miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL AVISO (O ADVERTENCIA) Y SU RAZÓN DE SER

San Lucas, Antioquía, 81 d.c.: Haré prodigios arriba en el cielo y señales milagrosas abajo en la tierra. (Hch 2, 19)
A John Leary, Rochester, N.Y., 1993:
(J) Pronto verán un llamado a toda la población para recibir el chip de computador para que se puedan registrar en el computador mundial, la “Bestia”.
La Advertencia vendrá antes de la transición de poder para que puedan saber en verdad que están escogiendo entre Satanás o Yo.
La humanidad tendrá un tiempo para escogerme a Mi o al Anticristo. Por un tiempo el lado maligno se mostrará atractivo a los sentidos humanos y su poder de sugestión llegará al máximo, pero tienen que saber que estarán escogiendo entre el estar conmigo o contra Mí. No va a haber campo intermedio.

A Pequeña Alma, España 2001: (J)
 El Gran Aviso será un Milagro obtenido por mi Santa Madre y vuestra, de Dios, para despertar de sus pecados a la humanidad dormida en la injusticia, el olvido de Dios y en la maldad, hacerle ver que Dios es Dios, Un solo Dios verdadero en tres Personas distintas: Padre, hijo y Espíritu Santo, y que Yo, el Unigénito del Padre, Soy el Único que se encarnó como hombre, en elseno de la Virgen María, como el enviado del Padre, para daros la Buena Nueva de que Dios es vuestro Padre que os ha creado por su Amor para que seáis felices con Él en el Cielo por toda la eternidad... pero que os ha creado libres con un cuerpo y un alma para que elijáis entre le bien y el mal, y al final de esta vida terrena daros el Premio o el Castigo, el Cielo o el Infierno, según vuestras obras buenas o malas...

Este es el motivo principal del acontecimiento... las demás circunstancias materiales y naturales con los fenómenos que lo provocarán tienen sólo por fin, que cada persona sobre la tierra entienda su alma, su principio, su misión y fin de su existencia.
A la Beata Ana María Taigi, Roma, Italia, 1837: Ella habló de un gran castigo que vendrá sobre la humanidad, pero al mismo tiempo de una gran bendición.
Habrá un momento de iluminación de las conciencias, como si de pronto toda persona recibirá la misma luz que la acompañaba a ella, en donde se verá a sí misma como la ve Dios. De esta iluminación resultará la salvación de muchas almas, porque muchos se arrepentirían como resultado de esta “ad-
vertencia”, de este milagro de iluminación propia.

A Mary Jane Even, Lincoln, Nebrasca,1991: (J) 
Mis dulces hijos, conoceréis vuestros pecados por medio de la Bendita Virgen María, quien vendrá en aquél día como Estrella de la Mañana, y colocará una manta blanca para que nadie salga debajo de esta manta, ya que nada funcionará por algún tiempo. Todo parará.
Todas las máquinas dejarán de funcionar.
Todas las gentes donde estén se detendrán. Mi Madre es Nuestra Señora de la Misericordia, y por sus Lágrimas y Oraciones, dichas durante muchos siglos, ha ganado para vosotros la oportunidad de pedir perdón por vuestros pecados, preparándoos para este tiempo... 
A Anónimo, Estados Unidos, 1991:(J)
 Los que están en mi gracia no tienen nada que temer cuando llegue la advertencia. ¿Cuándo aprenderán que no hay nada más grande que Mi Amor? ¿No sienten acaso el calor de Mi Amor? ¿Hay acaso alguien más grande que Yo? ¿Por qué buscan en otros lados? ¡Vengan a mis brazos!
Esta será la única vez en la historia de la humanidad que el hombre recibirá el mismo conocimiento que
en la hora de la muerte. ¡Este será Mi gran acto de misericordia! Cuando el hombre se enfrente con los
pecados de su vida, ese momento le pertenece. Yo repararé todo, pero él debe pedírmelo. Yo perdonaré
todo, pero él debe arrepentirse. Yo llevaré a todos nuevamente a Mi Corazón, pero ellos lo deben regresar por sí mismos.
La ignorancia que azota a la humanidad hace imposible que cualquiera comprenda la profundidad del pecado del mundo.
Por consiguiente las consecuencias deben ser proporcionales.



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