domingo, 19 de febrero de 2012

COMO COMULGAR PARTE 2


COMO COMULGAR. PARTE 2

1º.- ¿De pie o de rodillas?
Hemos visto en la Introducción anterior cómo, a lo largo de la Historia de la Iglesia se fue generalizando poco a poco la Comunión de rodillas, de tal modo que en el siglo IX ya era la forma habitual.
Motivos
Motivo antropológico:
Todo ser humano tiene conciencia de que debe adorar a Dios.13
La adoración no se realiza sólo con el espíritu. El ser humano integra, en la unidad de la persona, el cuerpo y el alma. Ambos deben dar gloria a Dios. No sólo el alma, como si el cuerpo no tuviera obligación de alabarle. También se ora y adora con la postura corporal: Hay que dar a Dios culto interno y externo, como pide San Pablo: “Glorificad a Dios con vuestro cuerpo”. (I Co 6,20).
Los Salmos expresan insistentemente la idea de que se alaba a Dios con gritos de júbilo, con cánticos, aplausos, alzando las manos, con instrumentos músicos... Incluso el Salmo 148 pide que alabe a Dios la naturaleza inerte, estrellas, montes, nieve, lluvia, granizo, etc.
Sal 33,1:​“¡Gritad de júbilo, justos, por Yahveh!
¡Dad gracias a Yahveh con la cítara,
Salmodiad para él al arpa de diez cuerdas!”
Sal 47,2ss: “¡Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de alegría!”
Sal 71,22ss: “Yo te daré gracias con las cuerdas del arpa,
Para ti salmodiaré a la cítara, oh Santo de Israel.
Exultarán mis labios cuando salmodie para ti, y mi alma, que tú has rescatado. También mi lengua todo el día proclamará tu justicia.”
Sal 98,4ss: “¡Aclamad a Yahveh, toda la tierra, estallad, gritad de gozo y salmodiad! Salmodiad para Yahveh con la cítara, con la cítara y al son de la salmodia; con las trompetas y al son del cuerno aclamad ante la faz del rey Yahveh.”
Sal 134,2: “¡Alzad las manos hacia el santuario, y bendecid a Yahveh!”
Sal 145,21: “¡La alabanza de Yahveh diga mi boca, y toda carne bendiga su nombre santo, para siempre jamás!”
Pablo VI: «Os podrá parecer que la Liturgia está hecha de cosas pequeñas: actitud del cuerpo, genuflexiones, inclinaciones de cabeza, movimiento del incensario, del misal, de las vinajeras. Hay que recordar las palabras de Cristo en el Evangelio: “El que es fiel en lo poco, lo será en lo mucho” (Lc 16, 16). Nada es pequeño en la Santa Liturgia, cuando se piensa en la grandeza de Aquel a quien se dirige» (30-05-67).
Hay un protocolo estricto para saludar a personas distinguidas. ¿Por qué al Rey de Reyes le vamos a tratar peor? Hay que “saber distinguir entre lo sagrado y lo profano” (Lev 10,10).
13 Cfr. Gaudium et Spes, 16.

