20-62
Febrero
21, 1927
Por qué
tanto interés de Jesús en querer hacer conocer su Voluntad Divina.
(1)
Mi pobre mente se perdía en los tantos conocimientos del Supremo Querer y
pensaba entre mí: “¿Por qué Jesús tiene
tanto interés en que se conozca esta Divina Voluntad y que reine en medio de
las criaturas?” Ahora mientras esto
pensaba, mi siempre amable Jesús ha salido de dentro de mi interior y me ha
dicho:
(2)
“Hija mía, ¿quieres tú saber por qué tengo tanto interés de hacer conocer mi
Voluntad y que reine en medio de las criaturas? Porque sólo Ella es el medio para poder rehacer a la criatura y
me pone a Mí y a ella en condiciones, Yo de poder dar y a ella de poder
recibir. En tanto que mi Querer no
regrese triunfante y dominante en medio de las criaturas, Yo no podré dar lo que
quiero y en ellas faltará la capacidad, el espacio para poder recibir lo que
puedo y quiero dar, porque sólo mi Voluntad tiene esta virtud, esta potencia,
que poniendo el orden, el equilibrio entre Creador y criatura, abre todas las
vías de comunicación entre ellos. Dios
tiene su vía regia para poder enviar sin peligro sus dones, para poder
descender cuando quiera y llevarle en persona los bienes más grandes, y la
criatura teniendo la misma vía puede recibirlos, o bien subir para ir a tomar
ella misma lo que su Señor le quiere dar.
Por cuán rico y potente fuese un rey, si no encuentra a quién dar, no
tendrá jamás el contento, la satisfacción de poder dar, sus riquezas estarán
ociosas, aisladas, abandonadas, él tal vez vivirá ahogado en sus riquezas, pero
no tendrá jamás el contento, la felicidad de dar y de hacer gozar de sus bienes
a otros, porque no encuentra a quién darlos.
Este rey será un rey aislado, abandonado, sin cortejo, no tendrá quién
le sonría, quién le diga un gracias, no habrá jamás fiesta para él, porque la
fiesta se forma con dar y con recibir.
Así que con todas sus riquezas este rey tendrá un clavo en el corazón,
el abandono, la monotonía; será rico pero sin gloria, sin heroísmo, sin
nombre. ¿Qué dolor para este rey con
todo y sus riquezas?
(3)
Ahora hija mía, la causa por la que sacamos fuera la Creación y creamos al
hombre, fue para dar nuestras riquezas, a fin de que a la gloria interna y
felicidad inmensa que teníamos, se uniera la gloria externa de nuestras
obras. Por tanto no estando la criatura
en nuestra Voluntad nos la sentimos lejana, no hay quién nos circunde con su
gracias, ni quién nos sonría de complacencia por nuestras obras. Todo es aislamiento, estamos circundados por
inmensas riquezas, pero como nuestras criaturas están lejanas de Nosotros, no
tenemos a quién darlas, no tenemos quién admire nuestras obras para hacerlas
gozar, somos felices, pero por Nosotros mismos, no hay quién pueda mínimamente
turbar nuestra felicidad, pero estamos obligados a ver la infelicidad de las
criaturas, porque estando separadas de Nosotros, ellas no pueden tomar y
Nosotros no podemos dar. La voluntad
humana ha formado las barreras, cerró con llave las puertas de
comunicación. El dar es liberalidad, heroísmo,
amor; el recibir es gracia, y la criatura con hacer su voluntad impide nuestra
liberalidad, nuestro heroísmo, nuestro amor, y si alguna cosa se da, es siempre
restringida, por vía de esfuerzos, de intrigas, porque no estando el orden
entre ellas y Nosotros, las cosas no corren libremente. Nosotros no somos capaces de dolor, nuestro
Ser es intangible de todos los males, si fuésemos capaces de dolor la criatura
envenenaría nuestra existencia. He aquí
por qué todo nuestro interés, por qué queremos hacer conocer nuestra Voluntad y
que reine en medio de ellas, porque queremos dar, queremos verlas felices de
nuestra misma felicidad, y sólo nuestra Voluntad puede hacer todo esto,
realizar la finalidad de la Creación y hacernos poner en común nuestros
bienes”.
(4)
¡Oh! Voluntad de Dios, cómo eres admirable, potente y deseable. ¡Ah! con tu imperio vence a todos, hazte
conocer y ríndenos todos a Ti.
Deo Gratias.
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