lunes, 30 de enero de 2023

EL AMOR NACE DEL SUFRIR


                                                           8 de agosto de 1904

 Buscar a Jesús en el interior de nosotros, no en el exterior.Todo debe estar encerrado en una palabra: “Amor”.

Quien ama a Jesús es otro Jesús.

(1) Continuaba esperando, y en cuanto ha venido mi adorable Jesús, si bien lo sentía cercano,

pero hacía por tocarlo y huía, y casi me impedía salir fuera de mí misma para ir en su busca.

Después de haber esperado mucho, en cuanto se ha hecho ver me ha dicho:

(2) “ Hija mía, no me busques fuera de ti sino dentro de ti, en el fondo de tu alma, porque si

sales fuera y no me encuentras sufrirás mucho y no podrás resistir; si me puedes encontrar con

más facilidad, ¿por qué quieres fatigarte?”

(3) Y yo: “Creo que si no te encuentro rápido en mí, puedo encontrarte fuera, es el amor lo que

a esto me empuja”.

(4) Y Él: “¡Ah! ¿Es el amor lo que a esto te empuja? Todo, todo debería estar encerrado en

una sola palabra: “Amor”, y quien no encierra todo en esto, se puede decir que del amarme el

alma no conoce ni siquiera una jota, y a medida que el alma me ame, así le engrandezco el don

del sufrir”.

(5) Y yo interrumpiendo su hablar, toda sorprendida y afligida he dicho: “Vida mía y todo mi

bien, entonces yo poco o nada sufro, por consiguiente poco o nada te amo, qué espanto, al sólo

pensar que no te amo mi alma siente por ello un vivo disgusto, y casi me siento ofendida por Ti”.

(6) Y Él ha agregado: “Yo no intento disgustarte, tu disgusto oprimiría más mi corazón que el

tuyo, y además no debes mirar sólo los sufrimientos corporales, sino también los espirituales, la

voluntad verdadera que tienes de sufrir, porque el querer el alma verdaderamente sufrir, ante Mí

es como si el alma lo hubiera sufrido, por eso tranquilízate y no te turbes, y déjame continuar mi

decir: ¿No has visto alguna vez a dos íntimos amigos? ¡Oh! Cómo tratan de imitarse el uno al

otro y de retratar en sí mismo al amigo, por lo tanto imitan la voz, los modos, los pasos, las obras,

los vestidos, así que el amigo puede decir: ‘Aquél que me ama es otro yo mismo, y siendo yo

mismo no puedo hacer menos que amarlo”. Así hago Yo por el alma que se encierra a toda sí

misma como dentro de un breve giro de amor, todo Yo me siento como retratado en ella misma, y

encontrándome Yo mismo, de todo corazón la amo, y no puedo hacer otra cosa que estarme con

ella, porque si la dejo me dejaría a Mí mismo”.

(7) Mientras esto decía ha desaparecido.


Fuente; Volumen 6, del libro de Cielo, dictado por Jesucristo a Luisa Picarreta.

Dialogo Divino entre Guillermina y Salvador sobre este capitulo:

-Si lo amo mucho, El me da el don del sufrir mucho, estas son frases que impactan.

Jesús es un Maestro insuperable, nos ha ido llevando de Su mano, poco a poco, al ir entendiendo que el amor, nace en el sufrir, porque el sufrir es el desapego, el sufrir es el abandonarse, el abandonarme es tener una confianza plena en El que no me va a fallarme, no tiene limite en Su Poder, no importa lo que se presente, me va a sacar adelante, esa cognotaciòn de confianza, de fè de arrojo en los Brazos de Dios, el desapego, pero el desapego es Cruz, el desapego duele, y eso me lo da gracias a que lo amo, porque ahora como yo lo amo, El sabe que no lo puedo amar, sino lo poseo, y nadie puede amar lo que no posee.

El quiere que yo lo posea, a El, y El quiere poseerme a mi, pero para eso necesito quitar lo mio, y ese es el punto del porque me aumenta el don del sufrir.

¿Que tanto debemos sufrir?, a mas  sufrimientos, mas Vida Divina, a menos sufrimientos, mas vida humana, a mas vida humana, mas purgatorio nos espera, a menos vida humana, menos purgatorio vamos a tener. Si logramos llegar a la totalidad de la vida humana, vamos a llegar a la condenación eterna.

Si logramos llegar a la totalidad de la Vida Divina, vamos a tener la Vida Divina sin pasar por el purgatorio. Nosotros escogemos, que si hay que sufrir, hay que sufrir en la tierra o después de esta vida.

Y ese es el sufrimiento querido por Dios, que es el sufrimiento del desapego, el abandonarnos en sus Brazos como si fuéramos bebes y dependiéramos de nuestra madre.

El sufrimiento de la confianza en Dios y hay que entenderlo,  y si yo confío en Dios, hay sufrimientos.

Se deja de confiar en las criaturas,  y en mi. El sufrir aquí en la tierra nos va a llevar a conquistar los bienes de la Vida Divina. ¿y cuales son los bienes de la Vida Divina?, El Querer Supremo, El Acto único de Dios, eso es lo que vamos a conquistar, pero en el purgatorio ya no; allí vamos a conquistar la Vida Divina por medio de sufrimiento que yà no puede ser meritorio, y que únicamente nos dará el pase al cielo.

La Vida es una escuela de amor, Dios es Amor, nada puede habitar en Dios que no sea Amor.

Nosotros seres creados libres, ese es el punto, tenemos que decidir si aprendemos o no aprendemos a amar. Entonces la vida se vuelve una escuela de amor. Primero amo como hijo, luego amo como hermano, luego amo como amigo, amo en la escuela primaria y si sigo en la escuela secundaria y si sigo en la universidad y así; luego amo con sentimientos en el noviazgo, aprendemos a amar como esposos o esposas, y como padres. Y todos estos amores que vamos aprendiendo en la vida, nos va llevando a Dios, entonces la vida es un continuo aprendizaje de amor pero amor quiere decir DARSE,  entonces es un continuo sufrimiento, el amor duele, porque el amor implica renuncia.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario