martes, 8 de marzo de 2011

PUERTA DEL CIELO -DE JESUCRISTO A CATALINA RIVAS.


Un Corazón Dividido No Está Hecho para Mí.
(Le digo que quiero compartir con El todas Sus penas.)
Hija Mía, la pena de las penas son los Sacerdotes indignos; hay tantos y se multiplica su número. Escribe esto para que se sepa, para que se lea. Un corazón dividido no está hecho para Mí. Soy esposo celoso, reclamo enteramente para Mí el corazón del alma esposa. La santidad perfecta consiste en no querer rehusar nada al Amor. Quiero que ofrezcas tus dolores, tus trabajos, tus oraciones, las comuniones de esta semana; en reparación por las almas religiosas, hombres y mujeres; por los Sacerdotes, para que no se incremente más en el mundo el número de estas almas que Me honran sólo con los labios, mientras su corazón está lejos de Mí… Sí, las almas religiosas que van divagando como si nada… Los Sacerdotes que toman la copa de los placeres y no dejan de beberla hasta la última gota… ¡No era esta la reforma que proponía la Iglesia!
Deben despertar al hombre a fin de que tome conciencia de que está por perecer este mundo tan inmerso en la inmoralidad y en el pecado y que, sin embargo, se encuentra feliz tal como está. Hay que sacudirlo, despertarlo de su sopor, de tal forma que pida ayuda, que se vuelva a Mí. Enciendan en el mundo un inmenso fuego, enciendan las velas una a una como se hace en la Vigilia Pascual, tomando la llama de Mí, la verdadera Luz del Mundo.

PC-13.7 Solo el Amor Puede Salvar al Mundo.
He creado el mundo y He creado también el árbol que Me habría de proporcionar el madero de Mi Cruz; He creado y cultivado la zarza que Me habría de dar las espinas de Mi corona real. Sepulté en las entrañas de la tierra el hierro con el que se habrían de forjar Mis clavos. ¡Oh, misterio de incomprensible amor! He creado un nido para el pájaro, una guarida para la fiera, para el rico un palacio, para el obrero una casa, una cuna para el niño, un asilo para el anciano; cuando vine en persona a visitar Mi tierra, no hubo lugar para Mí en las posadas del mundo. Era una noche fría, helada, aquella noche de Mi venida a los hombres. Vine a los hombres, pero los hombres no Me conocieron. No había lugar para Mí… ¿Y ahora?…
En estos tiempos deben ser antorcha o no ser nada, fuera la mediocridad. El mundo tiene necesidad de calor, de heroísmo. Solo el amor puede salvar al mundo. Oh, hombre, ¿quien eres? La viva imagen de aquel que viene a visitarte y tú le cierras la puerta en la cara. Te has vendido al extranjero, has hecho una triste alianza. Su pueblo elegido, hoy está hastiado del maná del cielo, añora las cebollas de Egipto y siempre hace alianza con el extranjero, fabrica becerros de oro, se postra y los adora…
Ni aun Mi Iglesia tiene ya conciencia de Mi Presencia, porque si la tuviera, las cosas no irían así. No se dan cuenta ni siquiera aquellos que con el poder de su eterno sacerdocio Me hacen bajar del Cielo. ¿No soy en verdad el eterno repudiado, el eterno incomprendido?
Amame, ámame mucho. Todo lo demás es Mío, "los Cielos y la tierra, y cuantos habitan en ella"… Sólo el amor de Mi criatura no es Mío y es lo que Yo busco.

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