11
Motivo bíblico.-
A.T.-
Primer Mandamiento: “Está escrito: „Al Señor tu Dios, adorarás y sólo a Él darás culto‟” (Mt 4,10).
- Patriarcas, Profetas, Reyes y Sacerdotes tienen actitud de adoración de “religiosa piedad y reverencia” (Hb 12,28): ante Dios, caían de rodillas y se postraban ante el Señor.
- Gn 17,1.3: “Al oír Abram la voz de El Sadday, cayó rostro en tierra”
- Ex 17,10ss:​Josué salió a combatir contra Amalec. Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima del
Monte. Mientras Moisés tenía alzadas las manos, prevalecía Israel; pero cuando las bajaba, prevalecía Amalec. Se le cansaron las manos a Moisés, y Aarón y Jur le sostenían las manos, uno a un lado y otro al otro. Y así resistieron sus manos hasta la puesta del sol, momento en que Josué derrotó a Amalec.
- Moisés: Ex 34,8: “Al instante, Moisés cayó en tierra de rodillas y se postró”
- Eclo 50,17:​“Todo el pueblo de Israel, en masa, caía rostro en tierra para adorar a su Señor, el
Dios Altísimo”
- 2 Cro 6,13:​Salomón se arrodilló frente a toda la asamblea de Israel. Y extendiendo sus manos
Hacia el cielo, dijo: «Yahveh, Dios de Israel...»” (Cfr. I Re 8,22-54; 1 Reyes 8, 54- 55).
- Esdras: 9,5: “A la hora de la oblación de la tarde salí de mi postración y, con las vestiduras y el manto rasgados, caí de rodillas, extendí las manos hacia Yahveh, mi Dios”
- Daniel: 6,11: “Al saber que había sido firmado el edicto, Daniel entró en su casa. Tres veces al día se ponía él de rodillas, para orar y dar gracias a su Dios; así lo había hecho siempre.”
- El Rey Ezequías: 2Cro 29,29: “Consumido el holocausto, el rey y todos los presentes doblaron las rodillas y se postraron”
- David: Sal 5,8; I Cro 29,20.
- El pueblo de Betulia: Jdt 13,17.
- Elías: I Re 18,42. - Ezequiel: 1,28.
- I Cro 16,25.27.29.30: “Postraos ante el Señor en el atrio sagrado. Tiemble en su presencia toda la tierra”
- Sal 22,28: "Se postrarán ante El todas las familias de los pueblos"
- Sal 29,2: “Rendid a Yahveh la gloria de su nombre, postraos ante Yahveh en esplendor sagrado.” - Sal 72,11: "Se postrarán ante El todos los reyes; le servirán todos los pueblos"
- Sal 95,6: "Venid, postrémonos en su presencia, doblemos nuestras rodillas ante Yahveh, nuestro Creador"
- Sal 99,5ss: “Exaltad a Yahveh nuestro Dios, postraos ante el estrado de sus pies: santo es él. Exaltad a Yahveh nuestro Dios, postraos ante su monte santo: santo es Yahveh, nuestro Dios.” También en otros Salmos: Sal 66,4; 96,9; etc.
- Is 45,23: "Yo juro por mi nombre: Ante mí se doblará toda rodilla".

12
N.T.-
- Los Magos: Mt 2,11: “Entraron en la casa; vieron al Niño con María, su Madre y, postrándose, le adoraron”
- Los Apóstoles: Mt 14,33: “Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios.»”
- Pedro ante Jesús: Lc 5,8.
- Jairo para pedir que cure a su hija: Lc 8,41.
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- El padre de una niña muerta: Mt 9,18: “Se acercó un magistrado y se postró ante él diciendo...” - La cananea: Mt 15,25: “Se postró ante él y le dijo: « ¡Señor, socórreme!»”
- El padre de un niño endemoniado: Mt 17,14: “Se acercó a él un hombre que, arrodillándose ante él, le dijo: «Señor, ten piedad de mi hijo,...”
- El leproso: Mc 1,40: “Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme.»”
- El joven rico: Mc 10,17: “Uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»
- El ciego de nacimiento: Jn 9,38: “El entonces dijo: «Creo, Señor». Y se postró ante él.”
- Jesús presenta al fariseo hipócrita en el templo “de pie”, como en una actitud orgullosa, sin humildad. Y no sale justificado: Lc 18,10.11.
- Jesús oró de rodillas en Getsemaní: Lc 22,41.
- S. Esteban cayó de rodillas cuando vio el cielo abierto y a Cristo de pie: Hch 7,60. - S. Pedro ora de rodillas para pedir a Dios la resurrección de Tabita: Hch 9,40. - S. Pablo con los presbíteros de Éfeso en Mileto: Hch 20,36
- S. Pablo con los fieles de Tiro: Hch 21,5.
- Rm 14,11:​"Dice la Escritura: «Por mi vida -dice el Señor- que toda rodilla se doblará ante mí»"
- Ef 3,14:​"Doblo mis rodillas ante el Padre..."
- Flp 2,10:​"Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos"
(Es decir, en todo el universo: Ap 5,3.13).
- El Apóstol S. Juan tenía mucha confianza con Jesús (en la última cena se reclinó sobre el pecho de Jesús), pero cuando le ve en su poder y gloria (Ap 1,17), cae rostro en tierra.
- Ante diversas visiones celestiales, S. Juan cae de rodillas por la enorme impresión que le había causado. El ángel le llama la atención: “No, cuidado. Yo soy un siervo como tú y tus hermanos los profetas. A quien hay que adorar es a Dios.” (Ap 19,10; 22,8s).
- Ap 5, 8: Los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. - Ap 5,14: "Los ancianos cayeron de rodillas y adoraron"
Hay que tener en cuenta que, en nuestros actos litúrgicos, participamos de la Liturgia celestial, si bien invisiblemente.
- San Juan Crisóstomo: “Todo el santuario y el espacio en torno al altar están llenos de legiones celestiales en honor a Aquél que está sobre el altar”.
- SC 1,8: “En la Liturgia terrena pregustamos y tomamos parte en aquella Liturgia celestial que se celebra en le santa Ciudad de Jerusalén”, “la Jerusalén celestial, con miríadas de ángeles y con los justos llegados ya a la perfección” (Hb 12,22-23).
¿Podemos tener menos respeto ante el Señor que el que tienen miríadas de Ángeles y Santos, que se postran ante Él?

