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Sábado, 17 de diciembre del 2011, a las 15:30 hrs.
Mi niña, debes decirle al mundo rápidamente, del
amor y la misericordia que Mi Hijo Jesucristo tiene por cada una de las
personas en la Tierra.
El ama a cada uno, incluyendo a aquellos con almas tibias y a aquellos que no le conocen.
Nunca dudes de que estas mismas personas, que
pueden estar faltas de espíritu, son muy amadas por El. Se les dará una
gran esperanza cuando la misericordia de Mi Hijo les envuelva.
El Cielo se regocijará, cuando estas personas
abran sus ojos a la verdad, durante el GRAN AVISO. Esto es cuando ellos
aceptarán el amor y la esperanza que se les dará. Será el don más
grande que jamás hayan recibido en su vida en la Tierra.
Mi niña, las personas nunca deben condenar a aquellos que no honran a Mi Padre. Nunca
deben perder la esperanza por aquellos que también rechazan a Mi Hijo.
Estas almas son todas amadas con una profunda ternura, por Mi Hijo,
que solo quiere salvarles.
La esperanza, niña Mía, es un don del Padre eterno. Nunca debe ser rechazada a favor del miedo o la negatividad. La misericordia de Mi Hijo no conoce fronteras. Será dada a todos y cada uno de ustedes pronto.
La esperanza y el gozo deben estar a la
vanguardia de sus pensamientos, hijos, porque Mi Hijo está a punto de
otorgar tan gran don a sus hijos, con el fin de salvar al mundo.
El quiere que toda la Humanidad sea parte de esta grande y gloriosa era de paz, que les espera a todos ustedes.
Recen, recen, recen para que todas las almas
sobre la Tierra le den la bienvenida a este amoroso don, con corazones
abiertos y humildes.
Será a través del GRAN AVISO que la Misericordia de Dios finalmente se mostrará a la Humanidad.
No podrá haber dudas después de esto, de cuánto estos hijos son amados y queridos por El.
Su amada Madre, La Reina de los Cielos
www.jesushabla.com
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