domingo, 27 de mayo de 2012

A TODOS LOS QUE BUSCAN LA VERDAD


HOMBRE: ¿POR QUÉ TE ATORMENTAS EN TUS ANGUSTIAS, SI
SABES QUE TE AMO?
CS-139
24-Mar-98
Jesús

 Hijos Míos, segura y variadamente eficaz es la ayuda que doy
a las criaturas que Me invocan; no dejo de aliviarlas, porque la
Palabra que He dado: “llamad y se os abrirá”, ha sido dictada
por Mi Corazón deseoso de abrirse a todas las almas, a todos los
que sufren, a todos los que transitan las sendas espinosas,
deseosas de consuelo.
  He querido así recordarles que Mi anhelo es ayudarlos, pero
en esto no pongo la mira sólo en recordar, sino en algo más alto,
dar una ayuda inclusive ahora que les estoy hablando, porque
el “llamen y se os abrirá” es una invitación, un consejo Mío,
pero también sin llamar ustedes están como sumergidos en un
mar de ayudas y Gracias que son dones Míos no buscados por
ustedes ni conocidos, por tanto no apreciados.
   Por eso los ayudo como puede ayudar un amante al amado
que esté en necesidad. ¿Quién puede prevenirme si Yo los He
prevenido a todos antes de nacer? Hombre, ¿por qué te
atormentas en tus angustias, si crees que te amo? ¿Tal vez el
amor es descuidado para quien no ve en qué estado se
encuentra la la persona amada? ¿Y qué amor sería éste?
  Sepan que en los inicios de la humanidad el hombre era
pequeño, pequeño en Mis brazos; ahora que no deja de razonar
—y muchas veces de contradecirme— pretende Mi intervención
inmediata en sus angustias. De manera que mientras Adán
recibía pronto lo que deseaba, ustedes, muchachos de la calle
permanecían mucho tiempo disputando Mis ayudas. ¿Por qué?
  Visiten con el pensamiento los reinos del odio y del amor, es
decir el Paraíso y el infierno y encontrarán la razón que muchas
veces buscan, es decir el porqué Yo demoro en darles ayuda. en
el infierno encontrarán espíritus totalmente rebeldes a los cuales
niego toda ayuda, ya que querrían transformar el infierno
mismo en un festín diabólico, todo propenso a la afirmación
egoísta del propio yo, en oposición violenta a Mi Voluntad; por
eso, a los del infierno ninguna ayuda, sino gran severidad e
inmensa contradicción.
En el Paraíso, en cambio, todos disfrutan de Mi Querer y de
El se valen para tener todo lo que desean, sin contradicción, sin
retardo y plenamente. Están obedientes, por eso Yo les doy
tanto que están llenos de toda Mi ayuda, más aun están llenos
de Mí, de manera que todos están transformados por Mí.
  ¡Qué abismo entre el condenado y el bienaventurado!
 Por ello una vez que saben que el recibir ayudas depende no
solo de Mí sino también de ustedes y precisamente del estado
de adhesión de su voluntad a la Mía, consideren bien por qué
Yo los hago suspirar por aquellas gracias que, en ciertas
ocasiones les parecen urgentes, o bien importantes y
encontrarán que todo es cuestión de sumisión de ustedes a Mí,
su misión en la cual se encierra el bien suyo, su paz, la solución
de sus ansiedades.
  Espero quieran comprenderme y no olvidar que, al hablarles
tan abiertamente de Mis ayudas y sus ansiedades, Yo con esto
mismo, les ofrezco una ayuda que ustedes no Me han pedido: la
ayuda de comprenderme, la ayuda de poder seguirme, cosas
que son mucho más importantes que las otras que quisieran que
se les conceda ahora.
  Más bien reflexionen que solo un verdadero amante sabe dar
al amado todos sus recursos, sus posibilidades y que nunca,
salvo en la muerte del amor, podrá darse el caso que el amante
se sustraiga al amado.
 ¡Oh, si supiesen qué fuerza hay en Mis Palabras, en Mis
avisos, en todo!

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