13
Motivo teológico.-
En el Antiguo Testamento, Dios se manifestó en el Sinaí. “Hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Yahveh había descendido sobre él en forma de fuego. Subía el humo como de un horno, y todo el monte retemblaba con violencia.” (Ex 19,16ss). “Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte humeante y, temblando de miedo, se mantenía a distancia. Dijeron a Moisés: „Háblanos tic, que podemos entenderte, pero que no nos hable Dios, no sea que muramos‟” (Ex 20,18ss).
En el Nuevo Testamento Dios quiere acercarse a los hombres, invitándoles a su amistad.
Cuando la Segunda Persona de la Santísima Trinidad adquirió la naturaleza humana, ocultó su Divinidad. No quiso mostrarla para no deslumbrar a los hombres, que hubieran caído a sus pies como los israelitas ante el fuego del Sinaí. Para ello, “tomó aspecto de siervo, haciéndose semejante a los hombres, y apareciendo en su porte como hombre. Se rebajó a Sí mismo.” (Flp 2,7s). Hace un auténtico milagro para que no se vea “la plenitud de la Divinidad, que en Él reside corporalmente” (Col 2,9).
Solamente hay un momento en que descubre algo su Divinidad: en la Transfiguración, cuando “su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos blancos como la luz”. En esa ocasión, “los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo” (Mt 17,2ss). Pero fue una excepción. En el resto de su vida en la tierra se manifiesta como un hombre más, sencillo, humilde, afable, al que acudían los niños con confianza.
En la Eucaristía da un paso más para acercarse a nosotros con más facilidad. Si en su vida mortal no mostraba su Divinidad, en la sagrada Hostia no tiene ni apariencia humana. Siendo Dios y siendo Hombre, se presenta “disfrazado”, con apariencia de un trocito de pan. Ni siquiera tiene “apariencia humana” (Cfr. Is 52,14). No quiere impresionar, imponerse con la Majestad de la Divinidad, sino atraer con la mansedumbre y sencillez de su Corazón (Cfr. Mt 11,29).
Aquel a quien “los Cielos y los Cielos de los Cielos no pueden contener” (2 Cro 2,5), hace el doble milagro de encarnarse y encerrarse en un espacio tan mínimo y con un aspecto tan sencillo y humilde para acercarse a nosotros.
Ahora bien, el que se manifieste de una manera tan humilde no significa que no tenga en Sí “la plenitud de la Divinidad” (Col 2,9) y que no se le deba la mayor adoración espiritual y corporalmente...
Motivo de tradición.-
S. IV: Constituciones de los Apóstoles: Antes de la Comunión avisan: “No se acerque ninguno de los que no pueden. Cuantos somos fieles doblemos la rodilla”.14
S. X: En Cluny se descalzaban cuando se acercaban a la Comunión.
S. XI: Las instrucciones de Ulrico de Cluny hablan del “reclinatorium”, que se cubre con un lienzo en las ceremonias” 15
S. XI: En la Consagración de la Misa tocaban las campanas de la Iglesia. Todos los que lo oían, desde los campos en que trabajaban, se volvían hacia la iglesia y se arrodillaban.
S. XIII: En Rimini, una mula se arrodilló ante la Hostia, que sostenía San Antonio de Padua, quien había retado a los herejes patarinos.
S. XVI: El Concilio de Trento (11-10-1551) define: "Si alguno dijere que en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía no se debe adorar con culto de latría, aun externo, a Cristo... sea anatema".16
14 L. 8, c. 10, n. 1.
15 W. Estrabón: De exord. Etincrem. II, 6.
16 DS 1656.

