martes, 21 de febrero de 2012

LA INFINITA MISERICORDIA DIVINA


¡Cuántas almas encontarán la vida en Mis palabras! Cuántas cobrarán ánimo al ver el fruto de sus esfuerzos: un pequeño acto de generosidad, de paciencia, de pobreza, puede llegar a ser un tesoro y ganar para Mi corazón un gran número de almas. ... Yo no atiendo a la acción: atiendo a la intención. El menor acto, hecho por amor, ¡puede adquirir tanto mérito y darme tanta consolación! Mi Corazón da valor divino a las menores acciones. Lo que quiero es amar. No busco sino amor. ... No pido sino amor. El fuego eterno del infierno será la merecida paga por el Amor de Dios despreciado, pisoteado bajo los pies.

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