sábado, 15 de septiembre de 2012

MARIA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Un gran choque se hará evidente y el hombre se separará del hombre. Hermano contra hermano.

Miércoles, 5 de setiembre del 2012,  a las 14:30 hrs.

Mi muy querida y amada hija, nación tras nación está pasando a través de una transición en estos momentos.

Ninguna nación puede dejar de entender que mucho cambio está en el aire.

No solo las leyes, que gobiernan sus países, empiezan a cambiar, sino que la fe, que ellos una vez parecieron tener, parece que se ha evaporado.

Pocos sacerdotes, pocos siervos de Mi Iglesia Cristiana, han decidido defender las Leyes de Dios.

Tampoco gritan su lealtad a Mí. En cambio, sus voces son nada más que susurros en medio del ruido de las voces, que vociferan y promueven el amor propio.

La Palabra de Dios está siendo devorada por las voces de los ateos, que disfrazan sus voces detrás del manto de las leyes del gobierno, las cuales están siendo modificadas en nombre de la así llamada “justicia”, “tolerancia” por “el bien de todos”.

Las mentiras que están siendo presentadas delante de ustedes, están diseñadas para destruir no solo la Palabra de Mi Padre, sino al Cristianismo a través del mundo.

La apostasía se ha difundido como fuego y casi ha alcanzado su culmen.

Este es el momento para la intervención de Dios. ¡Basta de mentiras!

El rey de las mentiras engaña a los hijos de Dios por todas partes. No sigan a sus gobiernos que proclaman que la Palabra de Dios es una mentira.

¡No acepten leyes nuevas, que toleran el pecado mortal! ¡Luchen, todos ustedes! ¡Levántense por lo que es correcto!

¡No acepten leyes, promovidas por el rey de las mentiras, para asirlos a ustedes y a sus familias entre un pozo sin fondo!

Si ustedes permiten las leyes, que prohíben la práctica de su fe, sufrirán. Sus almas carecerán de alimento y ustedes se alejarán de Mí.

Pero si aceptan el asesinato y el aborto y no se levantan en contra de esas maldades, entonces su país será castigado por la Mano de Dios.

Mientras la apostasía continúa esparciéndose por todas partes, la conversión está por otro lado creciendo y muy pronto las dos chocarán de frente.

Un gran choque se hará evidente y el hombre se separará del hombre. Hermano contra hermano. Vecino contra vecino.

Habrá dos campos: Aquellos que aman a Dios y aquellos que no hacen.

Yo le daré a toda alma la oportunidad de decidir de cuál campo desea ser parte, con la esperanza de que ellos Me escogerán a Mí, su amado Salvador.

Ustedes, Mis discípulos, a través de sus oraciones, especialmente el rezo de la Letanía de la Gracia de la Inmunidad (Letanía 2), pueden traer más almas a Mí.

Entonces, Yo arrebataré a los buenos dentro de Mi Seno como fue predicho y en el pestañear de un ojo, ellos serán puestos a salvo.

Mi promesa es salvar a la Humanidad.

Pero la decisión final será de cada alma, a través de su libre albedrío.

Su Jesús

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