14
S. XIX: S. Juan Bosco, en uno de sus sueños (55/1866) ve a sus jóvenes en una barca, azotada por el temporal. Se arrodillan para orar. Las olas echan al mar a los que se quedan de pie, burlándose de sus compañeros, y desaparecen.
En otro sueño (88/1873) ve a unos jóvenes postrados, orando. Otros, “de pie, derechos, con la cabeza erguida... estaban fríos, sin vida, con el rostro negro como el carbón”.
S. XIX: Santo Cura de Ars: “Para acercaros a la Comunión, os arrodillaréis...”17
S. XIX: S. Pedro Julián Eymard: “Llegado el momento de comulgar, id a la Sagrada Mesa con las manos juntas, los ojos bajos, el andar grave y modesto. Poneos de rodillas con el corazón lleno de gozo y felicidad”18.
S. XX: S. Pío X: “En el acto de recibir la sagrada Comunión hemos de estar arrodillados.”19
Los Modernistas le pidieron autorización para comulgar de pie, porque "los israelitas comieron de pie el cordero pascual". El Papa respondió: "El Cordero Pascual era tipo (símbolo, figura, promesa) de la Eucaristía. Pues bien, los símbolos y promesas se reciben de pie, más la realidad se recibe de rodillas y con amor".
S. XX: Fátima: En la primera aparición, el Ángel les enseñó a orar de rodillas, inclinando la frente hasta el suelo.
En la segunda les habló de sacrificarse.
En la tercera les enseñó a adorar la Sda. Eucaristía, arrodillándose con los niños antes y después de comulgar.
Puede ayudarnos a entenderlo mejor el recordar que la Iglesia prescribe que, durante la celebración de la Santa Misa, al momento de la Consagración, todo fiel deba arrodillarse. (El que en algunos sitios se queden de pie sólo se debe a la desidia de fieles y pastores).
Los soldados que combatían en el frente en la Guerra Mundial oyen Misa.
17 Sermón sobre la Comunión.
18 “La sagrada Comunión”. Preparación. III.
19 Catecismo Mayor, 643.

15
A modo de ejemplo, recordemos dos textos:
* Consultas y Respuestas de la Sda. Congregación del Culto
Consulta: “¿Deben arrodillarse los fieles en la celebración de la Misa durante la Consagración?
Respuesta: Aunque las Conferencias Episcopales deben cuidar los gestos y posturas del cuerpo descritos en el Orden de la Misa romana a las características de los pueblos20, para solucionar esta cuestión guárdense las disposiciones dadas por la autoridad competente, 21 que da unas normas muy sencillas: “(los fieles) arrodíllense durante la consagración a no ser que lo impidan la estrechez del lugar o la numerosa asistencia de fieles u otras causas razonables”. En la práctica, los fieles permanecen arrodillados desde la epíclesis antes de la consagración hasta la aclamación después de la consagración.
Ocurre que en algunas iglesias se han quitado los bancos para arrodillarse, por lo cual los fieles sólo pueden estar de pie o sentados, no sin detrimento de la reverencia y adoración debida a la Eucaristía. Nada impide que los fieles estén arrodillados en el suelo para manifestar su adoración, aunque pueda ser algo incómodo. En algunos casos, en los que causas razonables impiden el arrodillarse, la inclinación del cuerpo y un digno modo de estar serán signo de su reverencia y de manifestar la adoración en el tiempo de la consagración.
Estas cosas no son en absoluto insignificantes, porque tienden a que exista unidad en la asamblea
Que celebra la Eucaristía y se manifieste la unidad en la fe y en el culto de la comunidad.” (1999).
* Ordenación General del Misal Romano (23-11-2004): Gestos y posturas corporales
42. Los gestos y posturas corporales, tanto del sacerdote y de los ministros, como del pueblo, deben tender a que toda la celebración resplandezca por el noble decoro y por la sencillez, a que se comprenda el significado verdadero y pleno de cada una de sus diversas partes y a que se favorezca la participación de todos.
43. Los fieles estarán de rodillas, a no ser por causa de salud, por la estrechez del lugar, por el gran número de asistentes o que otras causas razonables lo impidan, durante la consagración. Pero los que no se arrodillen para la consagración, que hagan inclinación profunda mientras el sacerdote hace la genuflexión después de la consagración.
Pues bien, si lo correcto es estar de rodillas durante la Consagración, Vino sería más adecuado que, en el momento de la Comunión, cuando el fiel se aproxima tanto al Señor, al Rey de reyes, lo saludase y recibiese arrodillado?

