sábado, 15 de septiembre de 2012

MARIA DE LA DIVINA MISERICORIDA

Esta Misión es el último Don de Profecía autorizado por Mi Padre para salvar almas

Sábado, 1° de setiembre del 2012, a las 10:25 hrs.

Mi muy querida y amada hija, la velocidad a la que estos mensajes están siendo dados a la Humanidad, es el indicativo de la urgencia de esta Misión.
Muchísima gente en el mundo está perdida.

Muchísimas pobres almas no saben quién es Dios, Mi Padre.

Muchísimas no Me aceptan a Mí, Su amado Hijo, como el Verdadero Mesías.

Esta Misión es el último Don de Profecía autorizado por Mi Padre para salvar almas.

Estos mensajes son para cristianos, judíos, musulmanes, ateos, agnósticos y todos aquellos que buscan solaz en las religiones hechas por el hombre.
Todas las personas, todas las almas, tienen el mismo deseo de encontrar el significado de sus vidas.

Para la mayoría es desgarrador si no creen en Dios, porque creen que todo termina cuando su vida en la Tierra expira.

¡Oh, si tan solo pudieran ver lo que sucede cuando sus almas vienen delante de Mí! Ellos Me ven y se quedan sin habla, porque no pueden creer que Yo soy real. La alegría en muchas de esas almas es solo comparable con el alivio, que sienten si mueren en Estado de Gracia.

Sin embargo, el gozo de esas almas en tinieblas, cuando Me ven, es interrumpido y  ellos se alejan de Mí, hacia las profundidades del infierno en un estado de conmoción y desesperación.

Aquellas almas que conocen las Enseñanzas de Dios, a través de Sus profetas y como resultado de Mi propia Misión en la Tierra, y que Me rechazan, sepan esto:

Ustedes han escogido dar la espalda a la Verdad. Por Mi Amor por ustedes, Yo haré todo lo que pueda para abrirles los ojos.

Traeré dones y por Mi Gran Misericordia los salvaré. ¡Les hago un llamado a todos ustedes, independientemente, de cuál religión sigan, a escuched estas Palabras ahora!

Todos ustedes saben lo que es ser parte de una familia.

Algunos de ustedes son suficientemente afortunados de haber nacido dentro de una familia llena de amor.

Otros, no son tan bendecidos y pueden haber sufrido a través de las dificultades y oscuridad dentro de la unidad familiar. Otros están perdidos, golpeados, enojados y no pueden sentir verdadero amor por sus familias.

Algunos son arrojados al desierto a su propia suerte, sin nadie a quién recurrir.

Muchos simplemente necesitan una muleta de alguna tipo para apoyarse, con el fin de sentir esperanza. Esto es por lo que muchas pobres almas tratan de encontrar religiones, que provean ese eslabón perdido.

Tristemente, esto simplemente los lleva a mayor desesperación, porque estas religiones están basadas en una mentira.

Las mentiras les hieren a ustedes, hijos. Les dan un falso sentido de seguridad. Estas religiones no tienen substancia, porque no siguen la Verdad, el camino del Señor.

Solo sepan que Nosotros, la Santísima Trinidad, somos su familia. El Nuevo Cielo y Tierra serán su verdadero hogar.

Síganme en el camino de la Verdad, para que Yo pueda llevarlos a su legítimo hogar.

Un hogar tan lleno de amor y alegría, que es todo por lo que necesitan luchar.

Por favor, abran sus ojos porque el momento ha llegado para que al mundo le sea finalmente presentado el Pacto de la Verdad.

Mi Muerte en la Cruz fue un Pacto para traerles la salvación.

Mi Segunda Venida es también un Pacto, el Pacto Final, para llevarles a la casa de Dios, el Creador de todas las cosas.

Mi Padre, Dios el Altísimo, ahora Me envía pronto, para traerles la Salvación a todos Sus hijos.

Yo solo puedo hacer esto y cumplir la Promesa de Mi Padre, si puedo salvar a todas las almas.

No pierdan la oportunidad de vivir una vida plena, llena de amor, alegría y maravilla, en paz y armonía, en la Nueva Era de Paz.

Su Jesús

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