domingo, 11 de diciembre de 2011

PARA AQUELLOS SACERDOTES QUE CAMBIARON DE VIDA




El Señor
Esta es la hora de hablarte de nuevo, hijo Mío, pero se va
acercando la hora en la cual tú deberás hablarme a Mí... Estás
viviendo tu hora, pero Mi hora se acerca ya... Detente un minuto y
piensa en tu vocación sagrada, en tus votos. Medita, ¿qué cuentas
de tu vida Me rendirás cuando llegues a los umbrales de la
eternidad?

Hoy te has abandonado al mundo entregándote a los deseos de
la carne y, ahora te pregunto, ¿eres feliz?... Nunca podrás serlo
pues Mi amor, con tu pasada lealtad, guardó un minúsculo átomo
de gracia para ti y ahora este pedacito, como la voz de tu conciencia
no te deja tranquilo en noche día, ¿verdad?... Regresa, hijo Mío... Mi
corazón es una fuente de Misericordia y si vuelves a Mí tu mirada y
olvidas al mundo, Yo olvidaré tu falta, pero si tú te olvidas de Mi,
se te juzgará por tus pecados.

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