Puede ayudarnos también observar cómo, en la Misa, el sacerdote se arrodilla tras la consagración del pan y tras la consagración del cáliz.
Y nuevamente hace genuflexión, inmediatamente antes de la Comunión, antes de mostrar a los fieles la Hostia consagrada, con las palabras: “Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo...”.
Si el sacerdote se arrodilla ante el Señor, ¿por qué los fieles no?
Hemos comentado ya que, después del Vaticano II, en torno a 1965, algunos sacerdotes holandeses comenzaron a imitar la práctica protestante, invitando a sus fieles a comulgar de pie.
Sus obispos no frenaron esa falta de disciplina y obediencia, y la práctica comenzó a extenderse a Alemania, Bélgica y Francia. Y de ahí a otros países.
En la batahola litúrgica postconciliar, “se colaron” permisos para comulgar de pie.
Vamos a comprobar cómo, aunque se “admite” la forma de comulgar de pie (con algunas condiciones de reverencia), se sigue manteniendo como prototipo ejemplar la costumbre de comulgar de rodillas.
20 Cf. “Sacrosanctum Concilium”, 39.
21 Cf. “Ordenación General de Misal Romano”, nº 21.
16
Veamos los documentos de la Santa Sede que “permiten” la Comunión de rodillas o de pie.
* El primer documento fue la Instrucción "Eucharisticum Mysterium" de la Sda. Congregación de Ritos (25-05-67):
34: a) "Según la costumbre de la Iglesia, los fieles pueden recibir la Comunión de rodillas o de pie. Elíjase uno u otro modo según las normas establecidas por la competente autoridad eclesiástica territorial, teniendo en cuenta las diferentes circunstancias, ante todo la disposición del lugar y el número de los comulgantes.
Sigan los fieles de buen grado el modo indicado por los pastores para que la Comunión sea verdaderamente signo de unidad entre todos los comensales en la misma mesa del Señor.
b) Cuando los fieles comulgan de rodillas no se exige de ellos otro signo de reverencia para con el Santísimo Sacramento, porque la misma genuflexión expresa adoración.
Pero cuando se comulga de pie se recomienda encarecidamente que los que se acercan procesionalmente hagan una reverencia debida antes de la recepción del Sacramento en lugar y tiempo oportuno para que no se entorpezca el acceso y retiro de los fieles."
* El 03-04-1980 publica la Instrucción "Inaestimabile Donum", con el mismo contenido.
* El 25-04-2004, la Sda. Congr. Para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publica la Instrucción “Redemptionis Sacramentum”, cuyo nº 90 recuerda:
«Los fieles comulgan de rodillas o de pie, según lo establezca la Conferencia de Obispos», con la confirmación de la Sede Apostólica.
«Cuando comulgan de pie, se recomienda hacer, antes de recibir el Sacramento, la debida reverencia, que deben establecer las mismas normas».22”
Por lo tanto, la postura “normativa” para comulgar sigue siendo de rodillas, aunque “se permita” también hacerlo de pie.
Sin embargo, en medio de la confusión de los años postconciliares, en muchas iglesias se quitaron los reclinatorios, dificultando o impidiendo así a los fieles comulgar de rodillas.
Incluso algunos sacerdotes forzaron a los fieles a comulgar de pie, llegando a negar la Comunión a quienes querían recibirla de rodillas.
Fue como un furor iconoclasta, despojando al templo de Dios de su santidad, de “la religiosa piedad y reverencia” (Hb 12,28). ¿Por qué? Tal vez porque “adorar al Señor repugna al pecador.” (Eclo 11,25). Constituyó una falta de reverencia a la Eucaristía, de obediencia a las leyes de la Iglesia y de respeto a la libertad de los fieles, que tienen derecho a comulgar de rodillas.
Hoy todavía muchos sacerdotes ponen mala cara e incluso niegan la Comunión a los que prefieren comulgar de rodillas.
Ante tanto desorden, la Santa Sede protesta repetidamente de los múltiples abusos que se dan, dificultando a los fieles la Comunión de rodillas. Veámoslo.
El 7 de noviembre de 2000 se formula la siguiente Consulta a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos:
“Con los números 160-162, 244 u otros de la Institutio Generalis Missalis Romani, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ¿pretende que los fieles ya no se arrodillen o se inclinen como signo de reverencia al Sagrado Sacramento inmediatamente antes de recibir la Sagrada Comunión?
Respuesta: Negative”.


