice en espíritu: Dame
dinero, o cualquier otra cosa, no le prestéis oído. En cambio si dice que se dé a otros necesitados,
nadie lo juzgue.
A todo el que viniere en nombre del Señor, recibidle. Luego examinándole le conoceréis por
su derecha y por su izquierda, pues tenéis discernimiento. Al que pasa de camino le ayudaréis en
cuanto podáis: pero no se quedará con vosotros sino dos o tres días, si fuere necesario. Si quiere
quedarse entre vosotros, teniendo un oficio, que trabaje para su sustento. Si no tiene oficio, proveed
según prudencia, de modo que no viva entre vosotros cristiano alguno ocioso. Si no quiere aceptar
esto, se trata de un traficante de Cristo: tened cuidado con tales gentes.
Todo auténtico profeta que quiera morar de asiento entre vosotros es digno de su sustento.
Igualmente, todo auténtico maestro merece también, como el trabajador, su sustento. Por tanto,
tomarás siempre las primicias de los frutos del lagar y de la era, de los bueyes y de las ovejas, y las
darás como primicias a los profetas, pues ellos son vuestros sumos sacerdotes. Si no tenéis profeta,
dadlo a los pobres. Si haces pan, toma las primicias y dalas conforme al mandato. Si abres una jarra
de vino o de aceite, toma las primicias y dalas a los profetas. De tu dinero, de tu vestido y de todas
tus posesiones, toma las primicias, según te pareciere, y dalas conforme al mandato (cap. 11-13).
6. El día del Señor.
En el día del Señor reuníos y romped el pan y haced la eucaristía, después de haber confesado
vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro. Todo el que tenga disensión con su
compañero, no se junte con vosotros hasta que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado
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vuestro sacrificio. Este es el sacrificio del que dijo el Señor: «En todo lugar y tiempo se me ofrece
un sacrificio puro: porque yo soy el gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las
naciones» (Mal 1, 11) (cap. 14).
7. Obispos y diáconos.
Elegíos obispos y diáconos dignos del Señor. hombres mansos, no amantes del dinero,
sinceros y probados; porque también ellos os sirven a vosotros en el ministerio de los profetas y
maestros. No los despreciéis, ya que tienen entre vosotros el mismo honor que los profetas y
maestros (cap. 15).
8. Escatología.
Vigilad sobre vuestra vida. No se apaguen vuestras linternas, y no dejen de estar ceñidos
vuestros lomos, sino estad preparados, pues no sabéis la hora en que vendrá nuestro Señor. Reuníos
con frecuencia, buscando lo que conviene a vuestras almas, pues de nada os servirá todo el tiempo
en que habéis creído. si no consumáis vuestra perfección en el último momento. En los últimos días
se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se convertirán en lobos, y el amor
se convertirá en odio. En efecto, al crecer la iniquidad, los hombres se odiarán entre si, y se
perseguirán y se traicionarán: entonces aparecerá el extraviador del mundo, como hijo de Dios, y
hará señales y prodigios, y la tierra será entregada en sus manos, y cometerá iniquidades como no se
han cometido desde siglos. Entonces la creación de los hombres entrará en la conflagración de la
prueba, y muchos se escandalizarán y perecerán. Pero los que perseveren en su fe serán salvados
por el mismo que había sido maldecido. Entonces aparecerán las señales auténticas: en primer lugar
el signo de la abertura del cielo, luego el del sonido de trompeta, en tercer. lugar, la resurrección de
los muertos, no de todos los hombres, sino, como está dicho: «Vendrá el Señor y todos los santos
con él» (Zac 14, 5). Entonces el mundo verá al Señor viniendo sobre las nubes del cielo (cap.16).
*****
6
Un sacrificio puro
(Didaché o Enseñanza de los Doce Apóstoles, cap. IX y X)
En cuanto a la Eucaristía, dad gracias así. En primer lugar, sobre el cáliz: «Te damos gracias,
Padre nuestro, por la santa vid de David, tu siervo, que nos diste a conocer por Jesús, tu siervo. A Ti
gloria por los siglos».
Luego, sobre el fragmento de pan: «Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el
conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A Ti la gloria por los siglos».
«Así como este trozo estaba disperso por los montes y reunido se ha hecho uno, así también
reúne a tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder por los
siglos por medio de Jesucristo».
Nadie coma ni beba de vuestra Eucaristía a no ser los bautizados en el nombre del Señor, pues
acerca de esto también dijo el Señor: No deis lo santo a los perros.
Después de haberos saciado, dad gracias de esta manera:
«Te damos gracias, Padre Santo, por tu Nombre Santo que has hecho habitar en nuestros
corazones, así como por el conocimiento, la fe y la inmortalidad que nos has dado a conocer por
Jesús tu siervo. A Ti la gloria por los siglos».
«Tú, Señor omnipotente, has creado el universo a causa de tu Nombre, has dado a los
hombres alimento y bebida para su disfrute, a fin de que te den gracias y, además, a nosotros nos
has concedido la gracia de un alimento y bebida espirituales y de vida eterna por medio de tu
Siervo».
7
«Ante todo, te damos gracias porque eres poderoso. A Ti la gloria por los siglos».
«Acuérdate, Señor, de tu Iglesia para librarla de todo mal y perfeccionarla en tu amor y a Ella,
santificada, reúnela de los cuatro vientos en el reino tuyo, que le has preparado. Porque Tuyo es el
poder y la gloria por los siglos».
«¡Venga la gracia y pase este mundo! ¡Hosanna al Dios de David! ¡Si alguno es santo, venga!;
¡el que no lo sea, que se convierta! Maranatha. Amén».