22 Cf. MISSALE ROMANUM, Institutio Generalis, n. 160.

17
La Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó la siguiente carta a un obispo en Notitiæ, publicación oficial de dicha Congregación, en su edición NoviembreDiciembre de 2002 (N° 436). Trata sobre el derecho que tienen los fieles a ponerse de rodillas para recibir la Santa Comunión, como también sobre la ilícita actitud de los sacerdotes que se la niegan.
Congregatio de Cultu Divino et Disciplina Sacramentorum Protocolo N° 1322/02/L
Roma, 1° de Julio de 2002
Su Excelencia:
Esta Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha recibido recientemente informes de miembros de la feligresía de su Diócesis a quienes se les niega la Sagrada Comunión cuando, al acercarse a recibirla, se ponen de rodillas en lugar de permanecer de pie. Los informes dicen que tal norma ha sido anunciada a los fieles. Tenemos indicios de que semejante fenómeno podría estar algo más extendido en la Diócesis, pero a esta Congregación no le es posible verificar si es así. No obstante, este Dicasterio tiene la seguridad de que Su Excelencia estará en una posición que le permita hacer una determinación más fiable sobre el asunto. De todas maneras, las quejas proporcionan una ocasión a esta Congregación para hacer saber el criterio que habitualmente se establece sobre esta materia, con el expreso pedido a Ud. de que lo haga conocer a cualquier sacerdote a quien sea necesario informarle.
La Congregación está de hecho preocupada por el número de quejas similares que ha recibido desde varios lugares en los últimos meses, y considera que cualquier negativa de dar la Sagrada Comunión a un miembro de la feligresía, fundada en que se encuentra de rodillas para recibirla, es una grave violación a uno de los derechos más básicos del feligrés cristiano, a saber, el de ser ayudado por sus Pastores por medio de los Sacramentos (Código de Derecho Canónico, canon 213).
En vista de la ley que establece que “los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos” (C. Canónico 843, § 1), no debe negarse la Sagrada Comunión a ningún católico durante la Santa Misa, excepto en casos que pongan en peligro de grave escándalo a otros creyentes, como el pecador público o la obstinación en la herejía o el cisma, públicamente profesado o declarado.
Aún en aquellos países donde esta Congregación ha aprobado la legislación local que establece el permanecer de pie como la postura para recibir la Sagrada Comunión, de acuerdo con las adaptaciones permitidas a las Conferencias Episcopales por la Institución Generalis Missalis Romani n. 160, § 2, lo ha hecho con la condición de que a los comulgantes que escojan arrodillarse no les será negada la Sagrada Comunión.
De hecho, como Su Eminencia el Cardenal Joseph Ratzinger, ha enfatizado recientemente, la práctica de arrodillarse para recibir la sagrada Comunión tiene en su favor una tradición multisecular, y es un signo particularmente expresivo de adoración, completamente apropiado en razón de la verdadera, real y substancial presencia de Nuestro Sénior Jesucristo bajo las especies consagradas.
Dada la importancia de este asunto, la Congregación pide que Su Excelencia averigüe específicamente si este sacerdote niega de ordinario la Sagrada Comunión a algún miembro de la feligresía en las circunstancias descritas más arriba y, si la queja se verifica, pide también que Ud. le ordene firmemente, a él y a cualquier otro sacerdote que pueda haber tenido tal práctica, que se abstengan de actuar así en el futuro.
Los sacerdotes deben entender que la Congregación considerará cualquier queja futura de esta naturaleza con mucha seriedad, y si ellas se verifican, actuará disciplinariamente en consonancia con la gravedad del abuso pastoral.
Agradezco a Su Excelencia su atención sobre este asunto y cuento con su amable colaboración al respecto.
Sinceramente suyo en Cristo.
Jorge A. Cardenal Medina Estévez​Francesco Pio Tamburrino
Prefecto​Secretario

18
Completémoslo con la respuesta al feligrés que efectuó la queja. En ella queda claro el punto de vista de la Santa Sede respecto del derecho que tienen los fieles a ponerse de rodillas para recibir la Santa Comunión, y se recuerda la utilidad y conveniencia de dirigirse al Sumo Pontífice para manifestar necesidades y deseos.
Congregatio de Cultu Divino et Disciplina Sacramentorum Protocolo Nº 1322/02/L
Roma, 1º de Julio de 2002
Estimado Señor:
Esta Congregación para el Culto Divino quiere agradecer el envío de su carta por medio de la cual nos informa que ha sido anunciado a los fieles de diversas parroquias, que se les negará la Sagrada Comunión si, al acercarse a recibirla, se ponen de rodillas.
Es preocupante que Ud. parezca expresar alguna reserva tanto sobre la conveniencia como la utilidad de dirigirse a la Santa Sede para consultar con respecto a este tema. El Canon 212, § 2 del Código de Derecho Canónico establece que “los fieles tienen la facultad de manifestar a los Pastores de la Iglesia sus necesidades, principalmente las espirituales, y sus deseos”. Luego el canon continúa en el § 3: “Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia...” En concordancia y, considerando la naturaleza del problema y la relativa probabilidad de que pueda o no ser resuelto en el nivel local, todo feligrés tiene el derecho de recurrir al Romano Pontífice tanto personalmente como por medio de los Dicasterios o Tribunales de la Curia Romana.
Otro derecho fundamental de la feligresía, como establece el canon 213, es “el derecho a recibir de los Pastores sagrados la ayuda de los bienes espirituales de la Iglesia, principalmente la palabra de Dios y los Sacramentos”. En vista de la ley que establece que “los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos” (C. Canónico 843, § 1), no debe negarse la Sagrada Comunión a ningún católico durante la Santa Misa, excepto en casos que pongan en peligro de grave escándalo a otros creyentes, como el pecador público o la obstinación en la herejía o el cisma, públicamente profesado o declarado. Aún en aquellos países donde esta Congregación ha aprobado la legislación local que establece el permanecer de pie para recibir la Sagrada Comunión, de acuerdo con las adaptaciones permitidas a las Conferencias Episcopales por la Institución Generalis Missalis Romani n. 160, § 2, lo ha hecho con la condición de que a los comulgantes que escojan arrodillarse no les será negada la Sagrada Comunión. Esta Congregación considera este asunto muy seriamente. Al mismo tiempo, este Dicasterio acudirá en su ayuda si Ud. necesitara contactarnos nuevamente en el futuro.
Agradeciendo su interés, y sus piadosos deseos para nosotros, me despido atentamente.
Suyo en Cristo.
Monseñor Mario Marini
Subsecretario
La Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos insistió y confirmó la posición de su magisterio en otros documentos (26 de febrero de 2003; 23-08-2005; etc.)
En la Instrucción “Redemptionis Sacramentum”, (25-04-2004) insiste dicha Congregación:
91.- “En la distribución de la sagrada Comunión se debe recordar que «los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos».23”
Cualquier bautizado católico, a quien el derecho no se lo prohíba, debe ser admitido a la sagrada Comunión.
Así pues, no es lícito negar la sagrada Comunión a un fiel, por ejemplo, sólo por el hecho de querer recibir la Eucaristía arrodillado o de pie.
23 Código de Derecho Canónico, c. 843 § 1; cf. c. 915.

19
En su libro: “El espíritu de la liturgia” (octubre-2001), comenta el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe:
“Existen ambientes que intentan convencernos de que no hay necesidad de arrodillarse. Dicen que es un gesto que no se adapta a nuestra cultura (pero ¿cuál se adapta?); que no es conveniente para el hombre maduro, que va al encuentro de Dios y se presenta erguido (...).
Puede ser que la cultura moderna no comprenda el gesto de arrodillarse, en la medida en que es una cultura que se ha alejado de la fe, y no conoce ya Aquel ante el que arrodillarse es el gesto adecuado, es más, interiormente necesario. Quien aprende a creer, aprende también a arrodillarse. Una fe o una liturgia que no conociese el acto de arrodillarse estaría enferma en un punto central.”
“Que nadie diga: la Eucaristía está para comerla y no para adorarla. No es un pan corriente, como destacan, una y otra vez, las tradiciones más antiguas. Comerla es un proceso espiritual que abarca toda la realidad humana. Comerlo significa adorarle. Comerlo significa dejar que entre en mi de modo que mi yo sea transformado y se abra al gran nosotros, de manera que lleguemos a ser uno solo con Él. De esta forma, la adoración no se opone a la Comunión, ni se sitúa paralelamente a ella. La Comunión alcanza su profundidad sólo si es sostenida y comprendida por la adoración.
La presencia eucarística en el tabernáculo no crea otro concepto de Eucaristía paralelo o en oposición a la celebración eucarística, más bien constituye su plena realización.”
Es significativo recordar lo que ocurrió el 10 de junio de 2004, durante la Última Procesión del Corpus Christi que presidió el Beato Juan Pablo II.
El Ceremoniero pontificio, monseñor Konrad Krajewski, en la edición especial de L‟Osservatore Romano con motivo de la Beatificación del Papa contó que Juan Pablo II rogaba, una y otra vez, poder arrodillarse ante el Santísimo. Sus acompañantes, temiendo un accidente, no le dejaban. Al final lo consiguió, con grandes dificultades físicas y mucha ayuda. Su explicación es ésta:
Juan Pablo II, en su Última procesión del Corpus Christi, en el año 2004.
“Durante la Última celebración del Corpus Christi, presidida por el Papa, ya no podía caminar. El Maestro de celebraciones y yo lo habíamos alzado con la silla sobre la plataforma del coche, expresamente preparada para la procesión: delante del Papa, sobre el reclinatorio, estaba puesto el ostensorio con el Santísimo Sacramento. Durante la procesión, el Pontífice se dirigió a mí en polaco, pidiendo poder arrodillarse. Me quedé desconcertado, porque físicamente el Papa no estaba en condiciones de hacerlo. Con gran delicadeza, le sugerí la imposibilidad de arrodillarse, dado que el coche oscilaba durante el trayecto, y habría sido muy peligroso. El Papa respondió con su famoso dulce murmullo. Transcurrido un poco de tiempo, repitió de nuevo: ¡Quiero arrodillarme!, y yo, con gran dificultad al tener que repetir el rechazo, sugerí que sería más prudente intentar hacerlo en las cercanías de Santa María la Mayor; de nuevo escuché el murmullo. Sin embargo, después de unos instantes, al llegar a la Curia de los Padres Redentoristas, exclamó con determinación, casi gritando, en polaco:

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¡Aquí está Jesús! Por favor... El Maestro de celebraciones fue testigo de aquellos momentos. Nuestras miradas se encontraron, y, sin decir nada, comenzamos a ayudarlo a arrodillarse. Lo hicimos con gran dificultad, y prácticamente sujetándolo nosotros sobre el reclinatorio. El Papa se aferraba al borde del reclinatorio y trataba de sostenerse; pero las rodillas no lo soportaban, y tuvimos que volver a colocarlo en la silla, entre dificultades que no eran sólo físicas, sino que se debían también al obstáculo de los ornamentos litúrgicos.
Asistimos a una gran demostración de fe: aunque el cuerpo ya no respondía a la llamada interior, la voluntad permanecía firme y fuerte. El Pontífice había demostrado, no obstante su gran sufrimiento, la fuerza interior de la fe, que quería manifestarse a través del gesto de ponerse de rodillas. No contaban para nada nuestras sugerencias de no llevar a cabo aquel gesto.
El Papa siempre sostuvo que, ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento, hay que ser muy humilde y expresar esta humildad a través del gesto físico.”
Konrad Krajewski
Tenemos, además, un dato substancial: El Papa Benedicto XVI desea que se implante de nuevo y de forma universal la Comunión de rodillas.
Mons. Guido Marini, Prefecto de Liturgia de Benedicto XVI comenta en una entrevista al diario vaticano, L' Osservatore Romano (17-04-2008), que el Pontífice dará la Comunión en la boca a los fieles que estén de rodillas. Añade que esta forma de comulgar ayuda a la devoción de los fieles.
Benedicto XVI: “Arrodillarse en adoración ante el Señor es el remedio más válido y radical contra las idolatrías de ayer y hoy. Arrodillarse ante la Eucaristía es una profesión de libertad: quien se inclina ante Jesús no puede y no debe postrarse ante ningún poder terreno, por más fuerte que sea. Nosotros los cristianos, sólo nos arrodillamos ante el Santísimo Sacramento”. (22-05-2008).
Mons. José Ignacio Munilla (Obispo de San Sebastián): “El hecho de que en nuestros días se esté extendiendo la costumbre de permanecer de pie en el momento de la consagración en la Santa Misa, o de que se suprima alegremente la genuflexión al pasar ante el sagrario, no parece que sea algo casual o insignificante. La “herejía” más extendida en nuestro tiempo -la secularización- no se caracteriza tanto por negar verdades concretas del Credo, cuanto por debilitar la firmeza de nuestra adhesión a la fe. Da la impresión de que lo políticamente correcto fuese creer a “cierta distancia”, sin entregar plenamente nuestro corazón. En el fondo, estamos ante el olvido de aquellas palabras de Jesús: “Amards al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. Este mandamiento es el principal y primero” (Mt 22, 37-38).
No podemos olvidar que la adoración es el mejor antídoto frente al relativismo y que, por lo demás, es indudable que la genuflexión está estrechamente ligada al acto de adoración: Es el reconocimiento que la creatura hace del Creador, es la manifestación humilde de nuestra sumisión ante un Dios todopoderoso que, paradójicamente, también “se ha arrodillado” ante nosotros en la encarnación, en su muerte redentora, y en su decisión de permanecer entre nosotros en la Sagrada Eucaristía.” (11-06-2009).

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Para que quede más claro y patente, merecerá conocer lo que ha declarado recientemente el Cardenal Antonio Cañizares sobre esto, sabiendo que es el que expresa oficiosamente el deseo del Papa.
El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, es entrevistado el 20-07-2011 por ACI Prensa:
Pregunta de ACI Prensa sobre la costumbre instaurada por el Papa Benedicto XVI de hacer que los fieles que reciben la Eucaristía de él lo hagan en la boca y de rodillas.
Respuesta del Cardenal: se debe "al sentido que debe tener la Comunión, que es de adoración, de reconocimiento de Dios. Es saber que estamos delante de Dios mismo y que Él vino a nosotros y que nosotros no lo merecemos".
Comulgar de esta forma "es la señal de adoración que es necesario recuperar. Yo creo que es necesario para toda la Iglesia que la Comunión se haga de rodillas.
Es recomendable que los fieles comulguen en la boca y de rodillas
De hecho, si se comulga de pie, hay que hacer genuflexión, o hacer una inclinación profunda, cosa que no se hace.
Si trivializamos la Comunión, trivializamos todo, y no podemos perder un momento tan importante como es comulgar, como es reconocer la presencia real de Cristo allí presente, del Dios que es amor de los amores como cantamos en una canción española".
"Es recomendable que los fieles comulguen en la boca y de rodillas".

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